“Difícil de describir: desmemoria traspasando la frontera de la vulgaridad y lo kitsch. Sin ningún tipo de relevancia, reflexión ni respeto”. Al habla el museo de Auschwitz, al que siguen en Twitter un millón de personas.
Hard to describe: memory upside-down, far beyond vulgar kitsch, without any relevance, without reflection & respect.
— Auschwitz Memorial (@AuschwitzMuseum) February 25, 2020
Difícil de describir: desmemoria traspasando la frontera de la vulgaridad y lo kitsch. Sin ningún tipo de relevancia, reflexión ni respeto. https://t.co/Zfy8z0eH1B
El vídeo que acompaña a este duro mensaje arranca con un ejército de generales de las SS desfilando jovialmente mientras suena una canción de Rihanna. Los militares salen de escena y dan paso a una carroza con dos chimeneas de crematorio, una dorada menorá y en el centro una imponente y sexy valkiria portando un cetro con el estandarte nazi, meneándose al son de la música. Corte a: un puñado de adolescentes disfrazadas con un pijama de rayas customizado con transparencias y purpurinas mientras sigue la fiesta.
Según el documento oficial “DESFILE REGIONAL DE CARNAVAL 2020 – CAMPO DE CRIPTANA”, nadie entre las 120 comparsas que se sumaron a este espectáculo titulado “HOLACAUSTO” (sic) encontraron que el tema elegido pudiese causar algún tipo de controversia. Tampoco los familiares de estos participantes, o el millar de personas largo que se estima que participaron de alguna forma en estos actos. La Asociación Cultural El Chaparral de Las Mesas, en Cuenca, se ha convertido al día siguiente de la celebración en el centro de todas las críticas y del repudio de los internautas que están contemplando en diferido el espectáculo.
Mi repulsa y total rechazo por la infame banalización del #Holocausto que ha tenido lugar en el carnaval de Campo de Criptana. Es una afrenta a la memoria de las víctimas de la Shoá y una intolerable manifestación de #antisemitismo.
— Embajadora de Israel 🇮🇱 (@Isr_Amb_Esp) February 25, 2020
Aunque Santiago Lázaro, el alcalde de esta localidad, ha defendido que la propuesta se inscribió como un un homenaje a las víctimas, lo cierto es que el show resultante no ha sabido transmitir con demasiado acierto esta idea. El ejército alemán se muestra como victorioso tanto por la animación de sus participantes como por el tamaño y glorificación de sus símbolos en lo alto de las carrozas. Con el baile de las niñas, los adolescentes que relajadamente disfrutan del agua mineral o la figura móvil llevada por dos paisanas manchegas que reza “HOLOCAUSTO AC CHAPARRAL”, el triste destino de los judíos queda de alguna forma trivializado.
Comunicado oficial en relación con la representación "Holocausto" de la Asociación Cultural El Chaparral, de Las Mesas (Cuenca) pic.twitter.com/NLNN6mgTfd
— Campo de Criptana (@Ayto_Criptana) February 25, 2020
Según el medio Semanal de la Mancha, el edil ha pedido “disculpas a quienes hayan podido sentirse ofendidos, aunque, como en otros casos similares, se pregunta hasta dónde deben llegar los límites de la libertad de expresión”. La Embajada de Israel en España ya ha mostrado su condena por hacer “burla de los seis millones de judíos asesinados por los nazis". En la página de Facebook de la asociación cultural implicada puede verse cómo en la parte posterior de una de las carrozas se podía leer: "en memoria de los seis millones de hombres, mujeres y niños judíos que perecieron en el Holocausto" y de quienes sufrieron "la persecución y el exterminio en razón de su raza, orientación sexual, religión, origen étnico o ideas políticas".
Aunque en un vídeo ya borrado, la performance estuvo acompañada de lanzamiento de botes de humo, lo que añadía aún una mayor similitud con lo vivido por las víctimas del genocidio nazi.
El timing tampoco ha sido el mejor: también en estos carnavales ha habido otro desfile nazi, aunque hay que trasladarse a la ciudad belga de Aalst. Aquí el tono fue aún más claramente antisemita: se pintaba a los judíos como caricaturas de narices ganchudas y gigantescos sombreros ortodoxos, acompañados de ratas y pilas de dinero. El año anterior la Unesco ya había quitado a este evento de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial por sus "recurrentes representaciones racistas y antisemitas”, pero ahora muchos temen que sea sólo el inicio de una nueva oleada del antisemitismo que había quedado atrás.