Japón ha inaugurado el primer tren con un café gatuno porque el mundo lo necesitaba (aunque no lo supiera)

¿Era posible hacer algo más adorable que un cat café? En Japón tienen bastante claro que este es el tipo de servicio que la humanidad necesita. Y además en todas sus variantes. Como indican en Rocket News, en la nación oriental puedes encontrarte desde centros de gatetes de lujo, con todo tipo de bebidas alcohólicas o especializados por razas felinas.

Por supuesto, sólo en este país podrían seguir aplicando su i+d+i a una industria tan kawaii. La nueva revolución viene de la mano del proyecto organizado por las compañías Yoro Railway y Kitten Cafe Sanctuary, que ha puesto en marcha el primer café de gatos móvil. Concretamente en las prefecturas de Gifu y Mie, donde han puesto en marcha una serie de vagones que circularán de las ciudades de Ōgaki a Ikeno y en los que circulará una tropa de 30 mininos de muy pronta edad. El placer de disfrutar del paisaje campestre, comida exquisita y la mejor compañía, humana y de la otra.

En Atlas Obscura viven la experiencia. Dicen entretenerse al ver cómo las criaturas se suben de tres en tres a los clientes. Cómo juguetean entre ellos saltando entre los vagones. O más comúnmente a esta raza animal, echándose siestas. Con su riquiñez consiguieron boicotear algunos de los beneficios de este restaurante, ya que la mayoría de pasajeros se olvidó de pedir el menú que se incluía en su ticket de 3.000 yenes por trayecto, y miraban menos al exterior que a lo que tenían a su alrededor.

Es un destino dulce para estas decenas de cachorros, pues como han explicado en sus comunicados a prensa, a todos ellos les esperaba otro fin: ser sacrificados en el centro de animales más cercano.

Ese es el mensaje final del Santuary, una propuesta no tanto turística o comercial como de aliento concienciador. Más de 70.000 gatos acabaron siendo incorporados a los refugios públicos y privados. De ellos hubo que sacrificar a más de 45.000. Sólo en la prefectura de Gifu, 668 gatos, alrededor de 80% de ellos gatitos, se redujeron el año pasado, según el Ministerio de Medio Ambiente.

Y sí, aunque el número de gatos admitidos en refugios y posteriormente sacrificados ha disminuido considerablemente en los últimos años (el exterminio de gatos hace un siglo devolvía un número de seis cifras) los amantes de los animales no quieren que tengamos que recurrir a estas prácticas implacables. No quieren que tenga que morir ni un gato por nuestra incapacidad para gestionar esta especie.

Y las cosas están cambiando. En Japón los perros siempre han sido más populares que los gatos, pero los datos de la Asociación de Alimentación para Mascotas revelan que la adopción de gatos tiene que estar creciendo. Se estima que los japoneses deben poseer alrededor de 10 millones de ejemplares de la especie. Algunos de ellos podrán encontrar ahora un nuevo hogar circulando sobre raíles antes de que algún viajero decida tenerle consigo en tierra firme.