Tristes noticias ocupan estos días las portadas de todos los periódicos. En menos de un mes, las llamas de varios incendios han devastado más de 60.000 hectáreas en la provincia de Zamora. Para que os hagáis una idea: la zona calcinada es 29 veces más grande que la que cubrió el volcán de La Palma. Y cuatro veces más grande que la propia isla entera. El incendio en Losacio ya es el más grande de la historia de España y el de avance más rápido de la historia del planeta desde que se tienen registros.
Las cifras. Son devastadoras. El programa europeo Copérnico ha cifrado en 36.000 las hectáreas que se habrían quemado sólo en el incendio de Losacio, en Zamora. Una catástrofe que incluso es peor si le sumas las casi 25.000 que borró del mapa el incendio de la Sierra de la Culebra en la misma región. Se ha batido el récord de las 34.290 que se quemaron en el incendio que arrasó Minas de Riotinto (Huelva) en 2004.
Baile en las mediciones. Durante semanas, el baile de cifras ha sido constante. El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, comunicó que el incendio de Losacio sería de "más de 20.000 hectáreas". Más tarde, la cuenta oficial de Twitter de Medio Ambiente, Naturaleza Castilla y León, se hacía eco de la medición de Copérnico con las 36.000 hectáreas arrasadas. Un caos de cifras que pone en evidencia la falta de precisión en los cálculos en caso de incendios.
El fuego más veloz. Devoraba 10.000 hectáreas en 4 horas. Esto lo convierte en el más rápido de la historia. "Un fuego inextinguible", según relataban los bomberos de la zona, que se alimentaba del monte y las altas temperaturas. Al parecer, un rayo fue culpable de semejante desastre. Hasta 35 incendios (la mayoría casi extinguidos), avanzaban por doquier con vientos de 40 kilómetros/hora que complicaban la situación. Dos personas fallecieron en un suceso "nunca visto" en la región.
Siete de cada diez hectáreas quemadas están en Zamora. El 73% del territorio quemado en nuestro país se encuentra en ese territorio. En lo que va de 2022, la superficie quemada por incendios forestales en España ya alcanza las 81.866 hectáreas. De este número brutal, más de 60.000 hectáreas son de los dos grandes incendios en Zamora, según Copernicus. Un desastre de proporciones bíblicas.
El peor año en superficie arrasada en tres décadas. Las olas de calor son el detonante perfecto para que se desaten grandes incendios forestales. Las dos que ha vivido España en junio y julio lo demuestran. En lo que va de año, los datos de los satélites muestran la destrucción de 200.000 hectáreas. La ola de calor de junio ya duplicó la devastación: la cifra de Transición Ecológica pasó de 25.000 a 73.000 hectáreas. Casi el triple. Luego llegó la ola de calor de julio y ahora estamos donde estamos.
Basta decir que el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) indica que este 2022 está siendo la peor temporada de fuegos desde la puesta en marcha del sistema en el año 2000.
Cambio climático. Los motivos por los que hay cada vez más riesgo metereológico de incendios es el clima extremo. Sean altas temperaturas, sequía o viento, estas temporadas de condiciones excepcionales están produciendo más incendios devastadores. Y si tenemos en cuenta que las olas de calor se han vuelto mucho más comunes e intensas, ya sabemos lo que nos va a deparar el futuro. Y sí, la alteración del clima se produce por la huella humana.
Incendios de gran intensidad. Las grandes dimensiones de lo que se vive en Zamora, Cáceres o Lugo avisan de un problema que se agranda en los últimos años en España. Tal y como se comenta en este análisis de eldiario.es vivimos un auge de los grandes incendios forestales (de más de 500 hectáreas). Es decir, pocos, pero devastadores. Y el gran inconveniente es que ahora se propagan más. Según los datos, de media cada gran fuego abrasa casi el doble de monte que hace 30 años.
Imagen: GTRES
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