El último contratiempo ucraniano pone aún más de manifiesto si la ayuda de Occidente no ha llegado demasiado tarde
Contaban varios analistas militares esta semana que la decisión de Biden autorizando a Ucrania a usar misiles de largo alcance, como los ATACMS, para atacar objetivos en Rusia, quizás llega demasiado tarde para causar un impacto significativo. ¿La razón? Rusia ha tenido tiempo de mover activos clave, como helicópteros y aviones armados con bombas planeadoras, fuera del alcance de los misiles, reduciendo así su efectividad. No es el único contratiempo para Ucrania. Las armas, literalmente, no les están funcionando.
Artillería defectuosa. Al parecer, el Ministerio de Defensa de Ucrania ha ordenado la retirada de hasta 100.000 proyectiles de mortero de 120 mm tras identificar serios defectos en su funcionamiento. Los proyectiles, fabricados por la estatal Ukroboronprom, presentaron fallos como explosiones erráticas, atascos en los lanzadores y cargas de pólvora húmedas que impedían su proyección adecuada.
Según los informes que se han hecho públicos, solo uno de cada diez proyectiles explotaba correctamente, y algunos incluso fallaban al salir del mortero.
Causas. Mientras se investiga, las autoridades atribuyen el problema a irregularidades en la calidad de fabricación o el almacenamiento. También se ha sugerido que las condiciones climáticas recientes, con mayor humedad, podrían haber influido en el manejo de la artillería.
Además, y a pesar de que el problema se limita a un lote específico por ahora, la magnitud del retiro de todas estas armas ha provocado críticas al sistema de control de calidad en la producción nacional de municiones.
Impacto estratégico. Es la otra pata en una situación tan extrema como un conflicto bélico. La retirada afecta directamente a la capacidad de defensa en un momento crítico de la guerra. La artillería es esencial para contener los avances rusos en el este, donde el desgaste y la alta demanda de recursos han sido constantes, más si cabe en las últimas semanas con las últimas ofensivas rusas.
El problema, además, complica la estrategia ucraniana, que ha dependido de la producción nacional para suplir la escasez de proyectiles causada por restricciones previas en la ayuda internacional. Plus: el incidente se suma a otros escándalos recientes en la adquisición de equipos militares, como el sobrepago por alimentos y ropa de baja calidad en años anteriores. De hecho, el Ministerio ha prometido reemplazar las municiones defectuosas por proyectiles importados, pero el incidente resalta la necesidad de fortalecer los procesos de supervisión.
La “ayuda” que llegó tarde. Lo contábamos al comienzo y enlaza con los 100.000 proyectiles. Finalmente, Biden aprobó el uso de misiles ATACMS para hacer frente a la ofensiva rusa, una decisión a la que le siguió el resto de aliados, pero también, quizás, una entrega tardía de armamento a Ucrania, una que posiblemente refleja ese patrón constante de titubeos por parte de Estados Unidos y sus aliados, y que subirá enteros con la llegada de Trump.
Lo cierto es que la decisión de Occidente, tardía, ha limitado la capacidad de Ucrania para planificar y ejecutar ofensivas decisivas. De hecho, soldados ucranianos han expresado frustración sobre ello, describiendo el apoyo como apenas suficiente para resistir, mientras que el presidente Zelenskyy ha señalado que estas limitaciones perjudican la capacidad de su país para responder efectivamente.
¿Qué pasará con Trump? Quizás es la gran pregunta para la previsible última parte del conflicto. Es público y notorio que Biden está acelerando la ayuda a Ucrania antes de la toma de posesión de Trump, quien a su vez ha sido crítico con el apoyo estadounidense al conflicto. Los analistas consideran que esta decisión tiene un enfoque más político que militar, buscando demostrar que Ucrania sigue siendo una inversión valiosa.
Sin embargo, los aliados de Trump han cuestionado la utilidad de las recientes medidas, y existe preocupación de que la nueva administración pueda presionar a Ucrania hacia compromisos desfavorables con Rusia para que termine de una vez por todas la invasión.
Estrategias a futuro. Así las cosas, y aunque os ATACMS aún pueden ser útiles para interrumpir la logística rusa (y norcoreana) en regiones como Kursk, los retrasos han restringido ese publicitado impacto potencial. A menos de dos meses antes de que el nuevo gobierno de Estados Unidos asuma el cargo, la posibilidad de una victoria militar significativa utilizando estos sistemas parece poco menos que una utopía.
Todo un galimatías para Ucrania, que se enfrenta ahora el desafío de mantener el apoyo internacional mientras intenta maximizar los recursos disponibles en un contexto incierto y de alta presión.
Imagen | Ministry of Defense of Ukraine
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