En España es mucho más probable encontrarse con una mascota que con un niño. Seis veces más probable, en concreto

España es cada vez más un país de mascotas. Y menos de niños. Lo reflejan con una claridad pasmosa las estadísticas, que muestran cómo —tras años de caída de la natalidad— hoy en día es mucho más fácil encontrarse en los hogares españoles con perros y gatos que con bebés. Hace poco El Mundo hizo cuentas para averiguar exactamente cómo estaba la proporción y le salió que por cada niño pequeño, de menos de cuatro años, hay ya seis animales de compañía. Más allá de lo curioso que pueda resultar el contraste, el dato es interesante porque nos habla de dos cuestiones clave para el futuro del país: reto demográfico y cambios sociales.

¿Qué nos dicen las cifras?

El 3,7% de la población. Eso es lo que representan a día de hoy en España los niños más pequeños, de menos de cuatro años. El INE calcula que en 2022 había en el país 1,8 millones de censados en esa franja de edad, entre cero y cuatro años. La cifra llama la atención por varias razones. Primero, porque supone una porción muy reducida del censo total, solo el 3,8%. Segundo, porque muestra una estampa bastante diferente a la de hace apenas una década y media. En 2011 había casi 2,5 millones de menos de cuatro años en España, el 5,2% de toda la población.

A la cola en fertilidad. Los datos de España no son preocupantes solo si se analizan con un enfoque histórico. Tampoco salen bien parados cuando se ven a la luz del contexto europeo, algo que nos permite Eurostat. Sus tablas reflejan que en 2022 España tenía una tasa de fertilidad —el indicador que muestra el promedio de hijos que tiene una mujer a lo largo de su vida— del 1,16, sensiblemente por debajo de la media de la UE, que se sitúa en 1,46, y de naciones vecinos, como Portugal (1,43), Francia (1,79) o Italia (1,24). En general, la tasa de natalidad española se desplomó cerca de un 40% en cuestión de una década y media.

No digas bebé, di mascota. El escenario es distinto cuando hablamos de mascotas. Al menos si nos atenemos a los datos de REIAC, la Red Española de Identificación de Animales de Compañía. Su último censo global, de 2023, habla de casi 10,2 millones de perros, 967.000 gatos y 52.000 hurones. Sus datos por comunidades autónomas son algo anteriores y contabilizan casi 10,5 millones de estos tres tipos de mascotas, en su inmensa mayoría (87,8%) canes. Son esas las cifras en las que se basa el análisis de El Mundo para estimar que en los hogares españoles hay unos seis animales de compañía por cada niño pequeño.

Un país de mascotas. Los datos del REIAC ofrecen una pista. Pero no es la única. Su censo se nutre de los animales de compañía registrados con microchip, una identificación que la Ley de Bienestar Animal exige para ciertas mascotas, incluidos los perros o gatos. Hay otras fuentes que estiman sin embargo que la población total de mascotas repartidas por España es bastante superior.

En 2022 Statista calculaba que solo gatos había 5,9 millones. Y su estudio habla también de "animales de compañía". ANFAC, la patronal de fabricantes de pienso, habla en general de más de 30 millones de mascotas: 9,3 millones de perros, 5,8 millones de gatos, 7,8 millones de peces, 5 millones de aves, 1,5 de reptiles y otros tantos de pequeños mamíferos. Si se tienen en cuenta esas cifras la desproporción entre mascotas y niños en España sería aún mucho mayor. El INE calcula que la población menor de 15 años de España apenas pasa de los 6,5 millones.

Ni una comunidad autónoma. El REIAC permite también bajar al detalle de cada comunidad autónoma, y en todas deja la misma lectura: no hay región en la que haya más niños pequeños que mascotas registradas con chips. Sin excepción. En Madrid por ejemplo el REIAC contabiliza algo menos de un millón de perros, gatos y hurones, frente a los 275.100 niños de menos de cuatro años registrados por el INE. En Andalucía las mascotas suman más de 2,2 millones en el REIAC, muy por encima de los 345.500 niños que aún no soplaron las cinco velas.

En el 43% de las casas. Hay más pistas sobre el peso que las mascotas han alcanzado en España. Algunos estudios hablan de que el 43% de los hogares tienen una —sobre todo perros y gatos—, que casi la mitad de los españoles conviven con un animal de compañía y un porcentaje aplastante los considera un miembro más de la familia. En la práctica, esos porcentajes se traducen en un cuantioso negocio que mueve al año miles de millones de euros. Y con una evolución al alza, además. Los datos de ANFAAC muestran crecimiento en todos los segmentos de negocio entre 2022 y 2023: los perros, gatos, alimentos secos y húmedos y snacks.

El de España no es un caso único. En Corea del Sur ya hay compañías que han dejado de fabricar carritos de bebé para apostar únicamente por los diseñados para canes y en China, donde las familias de las ciudades también empiezan a tener más macotas que hijos, las previsiones del sector son igualmente positivas, con tasas de crecimiento anuales del 8% en la industria del pienso y previsiones de facturación más que jugosas, que contemplan decenas de millones de dólares para 2030.

Más allá de las cifras y porcentajes. Si los porcentajes resultan interesantes no es tanto por su valor en sí, como por lo que nos cuentan sobre la sociedad y sus cambios. Tras la desproporción entre mascotas y niños en los hogares de España —igual que en los de otros países— se oculta en gran medida la caída de natalidad en España, que en 2023 alcanzó un nuevo mínimo histórico, con 322.100.

Como referencia, a principios de los 90 el número de alumbramientos pasaba de los 401.000 y en la década de 1970 llegaron a rozar los 680.000. Más allá de los cambios sociales y culturales que han afectado a la maternidad y paternidad, hay también factores económicos: un porcentaje significativo de mujeres que quieren ser madres, el 11%, no lo son u han preferido aplazar su decisión por motivos laborales o de conciliación que influyen también en el número de hijos.

Imágenes |Brytny.com (Unsplash), Rafaëlla Waasdorp (Unsplash) y Chewy (Unsplash)

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