Las flechas de bronce encontradas en el valle del Tollense nos revelan nuevos secretos de la batalla
En la contienda participaron cientos de guerreros, incluidos combatientes llegados del sur
Quedan aún muchas dudas sobre quiénes combatieron, cómo se organizaron y exactamente qué les llevó a tomar las armas, pero los arqueólogos sí saben algo sobre la guerra que se libró hacia el año 1250 antes de nuestra era en el valle del Tollense, en el actual estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, al norte de Alemania: es una de las grandes batallas más antiguas de Europa. Sino la que más. Al fin y al cabo hace más de 3.000 años, a orillas del río Tollense, en lo que hoy es un tranquilo campo ribereño, pelearon allí a muerte cientos de guerreros.
La pugna aún sigue fascinando (y sorprendiendo) a los expertos.
Desenredando el misterio. Que el valle del Tollense, al norte de Alemania, fue escenario de una gran batalla en el siglo XIII a.C. no es una novedad. Hace más de década y media que los investigadores estudian los vestigios que quedan en la zona y a lo largo del río Tollense, donde han encontrado huesos de unas 150 personas, sobre todo hombres jóvenes, y fragmentos de armas de la Edad de Bronce.
Esas pistas han permitido a los arqueólogos hablar del "campo de batalla más antiguo de Europa". Al menos si nos referimos a grandes batallas. Ahora un equipo de investigadores de la Universidad Georg August de Gotinga ha tirado del hilo de la historia para mostrar hasta qué punto fue importante (y violenta) la lucha que se libró en el valle del Tollense hace más de 3.000 años, cuando se enzarzaron en la zona tanto combatientes locales como otros llegados de territorios del sur.
Lo que dicen las flechas. Para comprender mejor qué ocurrió en el valle del Tollense en el siglo XIII a.C. los arqueólogos de Gotinga se fijaron en un pequeño detalle, de solo unos centímetros: las flechas que se han ido rescatando a lo largo de las últimos años en la región alemana. Para ser más precisos, se centraron en los materiales y diseño de 54 puntas de bronce y otras 10 elaboradas con sílex.
A simple vista y si se comparan con los casi 12.000 fragmentos de huesos encontrados a lo largo del río y sus alrededores, las flechas podrían parecer una minucia. Pero eso es solo en apariencia. Tras examinarlas en detalle y compararlas con otros 4.700 proyectiles recuperados a lo largo de Europa Central, los expertos descubrieron que las flechas delatan un detalle fascinante de la batalla. Sus conclusiones acaban de plasmarlas en un artículo publicado en Antiquity.
¿Y qué han averiguado? Que la batalla de Tollense tuvo un carácter "suprarregional". El equipo de Gotinga no es el primero que estudia en detalle las flechas recuperadas en el campo de batalla, pero ha realizado una minuciosa labor de análisis y comparación con otros vestigios. Y su conclusión es clara: si bien las puntas de flecha de sílex con forma de corazón son "típicas" de la Edad del Bronce nórdica de la zona, las cosa cambia cuando hablamos de las piezas de bronce.
Entre las puntas metálicas hay modelos que se han localizado también en algunas sepulturas de la región, pero otros que claramente apuntan a un origen "no local" y presentan formas más propias de las que se fabricaban en las modernas Baviera y Moravia. ¿Qué significa eso? Que como cada vez parece más evidente, hace más de 3.000 años en el valle se enfrentaron no solo se enfrentaron grupos locales. Entre los combatientes había también guerreros llegados del sur de Europa central.
Al más puro estilo Sherlock Holmes. La batalla de Tollense se libró hace más de 3.000 años, pero su investigación se parece tanto a la que siguen los detectives para identificar a sus sospechosos, que los propios arqueólogos implicados en el estudio han bromeado con esa analogía. "Las puntas de flecha son una especie de 'pistola humeante'", comenta el autor principal del estudio, Leif Inselmann. "Al igual que el arma homicida en una novela de misterio, nos dan una pista sobre el culpable, los combatientes del valle de Tollense y cuál era su procedencia".
Despejando dudas. Podría argumentarse que la presencia de flechas de cierta zona no tiene por qué delatar la existencia de guerreros de ese mismo punto. Al fin y al cabo, ¿no podrían haber llegado esas flechas a la ribera del Tollense gracias a los comerciantes? ¿Y si las compró un guerrero local y luego las usó durante la batalla? Los expertos descartan esa posibilidad por una razón muy sencilla.
Las flechas que les han llamado la atención, con puntas con bases rectas o rómbicas, púas unilaterales y espiga puntiaguda, no han aparecido en sepulturas de la región. Y eso para los arqueólogos tiene una lectura clara: los lugareños no tenían acceso a ellas a través del comercio con el sur. Si llegaron hasta las orillas del río Tollense fue porque parte de los combatientes no eran de la región.
Entonces... ¿De dónde llegaron?. "Algunos tipos de puntas de flecha, especialmente aquellas con púas, provienen principalmente de una zona entre las actuales Baviera y Moravia en la República Checa", añade Inselmann: "Algunos de los combatientes proceden claramente del sur de Europa Central". En su artículo los expertos recuerdan que las piezas apuntan al mismo origen, el sur de Europa central, que se ha sugerido para otros vestigios de bronce hallados en el valle.
Desde que examinan la región los arqueólogos han rescatado miles de fragmentos de huesos de decenas de víctimas, algunos especialmente reveladores sobre lo que ocurrió en el campo de batalla, como un trozo de cráneo atravesado por una punta de flecha de bronce en la parte posterior; pero no han tenido tanta suerte con los cascos o armaduras metálicas de la época. Sí han encontrado restos de caballos y espadas, aunque los expertos creen que los arcos fueron "un arma crucial".
¿La batalla más antigua de Europa? La batalla del valle del Tollense es importante por varias razones. La primera, por dónde, cuándo transcurrió y cómo transcurrió. Los expertos creen que en la contienda luchó un contingente más que notable, de entre "muchos cientos hasta unos pocos miles" de guerreros. Cada vez hay más pruebas además de que, si bien la mayoría eran de la zona, había también gente del sur, lo que les permite señalar del carácter "suprarregional" del conflicto.
Con esos mimbres se habla con frecuencia del "campo de batalla más antiguo de Europa". Así la presenta el comunicado de Gotinga sobre los últimos hallazgos de su equipo. Con todo, ese es un título en disputa y sobre el que hay debate abierto. Hay quien plantea que la primera gran guerra europea ocurrió en la Rioja Alavesa, hace cerca de 5.000 años. Así lo indican según algunos investigadores los restos de 338 individuos encontrados en San Juan ante Portam Latinam, Laguardia. De ser así desbancaría a Tollense, aunque en ese caso se apunta a un conflicto "regional".
Conociendo la Edad de Bronce. Lo innegable es que la batalla del valle del Tollense nos ayuda a conocer mejor la Edad de Bronce, un período considerada hasta hace no mucho, recuerdan desde la Universidad de Gotinga, "una era pacífica" con un interesante comercio de cobre y estaño en Europa.
"El conflicto de Tollense se remonta a una época de grandes cambios, esto plantea preguntas sobre la organización de conflictos tan violento9s. ¿Los guerreros de la Edad del Bronce estaban organizados como una coalición tribal, como el séquito o como mercenarios de un líder carismático, una especie de ‘señor de la guerra’ o incluso como el ejército de un reino primitivo?", reflexiona Inselmann.
Imágenes | Georg-August-Universität Göttingen (Leif Inselmann, Stefan Sauer, Volker Minkus)
Para llegar a esa conclusión los expertos realizaron un trabajo casi detectivesco, comparando sus muestras con alrededor de 4.700 puntas de flecha recuperadas a lo largo de Europa Central.
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