Los apasionados por el mango están de enhorabuena: Filipinas, uno de los diez principales productores de tan preciada fruta tropical, tiene un excedente de más de dos millones de kilogramos. Los agricultores locales no tienen demasiados motivos para la celebración, no obstante. La abundante cosecha, con pocos referentes recientes, ha provocado que el precio de la fruta se desplome. Y que en lugar de recogerla, resulte más rentable dejarla pudrirse en los árboles.
Caída. Su situación es dramática. En condiciones normales, los campesinos filipinos logran colocar sus mangos en el mercado a 148₱ (pesos) el kilo (alrededor de 2,5€). La inusual sobreabundancia veraniega ha provocado que su valor se hunda, cotizando hoy a 20₱ el kilo (poco más de 0,3€). La concentración de fruta proviene de Luzón, donde los agricultores han comenzado a colgar bolsas de mango en sus propiedades a disposición de todo el mundo.
¿Por qué? El Secretario de Agricultura filipino, Emmanuel Piñol, atribuye tan catastrófica situación a los vientos cálidos de El Niño. El mango produce su fruto durante la estación veraniega, cuando las temperaturas suben y la humedad se reduce. Un Niño de particular incidencia en el archipiélago habría producido una abundancia extraordinaria, si bien repetida con mayor o menor intensidad cada trienio.
Acción. Lo cierto es que el gobierno no sabe dónde meter tanto mango (dos millones de kilos equivalen a unos diez millones de piezas). La Secretaría de Agricultura ha iniciado la campaña "Metro Mango" para disparar el consumo en la gigantesca área metropolitana de Manila (24 millones de habitantes). El objetivo es vender más de un millón de kilos a lo largo del verano, limitando los precios a un máximo de 50₱ el kilo.
Las autoridades también impartirán cursos de cocina para aprovechar las infinitas posibilidades de tan jugosa fruta (aquí algunas recetas), y también plantean un festival del mango a finales de este mes.
¿Suficiente? Es una incógnita. Filipinas produce más de 800.000 toneladas métricas de mango al año (décimo productor mundial, muy lejos de la India, con más de 15.000.000 toneladas), pero logra exportar sólo un pequeño porcentaje. La industria agroalimentaria del país es deficiente en su procesamiento (desecado y otros), la vía más fácil de exportación, y sufre graves carencias en el tratamiento y conservación del mango fresco (lo que dificulta su salida).
Salidas. De momento, una firma japonesa ha prometido comprar 100.000 kilos de mango. Sólo restan 1.900.000. El gobierno, además, está acusando a algunas empresas nacionales de comprar fruta en países vecinos (como Camboya) y venderla como producto nacional, perjudicando a los agricultores campesinos. Es una crisis pública a gran escala que amenaza con llevarles a la ruina y con millones de mangos podridos.
Para colmo de males, el mango filipino, el carabao (70% de la producción anual) es uno de los más dulces y valorados en todo el mundo.
Imagen: Fikri Rasyid/Unsplash