Cuando Nintendo lanzó la primera versión de Pokémon a duras penas podía imaginar el éxito que terminaría cosechando tres décadas después. La saga es, con diferencia, la más exitosa de la historia de los videojuegos. Y más aún: no hay una sola franquicia comercial, ya provenga del cine o del merchandising físico, que haya amasado tantísimo dinero. Ni siquiera Star Wars. Ni siquiera Marvel. Pokémon es el producto cultural surgido del siglo XX con más penetración mediática de siempre.
Son palabras mayores. Su triunfo es particularmente arrollador cuando lo comparamos con otros videojuegos insertados para siempre en el imaginario popular. La segunda saga más popular de todos los tiempos, Mario, sólo ha sido capaz de generar una tercera parte del dinero cosechado por Pokémon pese a haber salido al mercado quince años antes. Con todo, sus 30.000 millones de dólares recaudados lo han convertido en una gallina dorada y en el emblema de Nintendo en muchos sentidos.
¿Quién más copa la parte alta de la tabla? Este gráfico elaborado por TitleMax ofrece un exhaustivo listado de videojuegos, ordenados de mayor a menor en función de su rentabilidad histórica. El top ten es un muestrario de iconos y figuras ya totémicas de la cultura universal: Call of Duty ($17.000 millones), Wii ($14.000 millones), Pac-Man y Space Invaders (los más antiguos, lanzados en 1980 y 1978) o Street Fighter ($11.000 millones) entre otros.
Son cifras que podrían quedar empequeñecidas ante el futuro inmediato de la industria, volcada en la producción de videojuegos "free-to-play", arrolladores ahora mismo entre las cohortes más jóvenes. Títulos como League of Legends, Maple Story o Fortnite se las han apañado para, pese a ser gratuitos, amasar ingresos por encima de los $8.000 millones y los $2.500 millones. Incluso franquicias como Candy Crush, destinadas exclusivamente al móvil, son muy rentables ($4.900 millones), quizá, quién sabe, por su capacidad para atender las ansiedades sociales de su tiempo.
En total, la industria del videojuego cosechó en 2020 más de 139.000 millones de dólares, un 12% respecto al año anterior, quizá fruto de las largas horas en soledad y en nuestros hogares que hemos pasado a causa del coronavirus. El peso de sus ingresos sigue recayendo sobre los free-to-play (78%), en una brecha contenida desde 2019 e impulsada, ante todo, por los juegos destinados al teléfono móvil. Números que constatan la escala global y multimillonaria de una industria, la del videojuego, siempre en permanente transformación.
Eso sí: pasan los años, pasan los videojuegos, y Pokémon sigue siendo el rey.
