Una de las ventajas del arte es su capacidad de manifestarse en diversos formas y formatos, donde la mente del artista determina lo que quiere plasmar y cómo quiere hacerlo, ya que se puede elegir una forma directa donde el espectador es capaz de identificar lo mostrado en la obra, o bien, hacerlo de forma abstracta, dejando que el espectador trate de descifrar lo que está viendo o lo que el artista quiso expresar.
El arte abstracto tiene muchos seguidores en el mundo, ya que posee una esencia basada en el debate y la deconstrucción de las ideas, que crean una obsesión en el espectador al grado de querer entender los elementos ocultos en la obra. Hoy tenemos dos ejemplos de esta corriente abstracta empleada a la animación stop-motion, que son un verdadero placer a los ojos y la mente.
Más allá de lo que ven nuestros ojos
Dario Imbrogno es un director italiano que trabaja de forma independiente creando anuncios para diversas compañías en el mundo, su especialidad es la animación y su obsesión es presentar ideas que la gente logre sentir más que entender, esto ha provocado que su trabajo haya sido reconocidos por diversas instituciones y premiado en algunos festivales.
Entre sus trabajos se destacan dos cortos donde el arte abstracto está presente en todo su esplendor. El primero de ellos lleva por nombre OTTO y en él nos presenta una animación creada a partir de espeluznantes criaturas de papel, que en el fondo son una forma metafórica de mostrar el rumbo natural de los acontecimientos y los efectos que provoca sobre los individuos.
El segundo corto ha sido bautizado como OSSA y aquí presenciamos un trabajo alucinante de animación, donde todo gira en torno a una bailarina marioneta que se desenvuelve sobre un inquietante escenario, donde todo parece indicar que sus movimientos son en contra de su voluntad, lo que lleva a que nuestra protagonista se destruya de forma dramática.
El valor de OSSA radica en esa naturaleza que pretende mostramos qué hay detrás de la marioneta como el mecanismo y su importante protagonismo, lo que hace que caigamos en el juego de creer que la marioneta es la protagonista, cuando en realidad todos los que están bajo las sombras son los responsables del ascenso y caída de esta bailarina.
Por supuesto es fascinante tratar de entender qué hay más allá de la simple muestra magistral de animación, pero como mencionaba al inicio, eso depende de cada espectador.
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