El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha confirmado lo que desde hace meses se viene criticando. Aunque llevamos un par de años con varias crisis seguidas, los beneficios empresariales son más altos que nunca. Y esto no solo tiene un importante impacto, sino que es de hecho el principal motivo por el que la inflación sea tan alta.
Ni el coste de la energía ni el coste de los trabajadores. Tampoco los impuestos. La razón por la que la inflación es tan alta es, según describe el último informe europeo sobre la inflación, porque los empresarios buscan márgenes cada vez más altos.
El 45% de la inflación es debido a los elevados beneficios. En Europa, la inflación de mayo se situó en el 6,1%. Es inferior al pico del 10,6% de otoño del 2022, pero se observa que parece haber una especie de inflación persistente. Una inflación que no baja pese a que ciertos problemas van quedando atrás.
Según describe el FMI, el 45% de la inflación se explica por los crecientes beneficios empresariales. El coste de los materiales y las importaciones supone el 40% y finalmente el coste de los trabajadores el 25%.
Los salarios no se están actualizando tan rápido como las ganancias. Los beneficios de las empresas son un 1% más altos que antes de la pandemia, mientras que los salarios son un 2% inferiores, según datos del FMI ajustados previamente a la inflación. Aunque esto no significa que la rentabilidad haya cambiado así, según apuntan.
La explicación de fondo que da el FMI gira alrededor de los salarios. El motivo es que la actualización salarial es mucho más lenta que los beneficios empresariales, mucho más ajustados a la situación económica.
Y eso que ha habido bajada de impuestos. En un intento de frenar la inflación, los distintos gobiernos europeos han realizado distintas exenciones fiscales en múltiples sectores como el transporte o la energía. Esto, según describe el FMI, ha tenido un efecto deflacionario y ha ayudado a contener la inflación, aunque en un porcentaje mucho más pequeño que ni de lejos ha compensado.
De nada sirve subir salarios si luego se repercute en los precios. Un aviso que da el FMI es que aunque se suban los salarios de poco servirá si las empresas deciden subir precios para compensar.
Según el informe 'World Economic Outlook' de abril de 2023, para conseguir los objetivos de 2025 de la Eurozona, los beneficios empresariales deberían volver a los niveles de antes de la pandemia y los salarios subir un 4,5% durante los próximos dos años.
¿Cubrirse las espaldas o avaricia? Las motivaciones de este fenómeno pueden ser personales y depender de cada caso, pero el efecto generalizado está ahí y ha sido estudiado por distintos economistas desde que se detectó.
Ya a finales de 2021, la profesora de Economía, Isabella M. Weber, denunció en un artículo en The Guardian esta situación: "los márgenes de beneficios de EE.UU alcanzaron niveles no vistos desde las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. Esto no es casualidad. Las grandes corporaciones con poder de mercado han utilizado los problemas de suministro como una oportunidad para aumentar los precios y obtener beneficios extraordinarios".
Por estas palabras fue muy criticada desde las esferas neoliberales, pero dos años después, la principal organización monetaria mundial recoge esta idea.
En España los beneficios han crecido un 40%; los salarios un 3%. Según el balance del Banco de España de marzo de 2023, las empresas españolas vieron en 2022 como su negocio creció un 41,3%, con uno resultado ordinario neto que creció un 91,3% y la rentabilidad un 5,5%. En contraposición, el incremento salarial pactado en convenio hasta marzo ha sido del 3,06%.
Imagen | Xataka con MidJourney
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