"Exceptuando a los indios, todos los antepasados de los estadounidenses llegaron aquí a través de otros países. Este mapa dónde viven, a qué se dedican y cuál es su religión". Con tan parcas palabras, un maravilloso y gigantesco mapa realizado por el Consejo contra la Intolerancia de Estados Unidos resumía la breve y mestiza historia del país. Publicado en 1940, el mapa buscaba evitar que los sentimientos de miedo al extranjero o de reclusión identitaria afloraran durante la Segunda Guerra Mundial.
Casi ochenta años antes de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, el mapa, elaborado por la ilustradora Emma Bourne, elimina las fronteras internas del país y lo muestra como un todo continuo desde Nueva York hasta Seattle, desde Miami hasta San Diego. A cambio, introduce larguísimas cintas en las que podemos observar de dónde provenían los antepasados de sus actuales pobladores.
Alemania, Japón, Inglaterra, España, Francia, Italia, Irlanda, Suecia, Noruega, etcétera. A la altura de 1940, Estados Unidos ya había cerrado la puerta a la inmigración legal, pero para entonces la mayor parte del país había sido poblada o bien por hijos de colonizadores ingleses o bien por inmigrantes que llegaron al país a mediados del siglo XIX provenientes de Europa. Las cifras migratorias hacia América desde lugares como Irlanda, Polonia o Alemania durante aquellas décadas son alucinantes, de una escala histórica.
Fueron ellos quienes, una vez asentados, contribuyeron a forjar la identidad y la nación estadounidense. A día de hoy, de hecho, la ascendencia alemana sigue siendo la mayoritaria en un país que, sin embargo, es anglosajón. Pero las trazas de la historia racial y étnica estadounidense siguen muy presentes allá donde se mire, y los mapas sirven de herramienta idónea, como muestran en Vox, para entender el peso de la inmigración.
El mapa ha sido reflotado hoy por diversos medios estadounidenses gracias al clima de intolerancia frente al inmigrante propiciado por la Administración Trump. En él, bastante inusual según se cuenta en Atlas Obscura para los estándares de la época, se añaden nombres de estadounidenses célebres por sus contribuciones a la política o a la cultura o a la ciencia cuyo origen era inmigrante. Estados Unidos, definido por el mapa, era "una nación de un sólo pueblo proveniente de muchos otros países".
A día de hoy, y tras la segunda oleada migratoria que deparó en la llegada de poblaciones mexicanas, chinas o indias, esa frase sigue siendo más cierta que nunca. La población estadounidense es una de las más diversas de Occidente. En unos pocos años, las poblaciones blancas representarán menos de la mitad del total, fe de la transformación demográfica del país. Y nuestro mapa quedará desactualizado. Pero su mensaje será aún más importante.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario