Donald Trump es un objeto mediático divertido. Dejando a un lado la misoginia, el racismo, las maneras autoritarias y el peligro que representa para el orden establecido en el mundo, Trump tiene una vis cómica innegable. Y para Twitter es más que suficiente: desde su irrupción, los memes, los guiños y las bromas son una constante.
En esta ocasión la comicidad de Trump ha ido un paso más allá y se ha convertido en una cuenta de Twitter específica. Si Kim Jong-Un miraba cosas, Trump las dibuja. Aprovechando su firma de diversas órdenes ejecutivas en el Despacho Oval, alguien comenzó a sustituir sus papeles oficiales por dibujos infantiles o lemas. Trenes, dinosaurios, confesiones. El niño que todos llevamos dentro.
De modo que cuando pienses en lo incierto del futuro de la humanidad, en la perenne precariedad económica, en el auge de las maneras autoritarias en todas las democracias occidentales, la división que parte a nuestras sociedades en dos, la intolerancia y la xenofobia, etcétera, tan sólo toma un respiro y repasa el timeline de @TrumpDraws. Es todo lo que necesitas para ser feliz (y olvidarte, durante cinco minutos, de la inevitabilidad de la muerte y la tiranía de lo absurdo de la existencia).
Esto es un gato
Esto es un dinosaurio
Esto es una casa
Esto es un pavo
Esto es un tren (chu-chu)
Este soy yo
Estas son mis ganas de vivir
Estas son mis nuevas posesiones
Vía.