Los hombres más ricos del planeta son hoy un 27% más ricos que el año pasado. Este gráfico interactivo lo ilustra

Que dinero llama a dinero nunca ha sido más cierto que en este momento. Si ya se venía anticipando que, tras un breve bache derivado de los confinamientos en primavera, 2020 iba a ser el año de los megarricos, ahora sabemos cuánto ha sido así, y jcceagle lo deja claro en este espectacular gráfico.

Para empezar, aquí tienes el espectacular incremento: para los 10 multimillonarios del tope de lista mundial a principios de enero de 2021, sus riquezas han crecido 540.000 millones de dólares, un 27% con respecto al año pasado. La lista está dominada casi en exclusiva por dueños de empresas llamadas tecnológicas, y si sólo nos centramos en las ganancias que han hecho los empresarios tech estamos hablando de un incremento de un 44% anual de sus riquezas.

¿Ha habido perdedores entre los ricos?

Alguno ha habido. Warren Buffett, dueño de un cuarto de Apple, un décimo de Bank of América y muchas más, ha perdido un 2.7% de sus ingresos. Amancio, quien sería nuestro orgulloso representante patrio en la lista en el sexto puesto en 2019, se ha llevado el mayor varapalo viendo perder un 9.7% de su patrimonio, dado que la ropa y las tiendas físicas han sido dos sectores profundamente afectados. Carlos Slim (dueño del mayor operador de telefonía móvil de Latinoamérica, entre muchas otras inversiones) también ha caído.

Otro evento curioso: Jack Ma, presidente de Alibaba, se las prometía para convertirse en un riquísimo miembro del club, pero la cancelación de la oferta pública inicial que acordó el Gobierno chino después de que el empresario criticase al país le ha dejado en la estacada. En su lugar los chinos entran en el podio con Zhon Shanshan, dueño de la empresa de bebidas más grande de China y del gigante farmacéutico chino Wantai, un nombre prácticamente desconocido un año atrás que ha multiplicado su fortuna casi por 11 en 2020.

Desglosado, y teniendo en cuenta la evolución entre enero y diciembre, así ha sido el incremento en las fortunas gracias sobre todo a las acciones de las principales compañías de esta lista. De ella se desprende que el triunfo ha sido para aquellos con altas participaciones en los “disruptores” de la economía tradicional, empresas que ya preveían un cambio tecnológico y que han sido aún más impulsados gracias a la pandemia, la distancia social y los confinamientos forzados.

1. Jeff Bezos (Amazon) crece un 68.7% hasta 193.700 millones de dólares
2. Elon Musk (Tesla, Space X y demás) crece un 482.2% hasta los 160.700 millones de dólares
3. Bill Gates (Microsoft) crece un 16.3% hasta los 131.500 millones de dólares
4. Bernard Arnault (grupo LVMH) crece un 8.1% hasta los 113.800 millones de dólares
5. Mark Zuckerberg (Facebook) crece un 33.8% hasta los 104.800 millones de dólares
6. Warren Buffett (Berkshire Hathaway) decrece un 2.7% hasta los 86.900 millones de dólares
7. Larry Page (Google) crece un 27.9% hasta los 82.600 millones de dólares
8. Steve Ballmer (Microsoft) crece un 39.2% hasta los 81.000 millones de dólares
9. Sergey Brin (Google) crece un 27.6% hasta los 80.000 millones de dólares
10. Larry Ellison (Oracle) crece un 34.2% hasta los 78.800 millones de dólares
11. Mukesh Ambani (Reliance Industries) crece un 30.4% hasta los 76.400 millones de dólares
12. Francoise Bettencourt Meyers (L'Oréal) crece un 29.3% hasta los 76.300 millones de dólares
13. Zhong Shanshan (Nongfu Spring y Wantai) crece un 997.1% (¡!!!) hasta los 74.6 millones de dólares
14. Amancio Ortega (Inditex) decrece un 9.7% hasta los 68.200 millones de dólares

En cualquiera de los casos, hablamos de unas cantidades de dinero que nuestro cerebro, por mucho que pensemos que sí, no están hechas para comprender. La gente se volvió loca cuando este tipo hizo una visualización del dinero de Bezos frente a tus ahorros con granos de arroz, y en este artículo de julio del año pasado, cuando Musk aún no había destronado al dueño de Amazon, se explicaba que tú estabas más cerca de tener la riqueza de Musk que Musk de tener la de Bezos.

El apocalipsis en mitad de un mundo más justo

ONGs como Oxfam Intermón han señalado que en multitud de países desarrollados lo que ha ocurrido es que, mientras los milmillonarios se hacían más milmillonarios, las clases medias de estos países han ido menguando. En España, por ejemplo, hay casi 800.000 personas a punto de entrar en el umbral de pobreza severa, un incremento del 10.9%. Además, según el Banco Mundial, la pandemia habrá empujado a entre 88 millones y 115 millones de personas a la pobreza extrema en 2020, un cambio de tendencia después de décadas en las que la pobreza mundial disminuía.

Sin embargo, y por paradójico que nos suene, estamos en una situación en el que en el cómputo total de las cosas la desigualdad cae, y este año ha sido más rápido que nunca. Esto es así porque, mientras la gente del planeta del percentil más bajo está estancado, todos los que están entre el percentil 10 y el 60 están viendo un espectacular alza de sus ingresos de entre 70% y 80% en el último lustro. Hay 200 millones de ciudadanos chinos, 90 millones de indios y cerca de 30 millones de personas de Indonesia, Brasil y Egipto que ahora son “clase media”. Las “clases medias” de las potencias occidentales, eso sí, se quedan como están o decrecen. El gráfico interactivo que corona este artículo representa ya no al percentil 95, sino más bien al 99.999, y es ahí donde la trompa del elefante no para de ascender espectacularmente.

¿Burbuja?

Se lo preguntan Statista y el Instituto McKinsey, entre otros. Ese incremento de la economía financiera está yendo al menos parcialmente a expensas de la llamada “economía real” o economías de las rentas del trabajo más las inmobiliarias.

Ahora mismo la relación entre rentas financieras con respecto a la Renta Nacional Bruta de Estados Unidos es del 226%, es decir, que hay más de tres dólares en finanzas por cada dólar “real”. En apenas seis años el porcentaje de las rentas financieras era la mitad.

Otro dato a tener en cuenta es que el porcentaje de peso que las rentas del trabajo representaban sobre la economía total en 1950 era del 65.4% y en 2016 pasó a ser el 56.7%. Aún no ha podido medirse el efecto de estos últimos tiempos, pero la brecha habrá sido mucho mayor (todo esto también está ocurriendo en otros países como el nuestro, aunque la proporción no es tan salvaje, sobre todo en lo referente al peso de las finanzas sobre el resto de vida económica). Lo que es peor, es una tendencia que está creciendo a un ritmo de lo más alarmante, y como se señala ha precedido a las grandes explosiones de burbujas financieras. Por supuesto, ello no quiere decir que la economía vaya a colapsar porque también ha habido largos tiempos de incremento de las rentas financieras sin que nada explotase.