Viaje en el horizonte, Google Maps al rescate. Acudir a una de las herramientas estrella de Google se ha convertido en un acto rutinario: ya sea empleando un geolocalizador y orientándonos en tiempo real, ya sea preparando nuestra ruta por carretera antes de partir, la utilidad y relevancia de Google Maps en nuestro desarrollado mundo está fuera de toda duda. Y está muy bien. Ahora bien, ¿qué hay de esas otras partes del mundo que no están tan desarrolladas?
Allí donde no llega Google, llegan otros. Y en esos lugares, su labor es más esencial.
El estado de Google Maps en el mundo
Pese a que Google Maps es a los mapas digitales lo que Google a los buscadores, hay muchos más, a menudo iguales o mejores que el servicio proporcionado por la empresa de Mountain View. Tenemos a Apple Maps; Bing Maps, la variante de Microsoft; Mapquest; Yahoo! Maps; varios servicios especializados en distintos países (Francia, Italia, Australia); y por supuesto, OpenStreetMap, proyecto colaborativo internacional, libre y editable.
La competencia es alta, pero Google Maps domina el mercado. Fueron los primeros a gran escala, cambiaron el mercado y han sabido evolucionar con el paso de los años. Allí donde tiene su público objetivo, Google Maps es imbatible. Ese lugar son los países occidentales.
El mapa de arriba muestra el estado de Google Street View en el mundo. Los países en azul oscuro están completamente mapeados y fotografiados por los coches de Google. Aquellos en azul claro sólo parcialmente. Naranja oscuro y claro: su incorporación a Street View está prevista, ya sea de forma oficial o no. Verde: tan sólo monumentos turísitcos o sitios de interés. ¿El resto, gran parte de Oriente Medio, la práctica totalidad de África, Centroamérica o la mayoría de Asia? Nada.
Google Street View, por ejemplo, ha fotografiado todo el mundo occidental. Sin embargo, ¿qué hay de Oriente Medio, la práctica totalidad de África, Centroamérica o gran parte de Asia?
Es cierto, tan sólo se trata de Street View, una herramienta que ha mejorado notoriamente el servicio que ofrece Google pero que no es tan esencial como los mapas en sí. Y ahí sí, Google puede presumir de tener mapeado casi todo el mundo. Sin embargo, en algunos países, en algunas ciudades, la información no pasa de superficial. Veamos qué dice Google Maps de Monrovia, capital de Liberia, en la costa atlántica africana, y qué dice su foto satelital.
Es lógico, por otro lado, dada la enorme complejidad de dibujar mapas allí donde la ordenación urbana es muy irregular y está en constante crecimiento. La población de África no deja de crecer, y la mayoría de ella lo hace en las ciudades, generando nuevos barrios y bolsas de población de forma constante y a menudo incontrolada. Parte de esa información no llega a Google Maps o a otros proyectos dedicados a mapear el mundo. Lo mismo sucede con zonas de remoto acceso.
Missing Maps: rellenar espacios en blanco
El ejemplo de Monrovia no era del todo casual. Liberia ha sido el país más afectado por la epidemia del ébola. Para luchar contra su propagación, las organizaciones humanitarias y sanitarias en la zona requerían de información de primera mano sobre las localizaciones de los distintos brotes. Necesitaban mapas exactos, que fueran más allá del dibujo de calles y que respondieran de forma detallada a sus necesidades. Allí apareció Missing Maps como respuesta a sus problemas.
¿Qué es Missing Maps? Un proyecto de OpenStreetMap íntimamente ligado a la idea de colaboración humanitaria con las organizaciones sobre el terreno en los países menos desarrollados, y por tanto más vulnerables. En este estupendo reportaje de The Guardian se ponen dos ejemplos de cómo funciona, para qué sirve y por qué es tan útil: el terremoto de Haití en 2010 y la ya citada epidemia de cólera en los países del golfo de Guinea africanos.
Su funcionamiento es simple.
A partir de una imagen de satélite, los voluntarios de Humanitariann OpenStreetMap Team (HOT) alrededor del mundo delimitan, marcan y catalogan los distintos edificios, avenidas y elementos que componen una ciudad o un pueblo. A partir de esta información, agentes sobre el terreno se dedican a añadir los nombres de las calles y de los edificios. Finalmente, toda esa información se vuelca en Internet de forma libre y editable, y es utilizada por organizaciones humanitarias.
La clave es la flexibilidad y la inmediatez. Missing Maps se moviliza en función de las necesidades. Si en Vitoria es irrelevante que Google Maps tarde más o menos en actualizar el callejero para incluir una nueva actualización, en otros lugares, mapear con rapidez salva vidas.
A partir de esta información, agentes sobre el terreno se dedican a añadir los nombres de las calles y de los edificios. Finalmente, toda esa información se vuelca en Internet de forma libre
Si quieres, puedes participar. En el Gestor de Tareas de OpenStreetMap hay un listado de proyectos pendientes, pequeñas tareas que requieren ser finalizadas de forma urgente. Muchos de ellos, actualmente, se centran en Nepal (por motivos evidentes tras el desastroso terremoto). Hay más, y centrados en muy distintos objetivos: carreteras en Guinea, edificios en Vanuatu (tras un ciclón), o un mapeo detallado de Juba, capital de Sudán del Sur (propagación del cólera).
Missing Maps está atento a cualquier necesidad para actualizar con celeridad y fiabilidad los mapas en las zonas vulnerables. Naturalmente, todo ello es de gran utilidad para las ONG, de modo que algunas, como Médicos Sin Fronteras o la Cruz Roja americana y británica, participan en el proyecto.
Open Cities: soluciones estructurales
Missing Maps no es el único proyecto parecido de semejantes características. Mientras este tiene un carácter urgente, Open Cities se centra en el largo plazo. Su objetivo es recopilar datos e información de distintas ciudades del sudeste asiático para contribuir a mejorar su crecimiento y a desarrollar un urbanismo sostenible en las nuevas barriadas de la ciudad. Al igual que en las grandes urbes africanas, aquí la población también crece con mucha rapidez.
El objetivo de Open Cities es recopilar datos e información de distintas ciudades del sudeste asiático para contribuir a mejorar su crecimiento y a desarrollar un urbanismo sostenible
Al margen de catástrofes puntuales, Open Cities se pone en contacto con universidades, empresas privadas, colaborades y agencias gubernamentales para recopilar datos y utilizarlos en beneficio de la planificación urbanística de un núcleo poblacional concreto. De momento, el proyecto se ha centrado en tres ciudades: Katmandú (Nepal), Dhaka (Bangladesh) y Colombo (Sri Lanka).
"El crecimiento y la alta densidad de población en las ciudades del sudeste asiático les continuará haciendo vulnerables a los desastres si el desarrollo no es manejado correctamente. Sólo a través de un claro entendimiento del peligro las comunidades pueden estar capacitadas para conseguir un desarrollo sostenible y resistencia contra los desastres", explican desde su web.
El mapeo colaborativo de estas ciudades, en estrecha colaboración con los vecinos y trabajando a pie de campo, unido al papel del Big Data, facilita el trabajo a las autoridades. En el caso de Dhaka, por ejemplo, uno de los trabajos se centra en la correcta catalogación de los edificios públicos para comprobar que sus estructuras son las adecuadas para el propósito con el que fueron construidas. Crucial, si pensamos en algunos de los desastres que han sufrido los bengalíes.
En Colombo, una ciudad de gran densidad de población, una de las tareas realizadas por los voluntarios de Open Cities consiste en trazar las rutas básicas de la ciudad. En Katmandú, un proyecto clave ha sido el de localizar y mapear toda la infraestructura sanitaria y educacional de la ciudad. En Europa lo tenemos por defecto: allí construirlo es algo más difícil.
De nuevo, HOT (OpenStreetMap) y la Cruz Roja americana participan en el proyecto. A ellas se unen algunas otras: el Banco Mundial, USAID o Development Seed. Y al igual que Missing Maps, Open Cities se centra en zonas vulnerables y poco desarrolladas.
De modo que mientras nosotros, en los países occidentales, damos por hecho que todo nuestro entorno está correctamente representado en los mapas del siglo XXI, aún hay zonas del mundo que requieren de algo tan básico como conocer la estructura urbanística de sus ciudades y de sus pueblos, de la localización de su centro de salud más cercano o del camino más corto y seguro a casa. Afortunadamente, no sólo Google Maps nos cuenta visualmente nuestra geografía.