Si ya envidiábamos a Nueva Zelanda por ser uno de los países que poseen los paisajes más espectaculares del mundo, para muestra toda la serie de películas del Señor de los Anillos y el Hobbit, ahora se han hecho con algo nunca antes visto, una fascinante iglesia construida sólo de árboles reales.
El responsable de esta maravilla es Barry Cox, quien gracias a sus constantes viajes a Europa, decidió un día aprovechar su "pequeño" jardín de 12.000 metros cuadrados, para construir su propia iglesia basada en los antiguos diseños europeos construidos en piedra. Pero al ver que era prácticamente imposible conseguir los materiales, optó por usar algo más práctico y que conoce muy bien, los árboles.
Los árboles son la vida de esta iglesia neozelandesa
Curiosamente, Barry no es arquitecto, sino que se dedica a trasplantar árboles de un lugar a otro, esto a través de maquinaría especial que extrae todas las raíces y las lleva a un nuevo sitio, otorgando nueva vida a los árboles maduros con la intención de que no sean derribados.
El proyecto le tomó cuatro largos años, en los que seleccionó los árboles adecuados y construyó una estructura para que los árboles se guiaran durante su crecimiento. Gracias a la experiencia obtenida trasplantando, el orden de los árboles dependía de sus características y los fue cambiando de lugar de acuerdo a su crecimiento, hasta que fueron formando parte de la estructura, para finalmente retirar dicha estructura y dejar que las ramas fueran las que dieran vida a esta iglesia.
"Tienes que experimentar, conseguir las proporciones correctas y distribuir todo de acuerdo a tu criterio. No hay una fórmula, al menos no desde un punto de vista arquitectónico".
Pero eso no es todo, ya que la, ahora famosa, Tree Church, forma parte del increíble jardín de Barry, donde además de la iglesia, nos podemos encontrar con pequeños lagos y un increíble laberinto hecho con la vegetación del lugar. Al terminar la construcción de la iglesia y sus jardines, que estaban destinados a ser un lugar de retiro para Barry, muchas personas se enteraron y quisieron conocer el lugar.
La iglesia está situada en al localidad de Ohaupo en Waikato, Nueva Zelanda. Actualmente Barry la alquila para sesiones de fotos, eventos públicos y privados, pero sobre todo bodas, si algún curioso sólo quiere conocer la iglesia, tendrá que pagar 10 dólares, lo que ha convertido a esta iglesia en un excelente negocio para Barry Cox.
Vía | FIT En Magnet | Cuando la arquitectura coquetea con la locura: nueve edificios que parecen sacados de un sueño
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