La mejor forma de recibir el invierno es con un chapuzón al desnudo en aguas congeladas

Cada país o región del mundo tiene su particular forma de dar la bienvenida a una nueva estación en el año, pero sin duda nada se compara con lo que hacen en Australia, específicamente al amanecer del 22 de junio en Sandy Beach, dentro del río Derwent en Tasmania.

Aquí desde hace más de 40 años reciben el invierno con una tradición muy peculiar, nadando desnudos en las heladas aguas del río Derwent, una extraña manera de celebrar el solsticio de invierno y el día más corto del año en el hemisferio sur.

Dando la bienvenida a la luz después de la oscuridad

Esta curiosa tradición se remonta a los antiguos habitantes de la Antártida quienes hacían un agujero en el hielo para sumergirse por unos minutos como señal de respecto a la luz que llega después de haber superado a la oscuridad, así como una forma de renacer con pensamientos puros. Esto coincide con el solsticio de invierno, ya que el día previo a la llegada del invierno es el día más corto del año por tener más horas de oscuridad que de luz.

La tradición continúa en varias regiones del hemisferio sur, ya sea a través del agua en playas, ríos e inclusive grandes piscinas con hielos, la intención de recibir la llegada del invierno es algo que se ha asentado y muchas culturas lo siguen celebrando, adaptándolo a los tiempos actuales como lo que ocurre en Tasmania.

Música, arte, celebración y al final... fuera ropa y al agua

En Tasmania la celebración del chapuzón al desnudo llega después de diez días de festejos dentro del Festival Dark Mofo Winter, festival que cuenta con conciertos, exposiciones e instalaciones artísticas, talleres y mucho más, pero la culminación estrella de festival es recibir el invierno desnudos dentro de las heladas aguas del río Derwent.

Durante el festival los asistentes se pueden inscribir para participar en el chapuzón, ya que durante ese día se limita el acceso y sólo los inscritos pueden entrar a la playa, para así evitar que se llene de mirones o gente que sólo va por curiosidad. Este año se inscribieron 1.113 personas, pero debido a las condiciones del tiempo con sólo 1 grado centígrado, sólo 752 personas llegaron a la celebración.

La cita fue a las 7 de la mañana y sólo debían llevar una toalla blanca y una gorra roja; en punto de las 7:30 todos deben estar a la orilla de la playa para esperar la señal que anuncia la llegada del invierno. Finalmente a las 7:42 suenan las pistolas de salida, se prenden las bengalas y es momento de sumergirse y celebrar, por fortuna este año el agua tenía una temperatura cercana a los 11 grados centígrados, lo que se volvió un alivio, claro, mientras no salieran a la playa y el viento helado los hiciera sufrir nuevamente.

Via | ABC Australia
Fotografías | Rosie Hastie/MONA

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