Tupperware, el gigante del envasado hermético de polietileno tan famoso en tantas casas, está a punto de desaparecer. Bueno, en realidad el producto no, sino la marca que le puso nombre a esa caja de plástico a la que ya todos se refieren como Tupper. La "comida en Tupper" fue inventada por Earl Tupper, un químico estadounidense, en 1946, que presentó un envasado a prueba de aire y agua gracias a su tapa de doble sellado.
En aquel momento, la gente solía usar envases de vidrio y de cerámica, y a este nuevo contenedor se le tenía que extraer el aire para cerrarlo, así que no terminó de triunfar. Sin embargo, una mujer llamada Brownie Wise, que ya vendía productos de limpieza en fiestas caseras, añadió los productos de Earl a su catálogo, realizando demostraciones para atraer clientes y reclutando a otras vendedoras. Fue ahí que nacieron las míticas fiestas Tupperware. El producto se hizo de oro y hoy en España todos somos fans del Tupper cuando tenemos que comer en la oficina.
Pero todo ha cambiado. En 2023 la gente ya no tiene los mismos hábitos de consumo y la marca de 77 años, en busca desesperada de inversionistas, se enfrenta a un cierre inminente.
Lo cierto es que las acciones de la marca habían estado en caída durante años (solo el pasado lo hicieron un 90%), ya que el principal modelo comercial de la compañía de venta directa a los consumidores a través de agentes comerciales se ha quedado totalmente anticuado. El viernes, el fabricante señalaba lo que todos se temían: “Hay dudas sustanciales sobre la capacidad de la compañía para continuar como empresa en marcha".
Anunciaba que no tendrá suficiente efectivo para costear sus próximas operaciones y que está trabajando con asesores para encontrar financiamiento y mantenerse a flote. Además, la empresa está planeando despidos y revisando su cartera de bienes raíces en busca de posibles maneras de ahorrar dinero. Incluso la Bolsa de Valores de Nueva York advertía hace unos días que las acciones de Tupperware están en peligro de ser eliminadas de la lista por no presentar el informe anual requerido.
El negocio ha peleado duro en las últimas décadas con la competencia, pero ha sido un claro perdedor. Han tratado de reinventarse para atraer a clientes más jóvenes con productos más vistosos y de moda, pero lo cierto es que la marca ya no conecta con los consumidores más jóvenes, que nunca han oído hablar de las fiestas de Tupperware. Incluso los mayores que sí recuerdan sus días de gloria han cambiado. Para tener más visibilidad, también llegó a un acuerdo con el distribuidor Target el año pasado, pero no le ha servido de mucho.
La caída del titán del envasado
Tal y como explicaba el analista minorista y director general de GlobalData, Neil Saunders, en este artículo de CNN, hay varios problemas en juego, incluida una "disminución en la cantidad de vendedores y un retroceso de los consumidores en los productos para el hogar". El experto explica además que se encuentra en una posición precaria porque está luchando por aumentar las ventas y, debido a que tiene pocos activos, no tiene mucha capacidad para recaudar dinero: "La empresa solía ser un semillero de innovación con aparatos de cocina para resolver problemas, pero realmente ha perdido su ventaja".
Hay que recordar que la marca se hizo conocida en las décadas de los 50 y 60 por las llamadas "fiestas Tupperware" que se celebraban en casas particulares de gente pudiente. La empresa, de hecho, aún usa canales de comercio directo (los empleados ganan un porcentaje de sus ventas), además de vender productos en su web, pero la realidad es que la mayoría de clientes optan por comprar contenedores más baratos en Amazon o AliExpress.
Aunque la empresa experimentó un repunte durante los primeros días de la pandemia, también se vio afectada por los cierres en China por el Covid, que interrumpieron la distribución. Ya en marzo de 2022 comunicaron que su fuerza laboral se redujo en un 18% y advirtieron de que tendrían que restructurar su deuda una tercera vez, después de haberlo hecho ya dos veces a principios de ese año.
Para Tupperware, el reto estaba en luchar contra los costes crecientes de los intereses de sus préstamos mientras trataba de mejorar el negocio. Pero desgraciadamente, el tiempo ha dicho que el negocio es simplemente inmejorable.
Imágenes: Tupperware