Estamos en el año 2100, el mundo atraviesa por un severo problema de sobrepoblación que nos ha obligado a tomar una medida drástica que consiste en hacer obligatorio que gran parte de los habitantes del planeta se conecten a 'Anvil', una red social postmortem que liberará al mundo y a su vez permitirá que las personas estén conectadas con sus amigos y familiares, ya que esta red social consiste en conectarse y morir.
Esta es la premisa que existe detrás del nuevo vídeo musical de Lorn, titulado precisamente como 'Anvil', el cual más que un vídeo es un fantástico cortometraje que nos relata una historia oscura, triste y deprimente, donde estamos ante un futuro sombrío donde será obligatorio morir, pero a la vez se nos ofrece la ventaja de permanecer conectados a una red social.
La visión de un futuro oscuro y desolador
Por supuesto la idea suena triste y dura, pero también sirve para plantear una crítica a la sociedad en la que vivimos donde cada vez más personas "viven" a través de estar conectados a una red social, que es donde se desarrollan las nuevas relaciones. Por ello veremos como en este futuro ficticio muchas personas aceptan morir porque al final el cuerpo ha dejado de servir y las vidas son virtuales. ¿Suena demasiado oscuro? Sin duda.
El vídeo fue dirigido y animado por Antoine Caëcke y Hélène Judy, con personajes que nacieron de la mente de Anthony Lejeune y Manddy Wyckens, quienes se inspiraron en cómics japoneses y belgas, como Ghost in the Shell, Akira y el trabajo de Peter & Schuiten, todo a través de una perfecta animación monocromática que nos lleva por un viaje a través de los ojos de una joven que vive sus últimos momentos en este planeta.
Este planteamiento y narrativa tan peculiar ha ocasionado que muchas personas estén discutiendo si trata de la mejor animación dentro de un vídeo musical, ya que a pesar de que la historia es corta, está magníficamente bien contada, lo que hace que cualquier persona la entienda, la relacione con la actualidad y se enganche, porque todo es a través de imágenes, nada de diálogos. Sin duda una verdadera maravilla que vale la pena mirar una y otra vez.