Japón es el país de los contrastes en muchos sentidos. Sin irnos muy lejos, mientras la nación debate cómo combatir la crisis de natalidad y envejecimiento, hay quien busca romper récords de reproducciones que se remontan al Período Edo. El turismo es otra de las patas donde el parecer es mixto. Los números hablan de una explosión de visitas sin precedentes junto a la revitalización de la economía, pero eso no siempre es bueno para todos. Este caldo de cultivo donde los locales conviven con hordas de personas por las calles les ha llevado a apreciar (y pagar) por un bien que escasea: el silencio.
Servicios sin conversación. Japón está liderando una tendencia única que ofrece servicios de “nada”, o más bien, de silencio absoluto, brindando a los clientes la opción de evitar interacciones sociales no deseadas. Como veremos, estos "servicios sin conversación" están disponibles en peluquerías, taxis, tiendas y restaurantes, y buscan atraer a aquellos que desean evitar la charla trivial sin ser o parecer maleducados.
Salones de belleza y la opción del silencio. Uno de los pioneros en este servicio es Hair Works Credo, un salón en el barrio Setagaya de Tokio, donde los clientes pueden elegir entre tres niveles de conversación: charla normal, menos charla o directamente sin charla. Después de una consulta inicial, la experiencia en silencio comienza y permite a los clientes relajarse sin la presión de hablar.
Como cuenta Takahiro Noguchi, propietario del negocio, lanzó el servicio de "kaiwa nashi" (sin conversación) hace diez años, inspirado en la popularidad de las "sillas silenciosas" en el Reino Unido. Según Noguchi, aproximadamente el 60% de sus clientes prefieren una experiencia sin conversación o con charla limitada, destacando que la motivación no es necesariamente por timidez, sino por la simple preferencia de tener un "día introvertido".
No a la charla trivial. En una encuesta realizada en abril por Recruit Group’s Hot Pepper Beauty Academy se encontró que el 52.9% de los participantes prefería evitar la típica charla trivial durante sus citas en salones. De entre los temas “más indeseables” se incluyeron el trabajo y la escuela, seguidos por asuntos personales como el amor, el matrimonio y los planes de vacaciones.
No obstante, algunos hombres dijeron disfrutar de conversaciones sobre sus pasatiempos, como el manga y los deportes, mientras que muchas mujeres afirmaban no oponerse a hablar de temas relacionados con el cuidado del cabello.
Silencio en tiendas. Con el tiempo, la idea del "servicio en silencio" se ha extendido a otras industrias en Japón. Urban Research, una cadena de tiendas de ropa en Osaka, permite a los clientes elegir bolsas transparentes de color azul que indican si desean ayuda o prefieren comprar sin asistencia, también se evitan cualquier intento de "charla" con desconocidos dentro de los almacenes.
Según Kazuhisa Abe, gerente de ventas, uno de cada diez clientes opta por estas bolsas de "no se necesita ayuda", y los comentarios han sido positivos. Abe enfatiza que la clave de un buen servicio al cliente es adaptarse a las diversas necesidades de los consumidores, y el silencio puede ser una preferencia que aporta una experiencia de compra más relajada y personalizada.
Y en restaurantes. En el ámbito de la restauración, Kura Sushi, una famosa cadena de sushi en cinta transportadora, permite a los clientes hacer pedidos y pagar exclusivamente a través de sus teléfonos. Este sistema, inicialmente diseñado para el distanciamiento social, ha sido acogido por personas introvertidas que prefieren evitar la interacción con el personal.
No solo eso. La aplicación permite que los clientes gestionen su pedido, cuentan los platos y paguen sin necesidad de interacción alguna verbal. Akihiro Tsuji, portavoz de Kura Sushi, señala que este sistema también elimina barreras lingüísticas, ofreciendo instrucciones en varios idiomas.
Conclusión y algún “pero”. Por supuesto, no todos los servicios silenciosos han sido un éxito en la nación. En 2018, la empresa de taxis Sanwa Koutsu en Yokohama lanzó el llamado "Kuroko Taxi", un servicio en el que el conductor, vestido de negro, lleva a los pasajeros en completo silencio. Si es necesario comunicarse, el conductor utiliza mensajes escritos y Google Translate. A pesar de la curiosidad que generó en los medios, lo cierto es que el servicio no ha tenido muchas reservas, posiblemente debido al coste adicional de ¥5,500 (unos 38 dólares) además de la tarifa normal.
Se como fuere, lo que sí parece meridianamente claro es que todos estos servicios (y su éxito mayoritario) responden y reflejan una tendencia creciente en Japón: la preferencia por entornos libres de interacción, de sociabilizar o simplemente de hablar con otra persona. En el fondo, la opción de elegir silencio en una cultura que valora tanto el respeto como la interacción formal no es ni mucho menos descabellada, por eso ha sido recibida favorablemente, no solo por personas introvertidas, sino también por quienes buscan una pausa en la constante interacción social y, suponemos, entre tanto turista suelto.
Imagen | PXHere, Urban Research
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