La fiebre por los NFT llega al común de los mortales: ahora puedes vender tus tuits (si alguien los quiere)

Desde hace unas semanas, la locura por los NFT (Non-Fungible Tokens) está creando un debate incesante sobre cómo las criptodivisas podrían emplearse para comprar y vender contenido digital. Hablamos de cualquier cosa: una fotografía, un tuit, un clip de audio y hasta el meme que te hizo morir de risa hace unos días. Ahora cualquier cosa es susceptible de comprarse y venderse como un activo digital al igual que sucede con las obras de arte físicas. ¿Cómo? Gracias a la tecnología Blockchain.

Ahora imaginaos por un momento cómo sería poder comprar y coleccionar vuestros tuits y memes favoritos como si de cromos de fútbol se tratara. Bienvenidos al apasionante mundo de los NFT y lo que está por llegar.

Vamos a vender tuits. Para que os situéis en el debate es necesario saber cómo funciona este mercado y qué es Valuables. Se trata de una plataforma en la que las personas autorizan sus cuentas de Twitter y luego pueden acuñar cualquier tuit que les pertenezca, creando un Token, o NFT, en la blockchain. Esto hace que el tuit o contenido en cuestión se registre en un libro de contabilidad inmutable de Ethereum que dice básicamente: "Esta persona es el autor de este tuit y esta otra es el propietario".

El autor puede aceptar ofertas de cualquiera que desee comprar su tuit. Si el comprador y el vendedor acuerdan un precio, el NFT se transfiere a su nuevo propietario. Cualquiera puede solicitar comprar un tuit incluso si aún no se ha subido a Valuables. Este mercado, de momento no es muy grande, pero está creciendo rápido. Cent, la compañía detrás de Valuables, señala que se han ofrecido más de 200.000 euros para comprar contenido de la red social, un aumento del 64% desde diciembre de 2020.

Como obras de arte. Por poner un ejemplo, el famoso empresario y multimillonario Mark Cuban ganó alrededor de 1.000 euros con la venta de este tuit:

Pero lo que ha puesto en boca de muchos inversores el fenómeno NFT ha sido la venta del primer tuit de la historia por parte de Jack Dorsey, el CEO de Twitter, por más de 2 millones de euros.

Twitter

¿Soy dueño o no? Y lo cierto es que esto puede aplicarse a todo tipo de contenido en Internet. Si bien la idea de comprar un activo digital es un concepto difícil de entender, porque contradice la idea de que el contenido digital es infinitamente replicable. Es decir, cualquiera puede hacer clic derecho y descargar una imagen de la web. O en el caso de un tuit o un meme o un video de TikTok, pueden retuitearlo, compartirlo o hacer una captura de pantalla. Es más, una publicación en redes se puede eliminar en cualquier momento y el nuevo "propietario" del mismo no lo controla. ¿Cómo se puede garantizar esa posesión?

La blockchain cambia todo eso. Parte de firmar un tuit y venderlo significa que aceptas que se coloque en la red Blockchain. Allí se se vuelve permanente y se asocia a un token que solo una persona puede retener a la vez. A diferencia de la mayoría de las criptomonedas, una persona no puede cambiar un NFT por otro como lo haría con bitcoins. Cada NFT es único y actúa como un artículo de colección que no se puede duplicar ni borrar, lo que aún más raros y exclusivos.

Propiedad. A diferencia de la música o el cine, si compras uno de estos bienes su propiedad es absolutamente tuya. No compras una licencia para ver la película o escuchar la canción, sino que ese bien intangible es completamente tuyo. En muchos casos, en la venta se especifica qué derechos tienes sobre ese bien.

Igual que cromos de fútbol, vamos. La expresión creativa en la web no es realmente muy diferente de la del mundo real, como una pintura o una escultura. La obra de arte digital necesita un certificado de autenticidad único de su creador que la haga única, al igual que esos otros medios de expresión, que crea escasez y, por lo tanto, valor.

Y las NFT hacen exactamente eso, pero también podrían abrir una nueva forma para que los artistas ganen dinero online que no dependa de producir un flujo constante de contenido para generar clicks e ingresos publicitarios. Incluso si un tuit o un vídeo de Facebook no se vende por miles de euros, algunas personas sí pueden estar dispuestas a pagar 10 o 20 euros para apoyar a sus ídolos y recopilar sus tuits favoritos, algo así como coleccionar cromos de fútbol.

Este tuit, por ejemplo, se vendió por menos de 20 euros:

También tus memes favoritos. Ya se han subastado algunos memes que han marcado historia en Internet. El mítico ‘Deal with it’ con la imagen de las gafas de sol se lanzó a subasta hace unos días en la plataforma NFT Foundation y la oferta es actualmente de alrededor de 20.000 euros. Y es que no solo se está vendiendo una copia del trabajo del autor —el diseñador Ryder Ripps—, sino que también se está vendiendo "todos los derechos de esta imagen y meme y la plantilla de Photoshop utilizada para crearla". Las ventas de NFT generalmente ofrecen a los compradores la propiedad de una copia de una imagen, como si estuvieran comprando una pintura física, mientras que los artistas aún conservan sus derechos intelectuales.

Hace unas semanas, el mítico meme en forma de gif del gato volador ‘Nyan Cat’, se vendió por la escandalosa cifra de 550.000 euros. El artista digital Beeple está subastando actualmente un NFT en Christie's, con una oferta de 3 millones de dólares.

Y lo que sea. La idea de los NFT no es realmente nueva: el sitio web CryptoKitties existe desde 2017 y permite a las personas comprar y vender ilustraciones pixeladas de gatos de dibujos animados. Y también existe Nifty Gateway, un mercado digital donde artistas profesionales venden sus obras a precios de hasta 250.000 dólares.

La controvertida rapera Azealia Banks y su novio han vendido una grabación de audio de un video sexual como NFT por más de 15.000 euros. La grabación tiene una duración de 24 minutos y ha sido adquirida por Rulton Fyder, un artista anónimo que se dedica básicamente a jugar con “obras de arte” en la blockchain. No hay nada innovador en un video sexual, pero esta producción en particular está atrayendo la atención por una razón única: es el primer video para adultos vendido como NFT. Esto es lo que se lee en la NFT Marketplace Foundation: "Tras la compra, se entregará al comprador un archivo WAV además de un disco de vinilo LP firmado. Esta venta incluye la propiedad total, incluida la distribución ilimitada y los derechos de exhibición".

Seamos sinceros, para muchos la sensación tangible de un libro o de un cuadro no puede compararse con ninguna obra de arte digital. No obstante, una nueva generación de nativos digitales sí podría estar dispuesta a levantarse un día por la mañana y pujar por una ilustración de Lindsay Lohan, que ya están por 3.000 euros.

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