El movimiento parece confirmar la alianza entre las dos naciones
Lo último que sabíamos de la guerra de Ucrania eran dos noticias muy distintas. Desde el bando ruso, Putin elevaba la voz anunciando la renovación de su doctrina nuclear. Un mensaje que no necesitaba mucha traducción para navegantes. Mientras, desesperada por la falta de medios para la guerra, Ucrania había adoptado una decisión radical: cultivar algodón. Ahora debemos añadir una nuevo e incierto capítulo a la escalada bélica: Corea del Norte ha hecho su aparición.
La noticia. Al parecer, un contingente de ingenieros militares norcoreanos ha sido desplegado para ayudar a Rusia a atacar a Ucrania con misiles balísticos, e incluso hay combatientes que operan en áreas ocupadas del país que ya han muerto, según altos funcionarios en Kiev y Seúl. De hecho, como le explicó una fuente en Ucrania al diario The Guardian, “hay docenas de norcoreanos tras las líneas rusas, equipos que apoyan los sistemas de lanzamiento de misiles KN-23".
La conexión rusa. El pasado mes de abril contamos la noticia: Kim Jong Un, el líder norcoreano, tenía nuevo juguete en el garaje: nada menos que una impresionante limusina blindada (muy parecida al Aurus Senat Limousine). Luego se supo algo más. El auto de lujo no era un capricho de Kim, era un regalo personal de Putin. Al parecer, en la visita del líder norcoreano a Rusia en septiembre del año pasado, el presidente ruso ya le mostró el interior de la limusina.
El envío por parte de Rusia se produjo en febrero, y el motivo que argumentó el Kremlin fue que a Kim Jong Un le gustó cuando la vió. Por supuesto, el obsequio no es baladí. Como informó posteriormente Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, "Corea del Norte es nuestro vecino cercano, por lo que pretendemos continuar desarrollando nuestras relaciones con ellos". De fondo: Estados Unidos y las acusaciones a Corea del Norte de suministro de proyectiles y misiles para la guerra en Ucrania, algo que negaron entonces tanto Pyonyuang como Moscú.
Caretas fuera. La noticia de hace unas horas parece aclarar un poco más el escenario. Ya el año pasado y tras la visita de Jong-un a Rusia se hablaba de vínculos cada vez más profundos con un acuerdo secreto de armas. Ahora, el diario The Guardian habla de envíos de municiones de Pyongyang que han resultado vitales para permitir que las fuerzas rusas avanzaran en una guerra de desgaste en el este de Ucrania en verano.
Sea como fuere, parece cada vez más claro que el acuerdo iba más allá del suministro de material. Ahora todo indica que los norcoreanos estaban entre los muertos después de un ataque con misiles ucranianos en territorio ocupado por Rusia cerca de Donetsk la semana pasada, según funcionarios surcoreanos y ucranianos, aunque no estaba claro si eran ingenieros militares u otras fuerzas.
La primera vez. De confirmarse, la Guerra de Ucrania adquiere otro cariz. Se sabía de la existencia de extranjeros luchando como mercenarios, pero si los norcoreanos están en el terreno de forma oficial, sería la primera vez que un gobierno extranjero envía tropas en uniforme para apoyar la guerra de Moscú.
Mientras, esta misma semana, el ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, dijo a los diputados en Seúl que era "muy probable" que se hubieran desplegado oficiales norcoreanos para luchar junto a los rusos, y varios habían muerto en el ataque, aunque no dio más detalles. Por suparte, Andriy Kovalenko, director del Centro para Contrarrestar la Desinformación de Ucrania, dijo que algunos norcoreanos habían muerto en Rusia.
Armas norcoreanas. Desde el bando ucraniano las noticias no hacen más que confirmar la presencia de norcoreanos en la contienda. El miércoles, el ejército ucraniano comunicó que había destruido munición norcoreana en un ataque a un depósito en la región de Bryansk, a 120 kilómetros de la frontera con Ucrania.
Se estima que Pyongyang ha proporcionado alrededor de la mitad de la munición de mayor calibre utilizada en el campo de batalla este año, más de 2 millones de balas, según una fuente ucraniana a The Guardian. También habrían proporcionado misiles KN-23 que se utilizaron en docenas de ataques en toda Ucrania el invierno pasado, según los medios ucranianos. Después de una pausa de varios meses, se desplegaron nuevamente a partir de julio.
El KN-23 es un misil balístico de corto alcance que se probó por primera vez en 2019 y se ha comparado con los misiles Iskander-M de Rusia. Se cree que tiene un alcance de aproximadamente 450 kilómetros cuando lleva una ojiva de 500 kg.
Imagen | Dominio Público, GoodFon
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