El cacao afronta un repunte histórico de costes y un profundo desfase entre producción y demanda
Los precios del cacao superan el máximo que se mantenía desde hacía casi medio siglo
Ni el cacao se salva de la volatilidad que ha sacudido los precios de las materias primas durante los últimos años. Un cóctel de factores, en el que se mezclan el estado de las plantaciones, el clima y el propio mercado, está dando forma a lo que los economistas han bautizado ya como la "crisis del cacao", un fenómeno que se deja sentir de forma especial en la deriva de los precios. El cacao se encarece. Mucho. A niveles históricos. Y esa curva ascendente coincide además con un episodio de déficit inusual y un profundo desfase entre la oferta y la demanda.
Es la cara más agria del negocio más dulce.
Precios en escalada. No hay mejor forma de entender la crisis del cacao que echar un vistazo a los gráficos de su precio, situado hoy en valores históricos que no se veían desde hace al menos medio siglo. Hace unos días la agencia Bloomberg publicó uno actualizado que refleja con claridad su curva ascendente. Sus valores son de principios de este mismo mes, cuando la tonelada métrica superó los 5.500 dólares en Nueva York. El dato queda lejos de los 2.300 de septiembre de 2022 o los menos de 900 que llegaron a pagarse en 2000. De hecho ha roto el récord de la historia reciente, de 1977, cuando se cotizaba a algo menos de 5.000.
A principios de febrero los futuros del cacao de referencia en Londres escalaron a casi 5.900 dólares por tonelada métrica, un valor récord, y en Nueva York los futuros de referencia ICE alcanzaron un máximo de más de 5.800. El sector lleva ya meses viendo cómo la curva del precio se envalentonaba y hay incluso quien vaticina que el valor seguirá en escalada hasta duplicarse y alcanzar los 10.000 dólares la tonelada, si bien otros autores —como mostraba el columnista Javier Blas en un artículo reciente— cuestionan que se llegue a ese escenario.
… Y un déficit histórico. El del precio no es el único gráfico ilustrativo de la crisis del cacao. Otro tan o incluso más revelador es el que muestra el actual desfase entre la producción y el consumo. Los datos de la Organización Internacional del Cacao muestran una profunda brecha entre ambas que se ha agravado durante los últimos años pese al incremento de los precios.
Las estadísticas reflejan un déficit en 2022 de 216.000 toneladas y otro de 99.000 en 2023. Hay ya quien pronostica que en el actual rondará incluso las 400.000 toneladas, lo que marcaría el mayor déficit en los últimos 65 años. Incluso Reuters se hacía eco de un estudio que vaticina un déficit global para la temporada 2023/2024 de 375.000 toneladas, muy por encima de otra encuesta anterior, publicada en agosto. Para encontrar otro período con desfases tan prolongados hace falta remontarse a los años 60.
Subiendo, subiendo. Los datos de Statista muestran que la producción mundial del preciado material se ha incrementado de forma notable desde los 80, si bien el ritmo se ha mantenido más o menos estable en los últimos años. Durante la cosecha de 2022/2023 se recogieron cerca de cinco millones de toneladas de cacao en todo el planeta. En cuanto a la demanda, su volumen se ha duplicado en 30 años y el sector sigue teniendo nuevos mercados hacia los que expandirse.
Con los armarios vacíos. No es solo que consumo y producción vayan descompasados. El sector del cacao tampoco va especialmente bien servido de reservas. Los inventarios han caído a lo largo de los últimos años hasta situarse en cotas que, de nuevo, no se veían desde hace décadas. En el caso del stock, desde finales de los 70. La relación existencias-consumo podría caer esta temporada al 25%. Hace tres años rozaba el 42% y si echamos la vista un poco más atrás, a comienzos de los 90, encontramos porcentajes del 70%. La escasez de inventario influye también en los precios.
"El mercado del cacao ha experimentado un aumento notable en los precios. Esta temporada marca el segundo déficit consecutivo y se espera que las existencias finales de cacao disminuyan a niveles inusualmente bajos", explicaba ya en junio el analista Sergey Chetvertavock a la cadena CNBC, y avanzaba, dadas las previsiones sobre la mesa: "Creo que los consumidores deberían prepararse para la posibilidad de un aumento en los precios del chocolate".
Contagiando al chocolate. Chetvertavock no es el único que ha advertido sobre los riesgos para el chocolate. Hace poco BNN Breaking hablaba con Christopher Weck, propietario de una empresa de chocolate, que reconocía que el escenario se vuelve cada vez más complicado tras haber capeado la pandemia y la inflación. En su caso ya valoraba un incremento de precios si la situación no variaba.
El fabricante estadounidense Hershey también mostraba hace poco su perspectiva de que la demanda se desacelere entre los clientes con economías más ajustadas. La firma espera además que el alza de precios del cacao limite el de sus ganancias. En el chocolate influyen también el precio del azúcar, que experimentó una subida sensible en 2023, o manteca de cacao, que tampoco escapó al alza de precios durante el ejercicio pasado.
¿Y cuáles son las causas? La pregunta del millón. Estudiar el mercado mundial del cacao tiene una gran ventaja y es que permite centrar el foco en una región muy concreta del planeta: aunque hay importantes plantaciones en Ecuador, Brasil, Indonesiao Perú, buena parte de la producción mundial sale de África Occidental. Más concretamente de Ghana, Camerún, Nigeria y sobre todo —con un peso rotundo en el sector— de Costa de Marfil. Su producción de 2021 se valoró en aproximadamente 2.960 millones de dólares, lo que la sitúa a la cabeza en la clasificación mundial.
A la hora de buscar explicaciones los analistas han señalado las lluvias relacionadas con El Niño y sus efectos tanto sobre la producción como las enfermedades, incluida la conocida como "vaina negra", producida por el hongo Phytophthora y que se propaga con rapidez en condiciones de lluvia, humedad y temperaturas suaves.
"Para empeorar las cosas, las granjas han tenido dificultades para conseguir suficientes productos químicos para defenderse de los ataques. El patrón climático de El Niño podría crear desafíos más graves en el futuro, ya que normalmente provoca condiciones secas en toda África occidental", advierten los expertos de Bloomberg. En Trading Economics también apuntan que las condiciones climáticas en Costa de Marfil podrían retrasar el inicio de la cosecha y reducir su tamaño. Desde el inicio de la temporada, en octubre, los agricultores del país han enviado un 32% menos de cacao que durante el mismo período de la temporada pasada.
El sector, bajo la lupa. La climatología no es en cualquier caso el único factor que explica la crisis actual. Blas centra el foco también en el propio sector y sus características en África Occidental, con un peso relevante de los pequeños agricultores que hasta ahora han tenido que trabajar con precios bajos.
Ese escenario explica, entre otros factores, que la última ola de plantación de árboles en la región fuese de inicios de la década pasada, por lo que ahora esos ejemplares rondan los 25 años y han superado ya su mejor etapa, mostrando un menor rendimiento y mayor vulnerabilidad a las plagas. Las condiciones que afronta ahora el sector podrían suponer una oportunidad para Brasil o Ecuador.
Hay más factores en juego, desde luego, como decisiones políticas o regulaciones que afectan al sector. Por lo pronto, grandes fabricantes como Mondelez International o Nestlé ya advierten de que se avecinan subidas de precios.
Imagen | Rodrigo Flores (Unsplash) y Tetiana Bykovets (Unsplash)
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