Cuando pensamos en contaminación solemos pensar en el aire, el agua o el suelo. Sin embargo, también existen tipos de contaminación, como la acústica, que tienen un impacto brutal en las personas. El tráfico por carretera es, con diferencia, la principal fuente de este problema en Europa. Y al menos uno de cada cinco europeos está actualmente expuesto a niveles de ruido que rebasan los límites y se consideran perjudiciales para la salud.
Tan problemático puede llegar a ser que nuevos estudios indican que existen vínculos entre el tráfico ferroviario y por carretera y la enfermedad de Alzheimer en particular. Es decir, la exposición al ruido del tráfico se asocia con un mayor riesgo de demencia.
El estudio. A lo largo de los años, los científicos han vinculado el ruido del transporte con la salud, incluidas las enfermedades cardíacas, la diabetes y la obesidad. Ahora, un nuevo estudio publicado en BMJ y que involucró a dos millones de adultos daneses durante más de una década ha concluido que las personas que viven en áreas con ruido de transporte enfrentan un mayor riesgo de demencia, especialmente la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores analizaron la asociación entre la exposición residencial a largo plazo al tráfico y al ruido de los ferrocarriles y el riesgo de demencia entre mayores de 60 años entre 2004 y 2017. Después de tener en cuenta los factores relacionados con los residentes y sus vecindarios, el estudio concluyó que hasta 1.216 de los 8.475 casos de demencia registrados el primer año podrían atribuirse al ruido del transporte. De ellos, el diagnóstico en unos 963 pacientes se atribuyó al ruido del tráfico rodado y en 253 pacientes al ruido del ferrocarril.
¿Por qué? Las posibles explicaciones de por qué el ruido puede afectar la salud incluyen la liberación de hormonas del estrés y trastornos del sueño, que conducen a enfermedades cardíacas, cambios en el sistema inmunológico e inflamación, todo lo cual se considera relacionado con la aparición de la demencia. El estudio fue observacional, por lo que no estableció la causa, y tuvo una serie de limitaciones, como la falta de información sobre el aislamiento acústico en los hogares.
La culpa es del tráfico. El tráfico sigue siendo la principal fuente de contaminación acústica en Europa. Al menos 100 millones de europeos están afectados por niveles nocivos, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. El umbral establecido por la UE es de 55 dB para el día y 50 dB para la noche. Y alrededor de 100 millones de personas están expuestas por encima de 55 dB en los 33 países miembros. De ellos, 32 millones están expuestos a niveles de ruido muy altos (por encima de 65 dB).
Medidas de la UE. La Unión Europea ha tomado medidas para abordar el problema mediante diferentes protocolos. La legislación de la UE exige que los Estados miembros preparen mapas de ruido que sirvan de base para el desarrollo de planes de acción diseñados para prevenir y reducir la exposición nociva. Estas van desde acciones que controlan el ruido en su origen, como la introducción de superficies de carreteras con poco ruido, aviones y ferrocarriles más silenciosos, hasta medidas como la mejora del diseño urbano para reducir el tráfico. volúmenes y restringir los desarrollos habitacionales en áreas de alto ruido.
En España. El desglose de datos por países muestra que España supera la media de porcentaje de población que sufre ruido de tráfico rodado (24,8% por 15,5%). Por eso, Bruselas tiene abierto un procedimiento contra España por la contaminación acústica de comunidades autónomas como Madrid. El Ejecutivo regional presentó un Plan de Acción contra el ruido en la red de carreteras autonómicas que debería haber sido aprobado hace siete años y que, según fuentes de la oposición, parece insuficiente para la Unión.
Las diez actuaciones recogidas en el plan, con un coste aproximado de 1,5 millones de euros, irían enfocadas a reformar el tramo de carretera para colocar asfalto fonoabsorbente, un tipo tipo de pavimento compuesto, en lugar de por grava, por polímeros de plástico, que es capaz de captar hasta el 75% del ruido generado por el tráfico rodado.
El ruido también mata. Lo que muchas personas desconocen es que la exposición al ruido a largo plazo, incluso a los niveles a los que estamos acostumbrados en las zonas urbanas, tiene importantes repercusiones para la salud. En la mayor parte de los países europeos, más del 50 % de los habitantes de las zonas urbanas están expuestos a niveles de ruido de tráfico rodado de 55 decibelios o más durante el período diurno, vespertino y nocturno. Según la OMS, es probable que la exposición a largo plazo a este nivel afecte negativamente a la salud.
La AEMA calcula que la exposición a largo plazo al ruido ambiental provoca 12.000 muertes prematuras y contribuye a 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica cada año en toda Europa. También se calcula que 22 millones de personas sufren grandes molestias crónicas y que 6,5 millones de personas sufren alteraciones del sueño graves.
Imagen: Unsplash
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