Parece difícil que Kimiko Nishimoto no te caiga bien. Es una anciana de 88 años con más vitalidad en su pie izquierdo de la que demuestran tener buena parte de los jóvenes en su veintena (y me incluyo en este grupo). También es una artista del autorretrato que sabe convencernos a través del humor de cómo las ideas preconcebidas de lo que se puede hacer o no a ciertas edades es sólo un mito que debe superarse.
Esta ciclista profesional que se retiró de la competición al casarse aprendió a usar la cámara a los 71 años, hasta entonces no había hecho ni una sola fotografía. Pero desde que aprendiese el arte del disparo se ha hecho diversos autorretratos de lo más originales. No sabemos decir si son más adorables, extraños o reconfortantes, pero algo se mueve dentro de nosotros cuando vemos a Nishimoto atrapada en una bolsa de plástico, vacilando con rotuladores en las fosas nasales. Tirándose a la vía en mitad del tráfico que parece pasar a su alrededor sin dejarle huella.
En realidad, la mayor parte del trabajo de esta artista se centra en el retrato de elementos abstractos, bodegones y diversas imágenes de la naturaleza, pero las que están cautivando al mundo son las capturas que ponemos a continuación, las que la tienen a ella como protagonista. El hijo de Nishimoto, estudiante de artes gráficas, ayudó a su madre a completar el trabajo y llevó después el resultado a una clase de fotografía que él impartía, lugar desde el que empezó a propagarse. En julio del año pasado publicó su primera colección oficialmente: Hitori ja naka yo. No estás solo.
Después de convertirse una sensación en su país, Kimikosan se puso las pilas. Había estado curioseando con los programas de edición digital para manipular sus imágenes, y con la popularidad encontró la ocasión idónea no sólo de promocionarse, sino de combinar ese nuevo conocimiento con sus autorretratos humorísticos y hacer series nuevas de imágenes que podrían venderse en la red, como ocurrió con su colección de postales para el Año Nuevo promocionada por Adobe.
Cada nueva imagen de Nishimoto demuestra un entusiasmo por lo desconocido que no disminuye con el tiempo, como le pasa a la mayoría de la gente, sino que le permite recrearse en las posibilidades que el mundo sigue ofreciendo para el aprendizaje, para la interacción y el juego.
Como dice la fotógrafa en su biografía: no te olvides de disfrutar de la vida.
Fotos: Kimiko Nishimoto.
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