Si alguno os paseais por el centro de Madrid en los días previos al sorteo de la Lotería de Navidad, no sólo tendréis que evitar a la gente que va buscando sus regalos de Papá Noel y Reyes, o a los turistas que visitan la Puerta del Sol; tendréis que ir sorteando las colas para comprar lotería y a los vendedores callejeros de décimos para Navidad.
De todos los juegos de azar y sorteos que se hacen en España, el del día 22 de diciembre es el más tradicional y en el que solemos gastarnos más dinero. El año pasado, las ventas de décimos para la Lotería de Navidad sumaron 2.472 millones de euros, y buena parte de ellas se concentraron en unas pocas administraciones. Porque todo el mundo quiere comprar en el sitio donde cayó el Gordo el año anterior. O en 1992.
Las que más venden
En 2014, se vendieron 123,6 millones de décimos para Navidad (cada uno cuesta 20 euros), y buena parte de ellos se repartieron entre cuatro administraciones de lotería: la Bruixa d'Or en Sort (Lleida), Doña Manolita en Madrid, Ormaechea en Bilbao y Valdés en Barcelona. La primera facturó el año pasado 40 millones de euros sólo en ventas para el sorteo del 22 de diciembre, mientras la segunda, que no da cifras concretas, despacha más de 60 millones de décimos al año.
Aunque esas cuatro son las más populares, hay más administraciones a las que acuden los compradores más supersticiosos, como Sagasta en Sevilla, El Doblón de Oro y La Pajarita en Madrid, El Gato Negro en Barcelona o El Templo de la Suerte en Nava (Asturias). Todas ellas presumen de repartir premios de la Lotería de Navidad y, al hacerlo, atraen a todavía más compradores. Pero es que es bastante lógico que, si son las que más décimos venden, sean las agraciadas con más premios.
Las cuentas de la Bruja
Vamos a comprobarlo con las cifras ofrecidas por la Bruixa d'Or, cuyo propietario ha diversificado el negocio con, por ejemplo, una cadena de restaurantes. Como decíamos, vendió dos millones de décimos de la Lotería de Navidad en 2014, que representaban el 18,6% de los números que entraban en el bombo. No repartió el Gordo, pero sí 'cayeron' en Sort tres quintos premios y un cuarto.
La popularidad de esta administración se debe, también, a que fue la primera que posibilitó la compra de décimos a través de internet, algo que en 2014 representó el 90% de sus ventas para la Lotería de Navidad. Su truco está en tener bastantes números diferentes para el sorteo, lo que incrementa las probabilidades de que alguno de ellos salga premiado.
Todavía no hay datos de las ventas de este año (se hacen públicos el mismo día 22), pero Loterías y Apuestas del Estado sí apunta que a la provincia de Lleida (donde se encuentra Sort) se han consignado billetes de Navidad por valor superior a los 59 millones de euros. El año pasado, el gasto en este sorteo en esa provincia fue de un poco más de 56 millones, y 40 correspondieron a la Bruixa d'Or. Si toca la lotería allí, lo más probable es que ese número lo vendiera esa administración.
Las que más compran, donde más toca
¿Cuál es la manera más sencilla de ganar el primer premio en un sorteo? Llevando todos los números para ese sorteo. Esta lógica se aplica también a la Lotería de Navidad. Lo más probable es que el Gordo, o algún otro premio, toque en las ciudades que han comprado más décimos. Por ejemplo, en Madrid capital ha caído el Gordo en 8 ocasiones desde el año 2000, la última, el año pasado, lo que no es extraño si tenemos en cuenta que, en 2014, la provincia de Madrid fue la que más billetes compró para el 22 de diciembre, superando ampliamente los 470 millones de euros.
Por poner otros ejemplos, la provincia de Alicante se gastó el año pasado más de 106,5 millones de euros en la Lotería de Navidad, y entre 2006 y 2012, el primer premio recayó allí en cinco ocasiones. Si miramos el caso contrario, Badajoz gastó un poco más de 22 millones y, desde 2000, el Gordo sólo ha tocado allí una vez.
La correlación puede verse mejor con el listado de las diez provincias que más gastaron el año pasado en ese sorteo, y el reparto de premios correspondiente.
En 2014, de todos modos, también tocaron premios de la Lotería de Navidad en provincias que compraron menos que estas quince "gastadoras", como León (33,1 millones en ventas) o Badajoz (22,7 millones).
Las supersticiones con los números
La administración o la ciudad donde comprar el décimo no es la única superstición en la que podemos caer buscando el número que tenga más "probabilidades" de ser agraciado con el Gordo. De los 100.000 números que se incluyen en el bombo, todos tienen un 14% de probabilidades de ser premiados.
Aunque, históricamente, los números en el millar de 2.000 han obtenido doce veces el primer premio, eso no garantiza que el 2.865, por ejemplo, vaya a ser el Gordo del próximo día 22. De hecho, no todos los números han participado en todos los sorteos desde 1812, por lo que esas cuentas no son demasiado fiables.
Eso no evita que todos los años haya determinados números que concentran más interés. ¿Por qué? Porque marcan fechas señaladas de eventos ocurridos a lo largo de los pasados doce meses. En 2015, algunos de esos números son el 24.315 (el accidente de Germanwings), 20.815 (la muerte de Lina Morgan), 28.915 (eclipse total) o 04.515 (muerte de Jesús Hermida). Todos tienen la misma probabilidad de ser premiados que los demás.
Imagen | Marina Rigby, Arkangel, Antonio Tajuelo
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