Italia se ha convertido en el epicentro de una crisis que amenaza con paralizar a Europa. El gobierno de Giuseppe Conte decretó el pasado fin de semana el confinamiento de más de 16 millones de personas en sus respectivas regiones. Una cuarentena masiva, con el único precedente de la establecida por China meses atrás, con el objetivo de detener los contagios y limitar al máximo el impacto del coronavirus en la población.
¿Es cuestión de tiempo que medidas similares lleguen a España y otros países? Lo averiguaremos dentro de unos días. Por el momento, el coronavirus ha logrado vaciar de personas el centro de las principales ciudades italianas. La cuarentena afecta a algunas de las regiones más populosas y visitadas de Italia, como Lombardía o el Véneto. Sin colegio, con teletrabajo, sin aglomeraciones públicas, son regiones silenciosas.
En ningún otro lugar se aprecia de igual modo como en las grandes ciudades. Milán, la capital económica del país, ha cerrado a cal y canto comercios y espacios públicos de gran afluencia. Venecia se ha vaciado de turistas, en un desplome de reservas superior al 30% que amenaza con hundir el sector en un país, Italia, al igual que España, muy dependiente de la afluencia de visitantes.
Incluso Roma, más al sur y en una región no afectada por las medidas más restrictivas del gobierno, ha sufrido un destino similar. No se trata únicamente de los partidos de fútbol disputados a puerta cerrada o de la cancelación de las pruebas ciclistas más importantes del calendario. Se trata de que las grandes ciudades italianas, tan bulliciosas, tan intensas, tan echadas a la calle, se han convertido en lugares solitarios.
Una estampa inédita de la que dan fe estas fotografías.
Un milanés pasea con su bicicleta por una calle vacía. (Maurizio Maule/IPA)
El centro de Milán, sin vida. (Maurizio Maule/IPA)
Allí donde el tráfico lo dominaba todo, hoy sólo hay quietud. (Maurizio Maule/IPA)
Las imágenes de Roma son calcadas. (Luigi Mistrulli/IPA)
Del bullicio al vacío. (Luigi Mistrulli/IPA)
Incluso en los alrededores del Coliseo, tradicionalmente ajetreado, el gentío era muy menor. (Claudio-Sisto/IPA)
En Venecia, lo nunca visto: gondoleros sin oficio. (Vantage/GTRES)
Calles sin turistas. (Vantage/GTRES)
Y restaurantes sin comensales. (Vantage/GTRES)
Nadie por aquí, nadie por allá. (Vantage/GTRES)
San Pedro, sin fieles. (Sei F/Flickr)
Durante los últimos días, un vídeo ha acaparado la atención de prensa y lectores por igual: el recorrido de un drone sobre los barrios periféricos de Milán, al punto de la mañana, con la ciudad absolutamente paralizada por el coronavirus. Autovías y puntos de tránsito que suelen estar muy concurridos se han transformado en vías infrautilizadas. La producción corre a cuenta de Gedi Visual.
Algunos ejemplos:
(Gedi Visual)
(Gedi Visual)
(Gedi Visual)
Ha sucedido en las grandes ciudades, pero también en pequeños municipios de Lombardía que quedaron bajo cuarentena durante los primeros días de la crisis. Se trata de once pueblos al norte de Piacenza, alrededor de Codogno, donde la vida se detuvo para 11.000 personas, obligadas a quedarse allí. Un fotógrafo local, Marzio Toniolo, glosó su "vida detenida" en una serie de fotografías espectaculares.
Un vacío particularmente llamativo allí donde, por defecto y diseño, siempre hay miles de personas. Juventus e Inter de Milán disputaron anoche un partido trascendental para el devenir de la Serie A a puerta cerrada, como tantos otros de la liga italiana. Sólo se escuchó el golpeo del balón, los gritos de los jugadores frente a un sinfín de butacas vacías. Testigo histórico de una cuarentena general que ha detenido Italia.
#DatosdelPartido | El Derby d'Italia en números ⚪️⚫️
— JuventusFC (@juventusfces) March 9, 2020
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