Nusantara avanza de forma visible para tomar el relevo de Yakarta, una urbe colapsada que se hunde poco a poco
Si los planes de Joko Widodo, alias "Jokowi", presidente de Indonesia, siguen como hasta ahora su país será bastante distinto en unos años. Al menos a nivel administrativo. En 2019 Widodo lanzó un ambicioso proyecto para desplazar el centro institucional y político de la república 1.300 km al norte, lo que implicará trasladar la capital de su ubicación actual, en Yakarta, a Nusantara, en Borneo. El cambio no será sencillo. Y no solo porque el futuro centro neurálgico de Indonesia sea una ciudad aún en obras. Además de levantar la metrópoli, el Gobierno de Widodo necesita convencer a sus compatriotas para que se muden allí.
Y para lograrlo ha decidido echar mano de influencers.
Adiós Yakarta, hola Nusantara. La decisión de crear una nueva capital no goza de un consenso general en Indonesia, pero el Gobierno encabezado por Joko Widodo tiene buenos argumentos para defenderla. En concreto maneja uno de peso: el actual centro administrativo, Yakarta, en la isla de Java, se hunde. Literalmente. A un ritmo estimado de unos 7,5 centímetros al año.
El aumento del nivel del océano, la expansión urbana y la extracción de aguas subterráneas ha dejado en una situación complicada la metrópoli, que suma en el conjunto de su área cerca de 30 millones de habitantes y está marcada también por la congestión y su orografía, con el 40% de la ciudad situada bajo el nivel del mar.
Planes. Con ese telón de fondo, en 2019 el Gobierno de Widodo anunció sus planes de desplazar el centro administrativo de la nación, una idea que llevaba sobre la mesa desde hacía décadas. Y si una decisión de tal calado siempre supone un desafío, en su caso el movimiento se complicaba aún más por un factor clave: la capital no se mudaría a ninguna otra gran ciudad de Indonesia, sino a una aún en obras, que requerirá además una inversión de decenas de miles de millones de dólares.
Nueva capital en Borneo. La nueva capital, Nusantara, se ubicará en la isla de Borneo y su objetivo es convertirse en un polo esencial para Indonesia, hogar del "centro neurálgico" del Gobierno, pero también de varios clústers estratégicos. El informe que dedicó al proyecto hace unos meses el ICEX da una idea clara de sus dimensiones y cómo será la organización territorial de la futura metrópoli.
La idea es que su área estratégica nacional comprenda 256.100 hectáreas, la de desarrollo sume 200.000 ha, lo que es propiamente Nusantara ronde los 56.200 ha y el centro de gobierno se expanda a casi 6.600. Al menos sobre el papel, prevé dedicar un amplio porcentaje a espacios verdes y transporte público, además de apostar por las energías renovables y el objetivo de las cero emisiones netas.
Con avances visibles. Nusantara es sin embargo mucho más que cifras, porcentajes y teoría. La construcción de la nueva capital arrancó en julio de 2022, en una zona de bosques y plantaciones, y desde entonces las obras han avanzado a un ritmo visible. Así lo ha constatado la NASA, que hace tres meses tomó una serie de imágenes satelitales que muestran con claridad los cambios en la región, donde ya se aprecian las carreteras y edificaciones cerca de la bahía de Balikpapan.
Avanzando. "En la imagen de 2024 el suelo ha sido expuesto para una red de carreteras excavadas en el bosque —detalla el organismo—. Según el sitio web del proyecto, la fase inicial de desarrollo incluye la construcción de instalaciones gubernamentales y otros edificios para la población inicial prevista de 500.000 personas". El plan de sus impulsores pasaría por que haya miles de funcionarios instalados en la ciudad este mismo otoño, si bien las obras en su conjunto no finalizarán hasta 2045. El objetivo de Widodo sería de hecho celebrar en Nusantara el 79º aniversario de la independencia de la República, una ceremonia prevista para el 17 de agosto.
Echando mano de influencers. No todo lo que se ha podido ver durante los últimos meses en Nusantara son operarios, arquitectos, funcionarios y políticos. En septiembre Widodo invitó a un grupo de influencers para que lo acompañasen durante un recorrido por la futura capital. Su objetivo: dar visibilidad al proyecto y reforzar el atractivo de una ciudad llamada a jugar un papel clave en Indonesia.
Como cita el comunicado lanzado por las autoridades indonesias tras la visita, la idea es que la futura capital "pueda ser conocida por toda la comunidad" y tumbar "las falsas suposiciones y bulos" sobre el proyecto. Otros expertos apuntan que uno de los objetivos de recurrir a influencers es atraer a población joven de Yakarta o Java y que se sientan más motivada a la hora de trasladarse a Nusantara.
"La ciudad más inteligente del mundo". El resultado son vídeos como los publicados por Jerhemy Owen, que suma 3,1 millones de seguidores en TikTok y destacaba poco después de la visita que Nusantara "será la ciudad más inteligente y ecológica del mundo"; o el de Baim Paula, con 21,3 millones de suscriptores en su canal de YouTube. Durante el tour, influencers y creadores pudieron visitar in situ algunos edificios y escuchar las explicaciones de boca del propio presidente.
"Esperamos que los influencers puedan participar en la difusión de información sobre Nusantara", recalca Usaman Kansong, del Ministerio de Comunicaciones, en declaraciones recogidas por Rest of World. "La meta es aumentar el conocimiento del público y crear una actitud positiva hacia la mudanza a la capital". El intento no parece haberles salido del todo mal. En los comentarios de las piezas pueden verse mensajes de apoyo de Widodo, aunque también hay quien muestra su escepticismo o directamente critica a los influencers por sumarse al discurso oficial.
Ni nuevo, ni libre de polémica. La decisión de Indonesia quizás resulte llamativa, pero no es nueva. El país no es el primero en reubicar su capital, algo que ya hicieron en el pasado Brasil, Nyanmar o Nigeria. En Egipto también toma forma un nuevo centro neurálgico administrativo a 50 kilómetros del Cairo. En el caso de Nusantara, la medida no está libre de polémica. Las encuestas de Indikator Politik Indonesia muestran que el proyecto dista mucho de generar consenso.
Hay voces críticas además sobre el impacto de las obras en el entorno —y el que podrá tener la propia deforestación del entorno en el futuro de la metrópoli— o las presiones que habrían sufrido los indígenas para que salieran de sus tierras. Otro de sus grandes desafíos es la financiación del proyecto, que exigirá la movilización de miles de millones de dólares con un peso clave de la inversión privada.
Imágenes | Nusantara Capital Authority Public Relations, NASA Earth Observatory
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