Polonia es uno de los países más fervientemente católicos del viejo continente. Alrededor del 85% de la población se declara practicante, y los valores religiosos y tradicionales impresos por el catolicismo tienen vigencia política. Gran parte del movimiento reaccionario polaco, hoy en el poder y sancionado por la Unión Europea, se ampara en los ideales católicos para proyectar una versión contemporánea del nacionalismo polaco.
En su particular cruzada, Harry Potter también ha caído.
¿Qué? Ha sucedido en Koszalin, ciudad ubicada al norte del país. Durante el pasado fin de semana, el sacerdote de una pequeña parroquia local decidió cavar un hoyo y prender una pira con diversos elementos acusados de "magia" y "brujería". Entre máscaras africanas y réplicas de Buda se encontraba un libro de Harry Potter, sospechoso por su supuesto contenido diabólico. La foto terminó en Facebook, donde se hizo viral.
¿Por qué? Los estamentos más conservadores de la jerarquía eclesiástica siempre han recelado de la literatura mágica y juvenil. Harry Potter es objeto de debate en numerosos fotos cristianos. El problema, obvio, es la magia, denunciada como un instrumento satánico en algunos pasajes de la Biblia. Las principales resistencias provienen de las sectas evangélicas, más radicales en su interpretación del Nuevo Testamento.
No es un fenómeno aislado de la cristiandad. Otras religiones también han denunciado las novelas.
Polonia. El caso polaco es significativo, porque retrata las dos caras de un país partido por la mitad. Por un lado, la Polonia católica, nacionalista y rural que alcanza su representación paroxista en la cruzada anti-Harry Potter. Por otro, la Polonia cosmopolita, liberal y urbana que ridiculiza la pira en los comentarios de Facebook, asociándola a las persecuciones ideológicas de los nazis.
También se incluyeron ejemplares de Twilight. El cura en cuestión ha prendido el libro recitando pasajes del Deuteronomio:
Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios.
La reacción oficial. La quema del sacerdote resulta paródica. Wojciech Parafianowicz, portavoz de la diócesis local, la ha desacreditado al considerarla "errónea". Al mismo tiempo, sin embargo, considera que tanto la magia como el ocultismo tienen "una mala influencia en la vida humana". Es una condena de la acción pirómana del cura, pero no tanto del sustrato ideológico que la propulsa.
Magia y religión. Con todo, lo más llamativo de la noticia es la fecha: 2019. La quema de libros no forma parte de la actualidad europea. Lo que no significa que los conflictos entre catolicismo y magia terminen en Harry Potter: desde las novelas de Tolkien hasta otras formas de fantasía, pasando por el secular Index Librorum Prohibitorum. La iglesia siempre ha censurado una parte del conocimiento o de la creación artística.
Lo sorprendente es que hoy una parte marginal de la batalla se libre contra novelas tan poco problemáticas como Harry Potter.
Imagen: Matt Dunham/AP
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