El padre de Venus y Serena Williams, el padre de Lewis Hamilton, el padre de Messi, el de André Agassi... La historia del deporte está repleta de progenitores de atletas con una relevancia excesiva en las carreras de sus hijos. Los hay que han llegado a enfrentarse a embajadores, como el padre de la tenista Jelena Jokic, o que han diseñado a sus hijos como si fueran experimentos de laboratorio, como el progenitor del jugador universitario de fútbol americano Todd Marinovich. Y luego está LaVar Ball.
La expresión "madre del artista" encaja perfectamente en la actividad del señor Ball, todo un personaje que quiere convertir a sus tres hijos, jugadores de baloncesto, en una marca a la altura de la Jordan Brand. Con zapatillas con su nombre a más de 400 dólares por par. Hasta Charles Barkley ha entrado a opinar de LaVar Ball (lo ha llamado un "cabezahueca"). ¿Pero quién es este hombre, y por qué el mundillo NBA no deja de hablar de él?
El baloncesto es vida para los Ball
LaVar Ball, el patriarca de la familia, fue jugador de baloncesto en la universidad. Pasó por tres colleges menores y sólo disputó una temporada en la División I de la NCAA, con Washington State, promediando 2,2 puntos y 2,3 rebotes en 26 partidos de la temporada 1986/87. Después, tuvo una breve carrera en el fútbol americano, pero sin llamar la atención. La madre, Tina, también jugó al baloncesto en la universidad, con más éxito, y fue allí donde ambos se conocieron. Según publicaba The Undefeated, el matrimonio casi estaba hecho pensando en que sus hijos podían ser estrellas de la NBA, al estilo de Yao Ming, de quien siempre se dijo que había nacido por imperativo del gobierno chino.
Los Ball, desde luego, prepararon a sus hijos desde que aprendieron a andar para llegar al punto en el que se encuentran hoy. Lonzo, base freshman en la universidad de UCLA, LiAngelo y LaMelo, ambos aún en el instituto, empezaron a llamar la atención en el circuito juvenil de California, y allí ya aparecían con su propia marca de ropa, Big Baller Brand, y su propio equipo, Big Ballers VXT AAU, del que LaVar es entrenador.
Sus hijos han cambiado por completo la suerte del equipo de su instituto, Chino Hills High, que en 2016 ganó el campeonato estatal sin perder un solo partido, y lo han puesto en el mapa de los lugares donde los ojeadores de la NCAA y de la NBA van a buscar nuevos talentos. Allí, LiAngelo anotó 92 puntos el pasado mes de abril, y allí es donde LaVar le dice a quien quiera escucharlo que "somos la primera familia del baloncesto en América".
La familia Ball no sólo tiene su propia marca de ropa o su propia estrategia para revolucionar la NBA (que pasa por que los tres hijos jueguen una temporada de basket universitario en UCLA), sino que también quiere tener su propio reality show, y LaVar no duda en afirmar que sus hijos son todos mejores que las superestrellas de la liga.
Las "perlas" de LaVar
Hasta esta primavera, la fama del patriarca Ball estaba constreñida a California, pero con la presencia de su hijo Lonzo en la March Madness de la NCAA (la fase nacional por el título), sus declaraciones altisonantes y su insistencia en promocionar la marca Ball dieron el salto a los medios nacionales de Estados Unidos. ¿Por qué? Por algunas de las cosas que ha dicho:
"En mis tiempos, habría destrozado a Michael Jordan en el uno contra uno" (USA Today)
"Estoy segurísimo de lo que hace mi chico (Lonzo). Para mí, es mejor que Steph Curry. Pon a Steph Curry en el equipo de UCLA ahora mismo y pon a mi hijo en Golden State y mira qué pasa" (SB Nation)
"(La NBA) va a ser más fácil para Lonzo según avance. Cuando sea profesional, el juego es mucho más rápido y ahí es cuando él rinde mejor" (TMZ)
"(Lonzo) va a ser mejor que Steph Curry. Steph Curry es muy bueno, pero mi hijo es joven, tiene tiempo para mejorar. Y sólo lo consideras bueno porque ha ganado un par de campeonatos. ¿Pero y si no hubiera ganado ninguno? Metió algunas canastas en el momento adecuado. Pero no es tan joven como mi hijo" (TMZ)
"Mil millones de dólares, va a estar ahí. Ésa es nuestra cifra, mil millones, nada más empezar. Y no hace falta que me lo des por adelantado. Danos 100 millones de dólares al año" (sobre los futuros contratos de patrocinio con marcas de zapatillas de sus hijos, USA Today).
ZO2, las zapatillas de los 400 dólares
Lonzo Ball es la primera parte del plan de dominación mundial de LaVar. El base, de 19 años y 1,98 metros de altura, ha sido instrumental en la buena campaña de UCLA, que llegó hasta la ronda Sweet Sixteen en la fase nacional del torneo de la NCAA, y los expertos consideran que puede estar entre las cinco primeras elecciones del draft de la NBA de este verano; quizás, hasta en el top 3.
Con su hijo mayor a las puertas de la mejor liga de baloncesto del mundo, LaVar desveló la siguiente etapa de su estrategia: su propia línea de zapatillas. Y el primer modelo, las ZO2, llamó enormemente la atención no por su diseño o sus prestaciones, sino por su precio, de 495 dólares. Por comparar, las LeBron XIV de Nike cuestan, en su tienda online, 175 dólares.
El movimiento busca generar una posición de superioridad a la hora de negociar un patrocinio con una gran marca deportiva cuando Lonzo esté en la NBA, y suponiendo que sea firme candidato a ser Rookie del Año. Y también pretende seguir construyendo la marca Ball como relevante en la escena del baloncesto estadounidense (y mundial, por extensión).
Un artículo en SB Nation apuntaba que, si la apuesta de LaVar Ball sale bien, puede cambiar por completo la relación entre deportistas y marcas. Si sale mal, sin embargo, puede ser un fracaso de grandes proporciones. Ball está convencido de que controla a la perfección el camino de sus hijos al estrellato. El mes que viene, cuando se celebre el draft de la NBA, se empezará a comprobar si es cierto.
De momento, LaVar Ball sí ha reinventado totalmente algo: el concepto de "padre del deportista".
Fotos | Facebook Big Baller Brand, Facebook UCLA Men's Basketball
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