Jack nació con un extraño padecimiento conocido como craneosinostosis, una condición que ocasiona una fusión prematura de las placas craneales, haciendo que la cabeza sólo crezca hacia adelante y hacia atrás, esto a medida que crece el niño ocasiona una deformación en la cabeza que sólo puede ser curada con cirugía.
Después de la cirugia, el tratamiento de recuperación exige que la cabeza porte un casco por nueve meses, un lapso que se necesita para que la cabeza sane y crezca adecuadamente. Por fortuna, Jack tiene un padre ingenioso, y fan de Star Wars, que ideó una magnifica forma de cambiar la narrativa que tenían las personas hacia el pequeño Jack.
Cambiando percepciones
Jonathan Moxey, padre de Jack, decidió que el periodo de recuperación de su hijo no tenía porque ser un padecimiento para para él y toda la familia, así que rediseño los cascos que Jack tenía que usar como parte del tratamiento de recuperación. Los diseños se basan en cascos utilizados en la saga de Star Wars, por ello veremos uno con el diseño de R2-D2, así como lo que usan Luke Skywalker, Biggs Darklighter y Jek Perkins en la primera trilogía.
Jonathan tenía claro que Jack era demasiado pequeño para comprender lo que estaba ocurriendo, pero estaba seguro que no quería que la gente sintiera lástima por su hijo. Con esto, la gente que veía al pequeño Jack cambiaba el "Oh ¿qué le pasó a tu hijo", por un "Wow, ¡está increíble su casco!".
Parte del proceso de rediseño de los cascos y la evolución de Jack, fue compartida por Jonathan en su perfil de Instagram, donde incluso recibió mensajes de padres en situaciones similares, que le pedían ayuda y consejos para cambiar la imagen de los cascos. Al día de hoy Jack ha cumplido 16 meses de edad y ya no necesita los cascos, pero sin duda, éste es un ejemplo de que la actitud puede ser la diferencia en muchas cuestiones de nuestra vida.
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