La Academia del Café Espresso de Florencia tiene una máquina única: una capaz de hacer cinco cafés a la vez, y cada uno con un método distinto
Hacer café es un arte, pero también algo intrínsecamente ligado a la tecnología. Ese café que nos despierta cada mañana se puede preparar de muchas maneras, pero aunque cafeteras como la italiana de toda la vida nos parezcan muy simples, son fruto de un diseño muy estudiado. Incluso para los cafés filtrados hace falta cierta técnica, pero además cada poco tiempo vemos máquinas que buscan revolucionar la preparación de esta saludable bebida.
Y en ese abrazo entre la innovación y la tradición, encontramos máquinas como La Marzocco Vespucci. Es única en el mundo y una auténtica obra de arte que no es una simple máquina: son cinco.
Purismo fiorentino. Esta máquina es única y se encuentra en un lugar muy especial para el café: la Accademia del Caffè Espresso. Está en Florencia, claor, donde el café es una parte integral de su cultura culinaria y es una mezcla entre museo, centro de divulgación, ciencia y exploración con el café como absoluto protagonista.
Fue fundada por la empresa La Marzocco, fabricantes de máquinas de espresso, y la idea del centro es que nos empapemos de la cultura cafetera, las numerosas formas de preparar un café y aprendamos historia de esta bebida. Esta vieja fábrica de La Marzocco retransformada se puede visitar, ya que hacen talleres y demostraciones en vivo para baristas y estudiantes, pero más allá de todo lo que podamos extraer de la Accademia, lo que seguro que más llama la atención es la Vespucci.
El Rolls-Royce de las cafeteras. Máquinas de café bonitas hay muchas. Si has ido a alguna cafetería de especialidad y te gusta el mundillo, seguro que te has quedado mirando unos segundos laas enormes máquinas que utilizan para preparar el café. Incluso en cadenas muy comerciales como Starbucks tienen esas enormes máquinas Mastrena que nos dejan boquiabiertos. O tenían, vaya, ya que recientemente se pasaron a las Clover Vertica.
La que está en la Accademia del Caffè Espresso es… como un Rolls-Royce. Para empezar, es enorme. Es tan larga que puede haber cinco personas, una al lado de la otra preparando café a la vez. Para continuar, tiene un diseño muy sobrio, pero con detalles extremadamente elegantes, como una 'fachada' creada para reflejar de forma difusa la estancia en la que se encuentra.
Cinco modos. Pero que sea bonita no es su virtud: lo principal es que es un todoterreno. Comentamos que podría haber cinco personas preparando un café a la vez, y es cierto: no sólo tiene cinco cabezales, sino también siete tanques que pueden hervir el agua de manera individual para cada uno de los grupos. Es como si fueran cinco máquinas de café distintas y especializadas en una preparación, pero unidas bajo un mismo chasis.
Todas están enfocadas a la preparación de café espresso, pero encontramos desde las más convencionales con portafiltros que podríamos tener en casa hasta las que permiten una preparación volumétrica, la que tiene controles de presión manuales y la forma más curiosa: la preparación con leva que requiere que seamos nosotros los que tiremos hacia abajo de una palanca para conseguir una presión de nueve bares.
Prepara la cartera. Lamentablemente, debido a que es una máquina única, no tenemos un precio. Lo que sí podemos hacer es ver el precio de algunas de las máquinas que comercializa La Marzocco, y lo primero que busqué es el sistema de Leva. Con el nombre leva x, esta máquina de espresso manual permite una experiencia similar a la de una de las máquinas de Vespucci gracias a ese sistema mecánico de palanca es grande, pesada (70 kilos) y cuesta… 13.000 euros.
Otro caso es la gb5 s, una máquina espresso que tiene configuraciones de dos, tres o cuatro grupos y que parte de los 16.000 euros en su versión de dos grupos. Y La Marzocco también tiene la strada av, una máquina volumétrica con dos grupos que cuesta más de 21.000 euros. Concretamente, las máquinas que combina la Vespucci son:
Orgullo cafetero. La Vespucci requiere un proceso de formación para poder usarse correctamente debido no sólo a que no hay otra igual en el mundo, sino a que hay algunos procesos que no tienen los automatismos que vemos en máquinas comerciales. Esto permite que los baristas se "entrenen" para poder utilizar estas tecnologías y técnicas y es parte de esa enorme tradición cafetera italiana en general y florentina en particular.
Esta cultura alrededor del café siempre me ha llamado la atención si tenemos en cuenta que el país no es un productor de café, simplemente un importador del grano verde que, posteriormente, tuesta y procesa. Ahora bien, eso puede cambiar si el cambio climático sigue su ritmo, ya que estamos viendo que en lugares que llevan un siglo fracasando en el cultivo del café, están viendo los primeros frutos. Y no es exclusivo en Italia: España va por el mismo camino con café andaluz y catalán.
Imágenes | Lamarsacoffee, Goldenbrown Coffee (YT)
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