Nuestros mayores están perdiendo sus trabajos a un ritmo más rápido que los más jóvenes. O quizás se trata de una generación empujada a la jubilación anticipada antes de estar realmente lista. Y uno de los motivos que ha contribuido a esta evolución ha sido, sin duda, la pandemia. La combinación de reducción de costes, reubicación de puestos, minimización de roles y discriminación por edad tácita, ha creado una crisis para aquellos que tienen más de 50 años.
La pérdida de empleos y el cierre de empresas ha llevado a muchos trabajadores mayores a retirarse antes de lo esperado, un patrón también visto en recesiones anteriores.
¿Qué sucede? El fenómeno ha sido global. Las cifras en España o Reino Unido lo demuestran. Pero un país donde el fenómeno se ha experimentado en todo su esplendor ha sido Estados Unidos. En el tercer trimestre de 2020, aproximadamente 28,6 millones de baby boomers abandonaron el mercado laboral y se jubilaron, según el Pew Research Center. Más de 65 millones de estadounidenses han solicitado beneficios por desempleo desde marzo de 2020.
🇺🇸 La pandemia ha acelerado las jubilaciones en Estados Unidos pic.twitter.com/w9uAYuC37d
— Gualestrit (@gualestrit) July 13, 2021
El cambio. A algunas compañías como Amazon, Facebook, Zoom, Netflix y Google les ha ido realmente bien y prosperaron durante la pandemia, mientras que la gran mayoría de las empresas se han enfrentado a adversidades y desafíos. Aerolíneas, ocio, centros turísticos, hoteles, viajes... Todas ellas han promulgado congelaciones de contratación, despidos masivos y medidas para reducir costes.
Y claro, uno de los métodos utilizados para gestionar los gastos es destripar los puestos de mandos intermedios. Estos roles están ocupados principalmente por profesionales que se encuentran principalmente en el rango de 40 años y más. Eliminando los puestos o subcontratando, los trabajadores de nivel medio a superior son reemplazados por empleados más jóvenes con menos experiencia.
Una tendencia. Si has estado buscando trabajo recientemente, seguramente te habrás dado cuenta de que cada vez hay más trabajos que requieren candidatos con solo tres a cinco años de experiencia. Descripciones de trabajo escritas casi para disuadir a los trabajadores mayores mediante el uso de verborrea como "menos de 10 años de experiencia", "se requieren conocimientos de tecnología avanzada" o títulos corporativos de nivel inferior.
En realidad, se trata de una tendencia que comenzó antes del Covid. La reorganización de puestos de trabajo se ha acelerado, las empresas saben que pueden pagarle a la gente mucho menos de esta manera. Otro factor: los trabajadores de más edad estaban en mayor riesgo que los más jóvenes por el virus. Y de los incentivos temporales para anticipar la jubilación podemos extraer que los precios de las viviendas y los valores del mercado de valores aumentaron estos dos años, lo que pone a algunos propietarios de dichos activos en una mejor posición financiera para retirarse.
En España. El hastío de la pandemia y su efecto en el sector público ha calado fuerte. Sanitarios, profesores, militares han comenzado a retirarse antes de los 65 durante este año. También el limbo de la nueva reforma ‘Escrivà’ ha sido otro factor a tener en cuenta. En total, las jubilaciones de los funcionarios se han acelerado un 41%. Sólo entre los meses de enero y junio se han retirado 9.160 efectivos antes de cumplir 65 años, frente a los apenas 6.486 que lo hicieron en el mismo periodo de 2020. Esta tendencia se podría mantener e incluso acelerarse en lo que resta de año.
La nueva reforma. Todo esto llega a sólo seis meses de la entrada en vigor del primer paquete de medidas previstas en la reforma de las pensiones diseñada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Un proyecto que pretende garantizar el poder adquisitivo de las pensiones y aproximar la edad efectiva de jubilación a la edad legal. ¿Cómo? Endureciendo los requisitos para acceder a la jubilación anticipada y, también, premiar mediante incentivos a quienes retrasen su retiro.
Por eso, muchos trabajadores en el rango de la edad citada están pisando el acelerador hacia el retiro. Según los cálculos del Ministerio, los retiros anticipados restan a las arcas públicas 8.200 millones de euros, al dejar de percibir las prestaciones de estos jubilados tempranos. El gran problema de la Seguridad Social es que en breve empezará a jubilarse la generación del baby boom, la corte demográfica más voluminosa, y se necesitarán medidas para garantizar las prestaciones de estos.
¿A largo plazo? Si observamos el cuadro completo, el aumento de la jubilación durante la pandemia es pequeño en relación con la disminución a largo plazo de las tasas de jubilación. El aumento de la esperanza de vida, los trabajos menos exigentes físicamente y el aumento de la edad mínima para recibir los beneficios completos de la SS han contribuido a prolongar la vida laboral y a jubilaciones posteriores en los últimos 20 años.
Aunque la tasa de jubilación aumentó durante la pandemia, no necesariamente aumentará más. Eso sí, pese a que las empresas están nuevamente ansiosas por contratar personal, los mayores enfrentan discriminación en la contratación, en un momento en el que se podría revertir la situación: los años prepandemia demostraron que un mercado laboral ajustado puede hacer que algunos jubilados vuelvan a trabajar.
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