Hubiera sido mejor vender a Messi: las calamitosas cuentas del Barça tras quedarse con el argentino

El FC Barcelona atraviesa un momento gris en su historia. Como si de un mal sueño se tratara, el club culé, al igual que otros, ha visto su economía golpeada por el coronavirus. Una crisis que, en el caso de la entidad catalana, le ha llevado a realizar serios recortes en todas las áreas y a negociar una reducción de salarios con los empleados, incluidos los jugadores del primer equipo. Sin mencionar los 23 millones que Hacienda le reclama.

Económicamente hubiera sido deseable vender a Messi en verano.

Son nada más y nada menos las palabras del presidente del club, Carles Tusquets, en el balance económico que hacía sobre el equipo estos días. Más rotundo no pudo ser. Lo cierto es que el club azulgrana, además de haberse podido llevar un buen puñado de millones de euros por su fichaje, se habría ahorrado su milonario sueldo. Pero ese es solo uno de los muchos problemas que acechan ahora al club catalán.

Fichaje. El Barça no obtendría nada ahora de Messi si este decidiera irse en junio, porque tendría la carta de libertad. Aunque sí ahorraría los 100 millones de euros anuales que le cuesta al club. El pasado verano, en medio de todo el revuelo que se montó por su posible salida, la entidad perdió la posibilidad de embolsarse una buena suma. El Manchester City de Pep Guardiola, entre otros, estaba atento al desenlace de las conversaciones entre jugador y club.

Pero se quedó. Y eso, según el presidente, fue un mal negocio en el aspecto económico. ¿Cuánto dinero podría haber ganado el club con su venta? Aunque es un misterio, existen rumores de que el City envió al Barcelona en agosto una oferta de €200 millones (más otros 20 si ganaba la Champions), según la revista suiza L'illustré.

Salarios. Quienes también salen perjudicados de la debacle económica son los jugadores, quienes van a ver aplazados sus pagos correspondientes a enero (tienen dos pagos al año: enero y julio). Esto supondría dejar de pagar a inicios del 2021 un total de 172 millones de euros (incluido, claro está, el sueldazo de Messi). Se cumpliría el objetivo que se había propuesto el Barça: aplazar el pago de entre 170 y 180 millones de euros de masa salarial.

¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que el coronavirus le ha costado al club una reducción de ingresos de la escandalosa cantidad de 300 millones de euros en el presente ejercicio. También se han aplazado los bonus por títulos.

Hacienda. Para rematar la situación, Hacienda le reclama al Barça nada más y nada menos que 23 millones de euros, una cantidad ante la que el club se habría declarado insolvente (y que sigue siendo un cuarto de lo que cobra Messi). En total, la Agencia Tributaria reclama Barça casi €9 millones en concepto de retenciones por los rendimientos por trabajo de entre enero de 2012 y junio de 2015. A esta cantidad se suma una multa de otros €14 millones de euros como sanción por este impago.

Situación. Aún con todo, el club se muestra esperanzador. Quizás con la mirada puesta en un futuro libre de coronavirus. Lo cierto es que con solo abrir el Camp Nou, las tiendas y el Museo recuperaría unos €220 millones de ingresos sin muchas complicaciones. Aunque primero deberán reconstruir el estadio, que se está cayendo literalmente a pedazos. El presidente incluso bromeaba con la idea de que se le pudiera caer una parte del estadio al socio de turno en la próxima votación.

El presupuesto para las próximas elecciones ni siquiera llegará al millón de euros. Teniendo en cuenta que se hará en diez sedes, estará por debajo de la mitad del presupuesto adjudicado para las anteriores elecciones.

El problema. Pero la deuda del club sigue ahí. Y ronda la alarmante cifra de €820 millones, según el vicepresidente económico del Barça, Jordi Moix. Una cantidad que, con razón, hace que a los socios les parezca inoportuno asumir un macrocrédito como el que propone el Barça con Goldman Sachs para financiar Espai Barça: €725 millones a devolver durante 25 años a partir del 2025. Un coste que, en principio, se recuperaría con los beneficios extras que tendrá el estadio una vez remodelado.

Pero y si la pandemia continúa, ¿qué? ¿Pasaría el estadio a manos de un banco?

Balance. El Barça tendrá que hacer frente a una deuda más abultada en un escenario en el que la pandemia afecta a sus negocios tradicionales y en el que no cuenta con recursos para generar nuevas vías de ingresos. Primero, por el retraso en el proyecto Espai Barça (que llevará, por lo menos, más de cinco años culminar); y en segundo lugar, porque se queda sin cracks potenciales para vender esta temporada. Y sí con la hipoteca que supone Messi.

La situación es tan mala que varias empresas han pedido que el club entre en concurso de acreedores al no poder hacer frente a todas las deudas que tiene por delante.  Serán necesarios dos o tres años más para que la entidad consiga regresar a la casilla pre-covid. La pregunta es: ¿cómo generará ingresos el club cuando todavía azota la pandemia? Sin duda, dejar ir a Messi será necesario para que las cuentas empiecen a cuadrar.

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