Las cenas de Nochevieja son, a veces, situaciones de alto riesgo por culpa de unos proyectiles veloces e imprevisibles llamados tapones de botellas de champán, o cava, o vino espumoso, como más rabia os dé. En cuanto nuestro cuñado se levanta de la mesa para abrir la primera botella de champán de la noche, nuestro instinto es protegernos la cara con las manos, por si acaso.
Pero hay una manera segura y controlada de descorchar cava sin desfigurar a ningún miembro de nuestra familia, ni dejar un pequeño cráter en el techo. Y la física puede ayudarnos mucho a ello. La combinación de dióxido de carbono, presión y frío explica por qué, si no lo hacemos bien, podemos acabar en los telediarios por haber "atacado" a la tía Martina con un corcho "disparado" sin control.
La física de las botellas de champán
¿Por qué el tapón de las botellas de champán acaba "lanzado" como si fuera a ponerse en órbita? Ese alambre dorado que sujeta el corcho no está puesto ahí sólo para darle un toque chic a la botella. En su interior hay dióxido de carbono (eso son las burbujitas), y ese gas ejerce presión hacia fuera sobre las paredes de la botella y sobre el corcho. El truco es no liberar esa fuerza sin control.
Porque, ¿cómo de rápido puede salir disparado dicho corcho? En Wired hicieron los cálculos y estimaron que el tapón de una botella de champán puede alcanzar una velocidad de unos 40 km/h. El equilibrio de fuerzas de la botella se rompe al abrirla, y ése acaba siendo el resultado. El principio detrás de este descorche es muy similar al de los cohetes caseros con vinagre y bicarbonato que se utilizan para que los niños vean cómo se comportan los gases.
En esos cohetes, se utiliza una botella de plástico con vinagre y bicarbonato de sodio. El dióxido de carbono que se genera en su interior ejerce presión hacia fuera y, cuando se quita el tapón de la botella, ésta sale disparada hacia arriba, como si fuera un cohete en miniatura. Y sin necesidad de pólvora ni de una reacción explosiva.
Por cierto, si os preguntáis si el corcho va más rápido que aquellos géiseres de Mentos y Coca-Cola Light que estuvieron tan de moda hace unos años, es bastant más rápido. Esos géiseres podían alcanzar, como mucho, una velocidad de unos 3 km/h.
Cómo abrir correctamente una botella de champán
Entonces, si no queremos animar la cena de Nochevieja con corchos despedidos sin control, ¿cómo podemos abrir una botella de cava de manera segura? Es muy fácil, si seguimos estos sencillos pasos.
La botella tiene que estar fría, a unos 6º. El gas tarda más en escapar de la botella abierta si ésta está fría.Para ello, debemos mantenerla en un cubo con hielo, y podemos añadir agua fría salada para acelerar el enfriado mientras estamos cenando. Cuando llegue el momento de servir el champán, éstos son los pasos que debemos seguir.
- Secamos la botella con un trapo para poder sujetarla bien, y la apuntamos lejos del resto de comensales, por si acaso.
- Quitamos el recubrimiento del corcho y sujetamos el cuello de la botella.
- Ponemos el pulgar encima del corcho y soltamos el alambre a su alrededor. No hay que girar el corcho, sino que hay mantenerlo sujeto.
- Ponemos un trapo sobre la botella, como precaución, y la inclinamos a 45º.
- Giramos la parte inferior de la botella con una mano mientras, con la otra, presionamos hacia abajo hasta que oigamos un ¡pop! Ya es seguro quitar el corcho y servir el champán.
Y a celebrar el año nuevo.
Imagen | Limerick6, Don Stewart
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