La Universidad de Chicago ha puesto gratuitamente en Internet los tres primeros volúmenes de "The Histoy of Cartography" [La Historia de la Cartografía]. Tres manuales que reflejan el esfuerzo de los seres humanos por definir el mundo que les rodeaba durante siglos: constelaciones, mares, ciudades, mapamundis...
Se trata de una oportunidad estupenda para poder disfrutar de estos bellos mapas, sobre todo teniendo en cuenta que el volumen más barato en edición física cuesta más de 160 euros. The History of Cartography nació en 1987, "la web todavía no existía (...) y la disponibilidad online de este material es una bendición para estudiantes y entusiastas de los mapas", según señala la propia Universidad.
La medida del mundo
Los volúmenes están repletos de joyas históricas tan curiosas como desconocidas para el aficionado occidental, como este globo terráqueo elaborado en Japón por Shunkei Shibukawa, a finales del siglo XVII:
Esto es lo que el mundo sabía de Brasil hacia 1576, por ejemplo:
¿Australia? ¿Antártida? A este mapamundi grabado entre 1534-36 todavía le faltaba casi un siglo para que esas "tierras australes no examinadas" del hemisferio sur tuviesen forma y nombre. El resto lo tenían más o menos bajo control:
Willem Jansz dedicó su vida a construir globos terráqueos y celestes. Éste data de 1616:
Antiquísimo mapamundi árabe. Para entenderlo mejor, el texto señala que "el Este está arriba":
Mapa de Bélgica representando al país como un león, realizado durante la tregua de Amberes (que duró 12 años a principios del siglo XVII. Parte de la Guerra de los Ochenta Años entre los Países Bajos y España. No nos fue bien):
El "mapa medieval definitivo" -invertido-, en el que ya aparecía gran parte de ASia, y una idea muy curiosa de cómo era África:
Mapa celeste de las constelaciones chino encontrado en una tumba Wei (siglos II-III), con la Vía Láctea cruzando el cielo:
Y otro mapa chino, bastante más moderno y preciosista, que recorre la costa asiática y representa Corea e Indochina:
Esta selección da una idea de lo que se puede encontrar en los volúmenes. No ocupan mucho en descarga y cubren tanto los tradicionales mapas europeos como las cartografías del resto de continentes, con todo tipo de mapas de ciudades y batallas, regiones, etnografías y otras representaciones con las que nuestros antepasados trataban de suplir la falta de GPS.