Dos palabras definen a la perfección la climatología reciente de California, el estado más poblado y más rico de Estados Unidos: sequía e incendios. La primera es fruto de las cada vez más áridas condiciones del clima en la costa pacífica norteamericana: a unas escasas precipitaciones históricas hay que sumar el progresivo aumento de las temperaturas y, en fin, las evidentes consecuencias del cambio climático.
En una región como California, donde la vegetación, al igual que en España, prende con facilidad, la sequía siempre es el origen remoto de multitud de incendios. El pasado verano y el final del otoño fue uno de especial intensidad ígnea: más de 100.000 hectáreas se perdieron calcinadas por las llamas, cuyos efectos devastadores acabaron con la vida de 44 personas desde el mes de julio. Uno de los motivos es la cercanía de los fuegos a las poblaciones de la muy habitada California.
Pues bien, es diciembre y las llamas siguen acosando a los californianos. En esta ocasión, en Los Ángeles, donde ayer a esta hora se iniciaron no menos de cinco incendios que, virtualmente, rodearon en un círculo infernal (?) las concurridas salidas de la megalópolis. Tan cerca anduvieron los incendios de las autovías y carreteras angelinas que este usuario de Twitter grabó y subió un vídeo estremecedor.
Jamás 'Highway to Hell', la célebre canción de AC/DC, había sido tan literal. La autovía (la 405 dirección sur, como se indica en los comentarios al tuit) aparece ensombrecida por un horizonte grisáceo y por un monte sobre el que reposan los fuegos tardíos de una colina ardiendo. El resultado visual, sin embargo, es el de una montaña calcinada de la que brota una suerte de lava, generando un paisaje apocalíptico y, sí, de tintes infernales.
Si recuerda a la geografía de Mordor es porque, err, se le parece bastante. El vídeo fue publicado por la mañana, cuando @WLV_investor se dirigía a su oficina. "No es el típico trayecto al trabajo", escribió de forma escueta. A las horas, la inenarrable estampa se había convertido en un hit viral. A esta hora, acumulaba más de 33.000 retuits. No es difícil comprender por qué: el escenario era digno de otro planeta y de otra realidad, no de tu habitual mañana en el coche dirección a tu puesto laboral.
Más allá de Los Ángeles, el resto de California volvía a estar en llamas en un inédito diciembre de altas temperaturas. En Ventura, por ejemplo, el fuego se había propagado como para descontrolarse, según relata The Washington Post. Y alrededor de la importante autovía que conecta los 600 kilómetros entre San Francisco y Los Ángeles se podían divisar pequeños pero ubicuos focos. El "Crisis Map" de Google, la herramienta a través de la que es posible seguir en tiempo real los incendios, era un auténtico drama.
El de Ventura es de especial dureza. Ya se ha llevado por delante 12.000 hectáreas de terreno, y ha provocado el desalojo preventico de 27.000 personas (una tónica habitual de un tiempo a esta parte en la región). Se calcula que alrededor de 250.000 vecinos podrían verse afectados si las llamas continúan su curso, datos que ilustran la grave magnitud de las llamas. A esto, podemos sumar las tremendas imágenes que, como el vídeo de arriba, parecen extraídas de un planeta hostil y volcánico.
Los incendios actuales son estertores tardíos de la durísima campaña contra el fuego que California batalló durante el mes de octubre (similar por sus consecuencias y por lo inusual de sus fechas a los vividos en el noroeste peninsular). Entonces, California perdió 100.000 hectáreas y 8 millones de dólares en pérdidas y desperfectos. Los efectos fueron muy variados: desde la pérdida de importantes ecosistemas hasta una contaminación atmosférica perenne, fruto del denso, interminable humo propagado desde los incendios.
¿Por qué sucede esto? Al igual que en Galicia y Portugal, California reúne condiciones particulares que favorecen la proliferación de incendios. Este año, en particular, unos meses de invierno húmedos al principio de 2017 favorecieron el florecimiento de mucha planta joven, verde, fácilmente incendiable. Un verano extremadamente cálido y seco, en tónica con el resto del planeta, secó las plantas, que quedaron a merced de los vientes fuertos provenientes del norte. En tales circunstancias, una chispa bastaba.
Esa chispa es la acción humana. Negligencias y acciones voluntarias completan un cuadro de causísticas difícil de frenar. Más difícil aún cuando las condiciones ambientales son cada vez más duras.
Recordemos que estamos en pleno diciembre y que el invierno está a la vuelta de la esquina, y que pese a ello la totalidad de California aparece teñida de diversas manchas rojas indicativas de incendios. Cielos rojizos, paisajes del inframundo y colinas convertidas en pura ceniza: la nueva y habitual realidad a la que se han acostumbrado en California. Y que no predice nada bueno sobre la dirección del clima y de nuestros ecosistemas.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario