Los vientos del invierno demográfico soplan con más fuerza y son más fríos en tierras asturianas. Así lo reflejan los últimos datos del INE, que en un escenario poblacional complejo, con más defunciones que nacimientos y un balance que se salva de los número rojos gracias a la inmigración, muestran que el Principado es la región de España que más verá adelgazar su padrón a lo largo de las próximas décadas. No solo eso. El escenario que pinta para 2038 le asigna la tasa bruta de natalidad más baja del país y el índice de envejecimiento más elevado.
Los datos hablan. Y lo hacen con claridad.
La barrera psicológica del millón. Las proyecciones de población que acaba de publicar el INE son claras. Con las cartas demográficas que tiene ahora mismo, Asturias llegará a 2039 con un 4,1% menos de población. El dato es relevante por dos motivos, uno en clave nacional y otro interna. El primero es que supondría la mayor pérdida de población del país. Al menos en términos porcentuales la única comunidad autónoma que se le acerca es Extremadura, que registrará —si los datos del INE se cumplieran, claro— una pérdida de población del 3,4%.
El segundo motivo es que alejará al Principado de la barrera del millón de empadronados, una marca psicológica que aporta la mejor metáfora de su deriva demográfica. El INE muestra que entre 2002 y 2022 la región se ha mantenido por encima de esa cifra, si bien cada vez con menos margen. En 2022 incluso llegó a apuntarse que la comunidad había dejado de tener un censo de siete dígitos.
Sea o no así, las cifras del INE son claras: en 2009 la región acogía a 1.085.289 censados, en 2021 eran 1.011.792 y a comienzos de este año sumaban ya 1.008.874. Si las previsiones del INE dan en la diana, en 2039 ese censo estará sensiblemente alejado del millón de habitantes. Para ser precisos se quedará en 967.238.
Suma y sigue de indicadores. No son los únicos indicadores que pintan un escenario demográfico complicado en Asturias. El panorama que acaba de trazar el INE la sitúa como la región con menor tasa bruta de natalidad del país, mayor tasa de mortalidad, el menor saldo vegetativo y a la cabeza en índice de envejecimiento.
En el caso de que el observatorio estadístico acierte, lo que depende en gran medida de que se mantengan la tendencia actual, en década y media solo el 8,33% de la población del Principado tendrá menos de 15 años, porcentaje que ahora ronda el 10%. Para 2039 alrededor del 35,6% habrá cumplido los 65 años, sensiblemente por encima del porcentaje actual, que se sitúa en el 28%.
Hogares unipersonales. El INE aporta otro indicador interesante: el de los hogares unipersonales. Y Asturias vuelve a ocupar un lugar destacado. Según sus proyecciones, será la segunda comunidad autónoma de España con mayor peso de este tipo de casas. Supondrán el 40,5%, porcentaje que solo superaría Castilla y León (41,9%). A poca distancia se situaría Extremadura, con un 38,3%.
Otra lectura que deja el INE es que Asturias tendría dificultades también para apoyarse en la migración, el salvavidas demográfico del país. Su saldo migratorio exterior es el segundo más bajo de las autonomías, por detrás de Extremadura.
Objetivo: evitar el pinchazo. Si bien el dibujo del INE resulta significativo, el "reto demográfico" no es una novedad en Asturias. En otoño de hecho el Gobierno aprobó el proyecto de Ley de Impulso Demográfico, que combina medidas de activación económica y cohesión para "revertir la pérdida de población".
"El Gobierno del Principado incluyó medidas específicas para contener el declive demográfico en Asturias, la comunidad más envejecida de España, en todos los presupuestos de la última legislatura […]. El proyecto de ley responde a la misma estrategia, pero con un planteamiento más amplio y ambicioso", precisaban desde el Ejecutivo regional, que trazó varias líneas de actuación, incluida el fomento de la conciliación o una clasificación de concejos por riesgo de despoblación.
Más allá de Asturias. Asturias no es la única región que perderá habitantes durante la próxima década y media . Mientras Baleares o Comunidad Valenciana crecerán cerca de un 19%, Extremadura anotará un descenso del 3,4% y Castilla y León del 0,7%. Más allá del dibujo de cada autonomía, el INE traza un panorama de crecimiento general en España que le permitiría superar los 53,7 millones de habitantes en 2039 y alcanzar los 54,6 millones en 2074, casi seis millones más que ahora. Claro está, eso en caso de que se mantenga la tendencia actual.
Si el país verá engrosar su padrón será gracias a la llegada de gente de otros países. Sin ellos el motor demográfico estaría sencillamente gripado pese al aumento de nacimientos previsto entre los años 2024 y 2042, como subraya el INE.
"El progresivo aumento de las defunciones, superior al número de nacimientos, daría lugar a un saldo vegetativo negativo durante todo el período proyectado. Este saldo vegetativo sería superado por el migratorio positivo en la mayor parte de los años del período, lo que provocaría, en balance, un aumento de población. Este aumento se debería, por tanto, exclusivamente a la migración internacional".
Un país en cambio. Más allá de las cifras y porcentajes, las previsiones del INE anticipan cambios relevantes en la sociedad española. El primero tiene mucho que ver con el flujo migratorio. Su relevancia para el crecimiento de España hará que la población nacida en el país caiga poco a poco hasta representar el 61% dentro de medio siglo. Ahora supone el 81,9%. Otra variación crucial es la de las edades: la franja de españoles con más de 65 años ganará un peso notable. Del 20,4% que alcanza ahora pasará a representar un máximo del 30,5% en torno a 2055.
"De mantenerse las tendencias actuales, la tasa de dependencia (cociente, en tanto por ciento, entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) también alcanzaría un máximo en torno a 2052 (del 75,3%), para ir bajando paulatinamente a partir de entonces, hasta el 73,9% en 2074".
Imágenes | Jorge Franganillo (Flickr) e INE
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