El motor demográfico de España está gripado. A la espera de que el INE publique su balance final de 2023, las tablas del observatorio estadístico dejan un escenario desolador, con la natalidad hundida hasta quedarse en mínimos que resultan aún más alarmantes cuando se analizan con perspectiva histórica. Llega una cifra para entender el alcance del desplome: en 2023 nacieron en España menos de la mitad de bebés que en 1975 y el dato se situó en su nivel más bajo en los registros del INE, que se remontan a 1941. Solo desde 2008 la caída ha sido del 38%.
Es parte de la (aparentemente imparable) japonización de la demografía española.
322.000 bebés. Eso es lo que muestra el balance provisional del Instituto Nacional de Estadística para 2023. Según sus tablas, que todavía pueden sufrir ligeras correcciones a lo largo de los próximos meses, el año pasado se registraron en España 322.075 nacimientos, unos 6.600 menos que el ejercicio anterior.
El dato no fue suficiente para compensar los fallecimientos registrados durante el mismo período, por lo que el conocido como saldo vegetativo del país se quedó en números rojos. Si España logró crecer en 2023 hasta alcanzar un récord de 48,6 millones de habitantes fue fundamentalmente gracias a la inmigración.
Remontándose a 1941. El último dato del INE muestra que en cuestión de un año, entre 2022 y 2023, la natalidad retrocedió cerca de un 2% en España. Para comprender el alcance del desplome viene bien sin embargo echar la vista algo más atrás, a hace década y media o incluso al siglo pasado. Al fin y al cabo la natalidad lleva cayendo de forma ininterrumpida desde 2014 hasta dejar el balance de 2023 en el nivel más bajo del registro histórico del INE, que se remonta a 1941. Aquel año, en plena posguerra, llegaron al mundo en nuestro país 511.157 bebés.
Un 40% menos que en 2008. Los registros del INE son elocuentes. Los 322.075 nacimientos anotados en 2023 o los 329.251 del año anterior —cifra esta última ya oficial—, no tienen nada que ver con la demografía que manejaba España hace una década y media. En 2008 el INE registró 519.779 alumbramientos, con lo que el desplome ha sido de casi el 40% desde entonces. Si se echa la vista aún más atrás el "pinchazo" de natalidad resulta mucho más alarmante: en 1976 España anotó casi 677.500 nacimientos, más del doble que los del año pasado.
Año |
Nacimientos |
Saldo vegetativo |
---|---|---|
1975 |
669.378 |
10,38 |
1985 |
456.298 |
3,74 |
1995 |
363.469 |
0,49 |
2005 |
466.371 |
1,83 |
2015 |
420.290 |
-0,04 |
2022 |
329.251 |
-2,79 |
La inmigración, clave. Si el histórico no es bueno, las previsiones de cara al futuro no son mucho más halagüeñas. Al menos si se mantiene las condiciones actuales. Aunque el INE calcula que España ganará 4,2 millones de habitantes a lo largo de la próxima década y media, lo que le permitiría superar los 51 millones de censados en 2037 y rozar los 53 millones en 2072, ese crecimiento se apoyaría en una única pata, al igual que el año pasado: la migración. En clave demográfica, las defunciones crecerán más que los nacimientos, con lo que el país estaría condenado a mantener su saldo vegetativo en números rojos.
"El aumento de población se debería, por tanto, exclusivamente, a la migración internacional. Esto produciría que la población nacida en España disminuiría paulatinamente y pasaría de significar el 84,5% del total actualmente, al 63,5% dentro de 50 años", reflexiona el INE. Su gráfico de proyección es la prueba más visual de hasta qué punto depende España de la llegada de población extranjera para crecer. En un escenario de "saldo migratorio nulo", el instituto prevé un pinchazo que dejaría a España en 31,8 millones de personas en 2072.
15 años en números rojos. Los técnicos esperan en cualquier caso que el número de nacimientos crezca entre 2023 y 2041, lo que no evitará que el balance entre 2022 y 2036 siga siendo un 14,2% inferior al de la década y media anterior. "Ante el descenso de natalidad y aumento de defunciones, en España habría más defunciones que nacimientos los 15 próximos años. El saldo vegetativo alcanzaría el valor más bajo en torno a 2061, y se iría recuperando levemente", anotan.
Tendencias… y economía. El INE muestra también tendencias que van más allá del total de nacimientos. Por ejemplo, cómo ha variado el perfil de las madres. Cada vez más mujeres se deciden a tener hijos ya cumplidos los 40 años. A lo largo de la última década los nacimientos de madres que habían alcanzado o pasado esa franja de edad se ha elevado un 19,3%, mientras que los protagonizados por chicas con menos de 25 años siguieron la tendencia opuesta: cayeron un 26%.
Es más, si en 2013 los nacimientos de madres con 40 o más años suponían menos del 7% del total, a día de hoy rozan ya el 11%. Otra tendencia clara que aprecia el INE es un descenso de las defunciones y un incremento de la esperanza de vida al nacer, lo que tiene a su vez una clara deriva económica y deja un escenario complejo para la sostenibilidad del sistema de pensiones en el futuro.
Imágenes | Christian Bowen (Unsplash) y INE
En Xataka | La crisis demográfica de España se puede resumir en un dato: nacen más bebés de madres de 41 años que de 25
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