La epopeya del túnel de San Gotardo, el más largo y profundo del mundo, en 27 imágenes

Dos décadas después del inicio de las obras del túnel de base de San Gotardo, la obra de ingeniería más ambiciosa, arriesgada, grandilocuente y despampanante de la historia de Europa está completada. De exclusivo uso ferroviario, de 57 kilómetros de longitud y enterrado, en ocasiones, a más de 2.000 metros por debajo de la superficie, el túnel fue cruzado por un tren por primera vez ayer. A sus espaldas se remonta ahora la historia de un paso legendario, el futuro del transporte de mercancías en Europa y veinte años de trabajos excavando la roca alpina para llegar hasta aquí.

Qué mejor que explorar el túnel de San Gotardo que en 27 imágenes.

1. Qué cruza exactamente el túnel

Los cantones de Uri y Ticino, o lo que es lo mismo, el sur de Suiza, altamente montañoso y fronterizo con Italia, y el norte, de carácter más plano y fronterizo con Alemania. El paso de San Gotardo es una histórica ruta alpina que durante siglos se cruzó por las alturas y que sólo a finales del siglo XIX se atravesó por debajo, superando el imponente macizo homónimo por tren. En la imagen, en amarillo, el túnel terminado en 2016, el más largo del mundo.

2. Bajo qué camina el túnel ferroviario

Pese a que el récord más pomposo y llamativo de la obra de ingeniería es su longitud (57 kilómetros, récord mundial absoluto), hay otro que, aunque menos desapercibido, es probablemente más espectacular. El túnel, en algunos tramos, transita 2.000 por debajo de la cima del macizo de San Gotardo. Arriba se aprecia la grandilocuencia del terreno perforado por las obras, atravesando el corazón de los Alpes.

3. Cómo son las tripas del túnel más largo

Frías y modernas. Aquí vemos la vía occidental del túnel en el día de su inauguración, ayer, preparada para ser atravesada diariamente por trenes de toda condición. Pese a los fastos oficiales de la jornada inaugural, el túnel no estará plenamente operativo hasta diciembre de este mismo año. (Imagen: Gaetan Bally/AP Photo)

4. Una obra de ingeniería alucinante

Aunque se trata del más largo e impresionante de todos, el túnel de San Gotardo no está solo en su empresa, y forma parte de un carísimo y muy ambicioso esquema de renovación del sistema ferroviario suizo bajo los Alpes. Hay otros dos túneles más que forman parte de la nueva conexión ferroviaria y que conectan el sur con el norte del país, esquivando, por debajo, la altitud de los Alpes. (Imagen: Martin Ruetschi/ AP Photo)

5. La profundidad, el aspecto más arriesgado

Las obras del túnel de base de San Gotardo se han realizado a profundidades similares a las de las minas más impresionantes del planeta, en el corazón de montañas que, sin ventilación, en su rocoso interior, alcanzan temperaturas por encima de los 45º C. Ha sido el aspecto técnico más complejo de la obra, ya que el túnel cruza de raíz algunos de los colosos alpinos más notables de la cordillera.

6. Un túnel (no) exclusivamente suizo

El túnel de San Gotardo transcurre de forma exclusiva en territorio suizo, por lo que el gobierno del país helvético se ha encargado en su totalidad del proyecto y de su financiación. Se calcula que las obras han costado alrededor de 11.000 millones de euros. Pese a su carácter nacional, la importancia del paso es internacional, ya que permitirá facilitar el tránsito de mercancías entre el norte y el sur de Europa de forma notable.

7. Dos vías y otros tantos túneles auxiliares

El túnel de San Gotardo son en realidad dos túneles ferroviarios de un sólo carril, uno de ida y otro de vuelta. Sin embargo, lo excepcionalmente complejo de las obras obligó a los ingenieros a diseñar hasta cinco túneles auxiliares que permitirían a los obreros iniciar la construcción de las vías principales en cuatro puntos distintos y de forma simultánea.

8. Sissi, la tuneladora que lo ha hecho posible

Sissi ha sido una de las tuneladoras empleadas por los obreros suizos para perforar las tripas de los Alpes. En la imagen, observamos a un obrero realizar tareas de mantenimiento a la gigantesca máquina en 2010. (Imagen: Christian Hartmann/AP Photo)

9. ¿Cómo ha funcionado Sissi durante estos años?

La gigantesca rueda que veíamos en la imagen anterior sólo es el último eslabón de una larga y compleja cadena que permite desafiar a los elementos, a la naturaleza, y atravesar bajo tierra la mayor cordillera europea.

10. Un largo trayecto que ha llevado hasta aquí

Y ayer, dos décadas después del inicio de las obras del túnel de base, el primer tren cruzó la puerta norte tras haber entrado por la sur. Fue el primer tren, de muchos que aún están por venir, que ha cubierto los 57 kilómetros del San Gotardo. (Imagen: Laurent Gillieron/AP Photo)

11. Cuatro países implicados en el proyecto

Pese al carácter exclusivamente suizo de su financiación, ha habido más países interesados y participantes en el túnel de base de San Gotardo. Entre ellos, claro, Italia, Francia y Alemania. Los tres se verán beneficiados por una nueva vía de comunicación que aligerará y facilitará el comercio y el importante transporte mercantil terrestre entre el sur y el norte de Europa. En la imagen, vemos al presidente federal de Suiza, Johann Schneider-Ammann; al primer ministro italiano, Matteo Renzi; al presidente francés, François Hollande; y a la canciller de Alemania, Angela Merkel. Los cuatro viajeron en el primer viaje inaugural del túnel.

12. Una historia de más de un siglo de túneles

El inaugurado ayer no es el primer túnel ferroviario construido bajo el macizo de San Gotardo. Su historia, absolutamente épica, se remonta a 1871, cuando un empresario particular suizo decidió emprender y financiar la, por entonces, quimérica obra de conectar el norte y el sur de Suiza con un túnel ferroviario bajo los Alpes. Su obra duró diez años, se enfrentó a complejísimos retos técnicos y financieros y acabó con la vida de más de dos centenares de obreros, pero se completó. Se hizo fundamentalmente empleando dinamita, la versión matar-moscas-a-cañonazos de los modernos proyectos de ingeniería.

13. 1882: cuando un tren cruzó el San Gotardo

La primera locomotora a vapor que atravesó el hoy precario túnel de San Gotardo lo hizo en 1882, operada por Gotthardbahn. No sería hasta 1920 cuando los primeros trenes eléctricos comenzarían a circular por debajo del coloso alpino.

14. De las tuneladoras de hoy a las de ayer

Imagen de una antigua máquina perforadora utilizada para el primer túnel ferroviario de San Gotardo. Con herramientas así, bastante innovadoras para su época (estamos hablando de finales del siglo XIX, una época en la que el motor de explosión sólo comenzaba a ser explorado), se construyó el que, en su momento, también fue el túnel ferroviario más largo del mundo.

15. Más de cien años moviendo trenes por aquí

El antiguo túnel de San Gotardo aún es accesible y ha seguido siendo utilizado por los ferrocarriles suizos desde su inauguración. Ahora pasará a mejor vida, naturalmente. Cuenta con quince kilómetros y ha sido sometido a diversas mejoras y mantenimiento a lo largo de sus más de cien años de existencia. En la imagen, los obreros se agolpan a la entrada del túnel durante sus obras de construcción.

16. Doble vía y grave: lo que va del ayer al hoy

Imagen del interior del original túnel de San Gotardo. Al contrario que el inaugurado en 2016, aquel fue construido con doble vía y con unas condiciones tecnológicas y de seguridad mucho más precarias.

17. Y aún hay un tercer túnel de San Gotardo

Inaugurado en 1980, el macizo de San Gotardo también puede ser atravesado, por sus entrañas, en coche. Es uno de los pasos por carretera más importantes de los Alpes suizos.

18. Que también ostentó su particular récord

Cuando fue terminado, el túnel por carretera de San Gotardo también fue el más largo del mundo de su especie. Hoy es el cuarto, y conecta Basilea con Chiasso. Antes de su creación, el San Gotardo sólo se podía atravesar por carretera durante el verano, utilizando una complejísima y maravillosa carretera que culmina a mil metros de altura por encima del túnel.

19. Lo impresionante, en realidad, está fuera

La línea ferroviaria al aire libre previa al primer túnel de San Gotardo. La estampa en los Alpes suizos es, como no podía ser de otro modo, impresionante. Y útil para comprender la dimensión del proyecto culminado ayer.

20. El paso de San Gotardo: una ruta desde el s. XIII

La ruta de San Gotardo se hace hoy de forma casi exclusiva bajo tierra, pero no fue así durante los primeros seis siglos de existencia del paso, un camino casi milenario que ha servido históricamente a miles de expediciones para sortear las cumbres de los Alpes entre el sur y el norte de Suiza. Hoy, la antigua carretera se presenta como un puerto sinuoso y espectacular sólo transitable durante el verano. Por debajo de la imponente montaña, el túnel.

21. Y casi inalterada desde entonces

Escenario de toda clase de epopeyas pictóricas antes de la invención de la fotografía, el antiguo paso de San Gotardo continúa siendo tan misterioso como inaccesible. A principios del siglo XX las primeras fotografías lo mostraban tan sinuoso y temerario como en la actualidad.

22. Un paso de diabólica leyenda

Dedicado desde un principio a San Gotardo, el paso sirvió como camino de pastores y ganaderos hasta que, a mediados del siglo XIX, fue cruzado por primera vez por un carro. Desde sus inicios ha contado con una aureola mística y de leyenda representada de forma magnífica en el Puente del Diablo, en la imagen, una estructura diseñada para sortear las fuertes aguas del río Reuss prácticamente en su nacimiento. Arriba se aprecia el nuevo puente de la nueva carretera, mientras que abajo circula el antiguo paso, al que seguimos visualmente en este artículo.

23. Y un paso maravilloso por su pavés

A día de hoy, el paso de San Gotardo contaría con pocas particularidades diferentes al resto de grandes puertos alpinos de no ser por su calzada. Al contrario que la mayoría de ellos, pavimentados y asfaltados, el San Gotardo permanece como una preciosa excentricidad hecha de pavés, lo que incrementa el peso de su mitología y de su dificultad.

24. De las profundidades del túnel a estas vistas

La ruta de pavés se trata de la antigua y más encantadora ruta del San Gotardo. A la derecha de esta imagen se puede apreciar el quitamiedos metálico de la nueva carretera.

25. El San Gotardo en la tradición romántica

La mística y la leyenda del San Gotardo ha tenido diversas manifestaciones en la historia de la pintura. Aquí, por ejemplo, observamos una obra representando el paso de una expedición por el San Gotardo realizada por Johann Gottfried Jentzsch en 1790.

26. El Puente del Diablo, visto por Turner

Las características naturales y mitológicas del San Gotardo le hicieron un objeto de deseo preferente entre los pintores románticos. Incluso el maravilloso Joseph Mallord William Turner, uno de los más dotados pintores británicos de todos los tiempos, le dedico el cuadro de más arriba. En concreto, al Puente del Diablo, envuelto en la bruma de las leyendas populares y representado aquí con el dramatismo que sólo el romanticismo pictórico era capaz de desplegar.

27. Suvorov y sus tropas, cruzando el San Gotardo

Cuadro de Alexander von Kotzebue que ilustra, al modo romántico, la epopeya del general Alexander Suvorov durante la Guerra de la Segunda Coalición, en el contexto de las guerras napoleónicas. Las tropas rusas de Suvorov se vieron obligadas a cruzar el San Gotardo para resguardarse de una derrota segura ante las tropas francesas de Napoleón acantonadas al otro lado de los Alpes. Con medios precarios, la empresa, a priori suicida, se realizó con éxito, mostrando el ingenio militar y logísitco de Suvorov.

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