Es la última frontera de las guerras culturales: el veganismo (o la barbarie). Y en esta ocasión el protagonismo ha recaído sobre Google: el gigante tecnológico ha decidido eliminar el huevo del emoji de su ensalada. Y lo que podría parecer una sabia decisión culinaria se ha transformado en una extraña, cómica polémica sobre los auténticos motivos de la compañía y sobre el daño que su decisión podría hacer a la poderosa (?) industria británica del huevo duro en ensalada.
Dentro locura.
¿Qué ha pasado? Esta mañana una de las diseñadoras de Google, Jennifer Daniel, explicaba que dada "la conversación sobre diversidad" e inclusividad abierta en el seno de la compañía (James Damore in memoriam), el rediseño de los nuevos emojis se llevaría por delante al huevo de la ensalada. Google era la única compañía que incluía tan extraño elemento en su particular emoji, y, al parecer, la decisión de lanzarlo al vertedero de la historia se basaba en el respeto a los veganos.
"Una ensalada más vegana e inclusiva", afirmaba Daniel, poco antes de mostrar las diferencias entre la ensalada original y la actualizada (vegan free).
¿Solo eso? No, claro. Automáticamente se ha desatado una tormenta cómica en las redes sociales que algunos han interpretado en clave humorística y que otros han utilizado para ejemplificar la insoportable dictadura de lo políticamente correcto. La renuncia de Google al huevo sólo reafirmaría la tiranía de las minorías sobre el libre derecho de cualquier ser humano a comer lo que desee, y su decisión simbólica serviría para refrendar el carácter meramente cosmético de las IdPol.
¿Y es así? No parece probable. Dada la recepción que su mensaje ha tenido tanto en los medios como en Twitter, Daniel se ha apresurado a afirmar que la decisión de liberar a su ensalada del huevo se basaba en las recomendaciones de Unicode, el todopoderoso Politburó del Emoji. Unicode, recuerda Daniel, pide que el emoji no sea más que "un bol de saludable ensalada, incluyendo lechuga, tomate y otros elementos de la ensalada como el pepino". Nada de huevo.
El huevo, simple y llanamente, debía morir.
¿Todo aclarado? Tampoco. El ruido ha llegado más lejos de lo que uno podía esperar y se ha instalado en la base de la peculiar pirámide alimenticia británica. Resulta que, alertada por la afrenta al huevo duro, The British Egg Council (sí, existe) ha llamado la atención de Google reivindicando tan ¿preciado? alimento en sus verdes platos. Según afirman, las ensaladas con huevo representan nada menos que el 5% de sus ventas nacionales. Retirarlo, a su juicio, es un sinsentido.
Especialmente si se trata de salvaguardar a los veganos.
¿Quién lleva razón? Dado lo absurdo de la polémica, que se inició como un chiste, nadie. Lo que sí representa es la importancia que los emojis han cobrado en nuestras vidas. El caso de la ensalada puede parecer ridículo, pero la lucha por incluir a todos los caracteres humanos en hasta cinco tipos distintos de piel y siempre doblando el género encaja a la perfección con el debate sobre representatividad e inclusión de nuestro tiempo. No hay escenario simbólico más común a toda la humanidad hoy en día que los emojis. La batalla por definir su forma y significado importa.
Y dicho esto, una ensalada sin huevo duro es una ensalada mejor. Ahora sólo queda esperar que Google reforme su ignominiosa paella.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario