En medio de una escasez de mano de obra mundial, las empresas de de todo el mundo están buscando soluciones desesperadas. Casi la mitad de los propietarios de pymes dicen que es cada vez más difícil encontrar personas calificadas en comparación con hace un año, según la mayoría de encuestas. Un fenómeno del que hemos hablado en Magnet y que no tiene precedentes en su escala, también por el misterio de sus orígenes. Nunca ha habido tanta renuencia por parte de personas desempleadas.
Entre esas soluciones desesperadas hay una que nadie esperaba. La escasez de trabajadores está obligando a empresas como Amazon a dejar de castigar a los empleados por el consumo de drogas recreativas. Se acabaron los tests: la mano de obra es lo primero.
Se abrió la veda. Una encuesta realizada por ManpowerGroup indica que el 9% de más de 45.000 empleadores en todo el mundo estaban eliminando las pruebas de detección de drogas como un incentivo para "atraer y retener el talento en demanda". Eso equivale a unas 4.050 empresas, de 43 países, que están dispuestos a hacer la vista gorda ante el uso de drogas recreativas de los trabajadores si esto significa cubrir puestos vacantes.
Por un lado, “adaptarse” a un nuevo mundo laboral, y por otro, ofrecer incentivos para atraer y retener el talento que necesitan. Un reflejo de que las medidas de detección amenazan con eliminar a los candidatos de un grupo de talentos que ya es pequeño, solo complican aún más las cosas.
Las empresas, desesperadas. Algunas de las empresas más grandes del mundo ya se han dado cuenta de esto y han comenzado a adaptar sus protocolos de contratación en consecuencia. En junio, Amazon, el segundo empleador más grande del mundo, anunció que ya no realizaría pruebas de marihuana en su examen de detección de drogas para trabajos no regulados por el Departamento de Transporte de EEUU. Este fue un cambio sustancial que le permitiría a la empresa acercarse a su visión a largo plazo de convertirse en el "Mejor Empleador de la Tierra", según Dave Clark, Director Ejecutivo de Consumidores Mundiales de Amazon.
"En el pasado, como muchos otros, descalificamos a las personas para trabajar en Amazon si daban positivo por consumo de marihuana. Sin embargo, dado que las leyes estatales se están moviendo, hemos cambiado de rumbo", explicaron en su comunicado. Amazon también aconsejó a los socios de entregas (contratistas que poseen y operan las camionetas estampadas con el logo de Amazon) que la medida podría aumentar las solicitudes en un 400%. La compañía afirmó que la detección de marihuana reduce el grupo de posibles trabajadores hasta en un 30%.
Era una barrera. El cambio ha sido motivado en parte por la modificación de la legislación sobre el uso de la marihuana en los EEUU. Otros estudios han resaltado las formas en que estos cambios han impactado en las empresas y las han obligado a revisar y actualizar sus políticas de detección. Una encuesta publicada por Current Consulting Group sugería que el 36% de los encuestados que planeaban eliminar la marihuana de sus paneles de prueba lo estaban haciendo porque estaban "experimentando retrasos y no pueden cubrir puestos debido a los altos positivos".
Otra encuesta de la misma firma muestra que casi el 60% de los proveedores de pruebas de drogas indicaron que el número total de kits vendidos se redujo en un 41% o más desde el inicio de la pandemia.
No sólo es un problema de Estados Unidos. Incluso en países donde la marihuana no está siendo despenalizada, las pruebas de drogas han causado dolores de cabeza a las empresas. En Australia, muchas pymes en una variedad de industrias han alertado de una mayor dificultad para cubrir la escasez de mano de obra desde que el gobierno estatal introdujo políticas obligatorias antidrogas en noviembre de 2020.
"Hemos probado muchos medios de comunicación diferentes, diferentes tipos de anuncios, diferentes ángulos, el boca a boca, ni siquiera una llamada telefónica", explicaba Steve McKenny, propietario de una empresa de carnicería en este reportaje de VICE. “Si ponemos un cartel, fácilmente obtendríamos 40 o 50 solicitantes. Pero si el letrero dice 'debe someterse a pruebas de detección de drogas', se reduce a cuatro o cinco".
No siempre vale. El mes pasado, la columnista de Business Insider Rachel Premack criticó a la industria camionera por no reducir sus requisitos antidrogas para los nuevos empleados. "La industria debería abrazar el uso de la marihuana entre su población de conductores. Hacerlo ayudaría con la contratación y retención de conductores", insistió Premack. Pero la Asociación Estadounidense de Camiones (ATA) insistió en que no modificaría sus estándares. "Queremos asegurarnos de que el tiempo de reacción de los conductores y la coordinación motora no se vean afectados cuando operan vehículos que superan las 36.000 kilos", sostuvo la ATA.
La ATA señaló un informe de 2017 del Congreso de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras que mostró la coordinación motora, el tiempo de reacción y el juicio deteriorados por la marihuana, y estudios que encontraron una relación directa entre la concentración de THC en sangre y la capacidad de conducción deteriorada.
Como sea, no queremos una “Gran renuncia”. En este otro artículo de Magnet hemos detallado en qué consiste todo este fenómeno, el gran éxodo voluntario masivo de la fuerza laboral. La salida masiva de puestos de trabajo no se limita a ningún sector en particular, pero los de servicios presenciales y minoristas están experimentando una ola aún mayor. Ante la perspectiva de salarios bajos, largas jornadas y constantes batallas con los clientes muchos simplemente están diciendo “basta”. Poco menos de 650.000 trabajadores minoristas renunciaron solo en abril.
Ahora, las empresas minoristas están luchando por cubrir los puestos vacantes y les resulta difícil conseguir suficientes trabajadores nuevos y dispuestos en la puerta. Empresas como Target y Best Buy han aumentado los salarios, mientras que McDonald's y Amazon ofrecen bonificaciones de contratación que oscilan entre los 200 y los 1.000 dólares. Aún así, una encuesta realizada por Korn Ferry sugiere que el 94% de los minoristas tienen problemas para cubrir puestos vacíos.
Parte del problema es que si bien los incentivos financieros son un comienzo, un cambio en las prioridades significa que no se trata solo de dinero. Muchos trabajadores se están yendo a puestos que pagan menos, pero ofrecen más beneficios, movilidad ascendente y compasión.
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