Como cada año, la llegada de la selectividad (ahora EBAU) abre el eterno debate sobre la disparidad de dificultad en la prueba de acceso a la Universidad. A pesar de que cada año la tasa de aprobados crece, la diferencia en las notas de una Comunidad a otra es notable. Vamos, que no es lo mismo examinarse en Sevilla que en Bilbao. La constante polémica no sorprende: alrededor de 300.000 alumnos se juegan su futuro académico y laboral, ya que las notas son la vía de entrada a las universidades.
El lío de cada año. Hace unas horas, un joven se quejaba en Twitter sobre el nivel de dificultad de los exámenes en Murcia. "300 alumnos atendidos en medio de un examen de selectividad por náuseas ante la dificultad del mismo. "Nadie nos ha preparado para esto", me comentan. Esto está ocurriendo ahora mismo en Murcia".
Su enfado no es infundado. Como ya hemos explicado en otros artículos de Magnet, cada región puede fijar el número de preguntas que quiere, el temario cada vez es más flexible y el distinto nivel de exigencia es dudoso. Vuelve a surgir la pregunta de si tienes más ventaja por vivir en un sitio y no en otro. Los datos del 2021 ya eran claros el año pasado y reflejaban importantes diferencias territoriales.
300 alumnos del 2004 atendidos en medio de un examen de selectividad por náuseas ante la dificultad del mismo.
— Mafranpe 🍋 (@nosoymafranpe) June 7, 2022
"Nadie nos ha preparado para esto" me comenta Juan Rodríguez entre lágrimas (estudiante y gran amigo)
Esto está ocurriendo ahora mismo en Murcia.#ebauMurcia #ebau2022 https://t.co/vuW9Vcxe3x
Disparidad entre Comunidades. Atendiendo a los datos de los resultados publicados por el Ministerio de Universidades, las cinco comunidades con más aprobados en los exámenes de la EBAU fueron: País Vasco (97,6%), Castilla y León (97%), La Rioja (96,4%) y Aragón (95,8%) y Navarra (95,1%). Y las cinco con menos fueron Canarias y Baleares (89,9%), Galicia (90,5%), Andalucía (91,8%) y Madrid (92%). Las diferencias son mínimas, pero están ahí, acrecentándose cada vez más.
Récord de aprobados. De hecho, se ha alcanzado un récord de aprobados. Nada menos que el 92,7% del total de presentados. Y no sólo eso, si no que el porcentaje de alumnos que obtuvieron un sobresaliente también crece cada año. Las comunidades con más: Murcia y Asturias (12,9%), Extremadura (11%) y Cantabria (10,9%). A la cola: otra vez Baleares (1,9%), La Rioja (3,1%), Comunidad Valenciana (3,4%) y Galicia (3,7%). Y efectivamente, en 2019 los sobresalientes fueron muy inferiores.
Inflación académica. Que el porcentaje de aprobados y de sobresalientes crezca cada año (un 13% más desde 2019) alimenta la duda de si es cierto que las pruebas cada vez son más fáciles. Hace unos días, El Mundo publicaba un editorial en el que calificaba al fenómeno de "inflación académica". Una manera de decir que los alumnos cada vez acuden con mejores expedientes y aprueban con menos dificultades.
¿Por qué? En 2020 el Gobierno cambió el formato de la Selectividad, el "modelo pandemia" le llamaron algunos, que sigue vigente aún dos años después. Este modelo presenta, en lugar de las dos alternativas de prueba a elegir como siempre se ha hecho, una única propuesta compuesta por un mayor número de preguntas, con el fin de integrar todos los contenidos de cada asignatura. Es decir, los estudiantes pueden seleccionar qué preguntas responder, desechando aquellas que quieran y permitiéndoles aumentar las posibilidades de responder correctamente.
Descentralización del sistema educativo. A esto se le suma el hecho de que se estén ofreciendo 17 selectividades con parámetros de evaluación distintos. Porque cada región puede poner en el examen el número de preguntas que considere, cuando otros años el Gobierno central fijaba un límite. En 2018, el consejero de Educación de Castilla y León ya aseguraba que los exámenes eran más fáciles en unas comunidades que en otras y que las notas de algunos estudiantes llegaban "hinchadas". En este artículo de Magnet explicamos hasta qué punto esas acusaciones eran ciertas.
Este año tampoco han tardado en llegar las críticas pidiendo una prueba única en toda España. Sin embargo, hay que recordar que la exministra Celaá rechazaba esta idea el año pasado. "Si por única entendemos exacta, no, no es necesario, sería un empobrecimiento del currículo", subrayaba. Lo que el Gobierno pretendía era "garantizar la equidad", no creando una prueba exacta para todas las comunidades, pero sí que tuviera el mismo grado de dificultad. Algo que no parece que esté ocurriendo.
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