Escocia es aún hoy uno de los rincones más singulares de la geografía europea. Constreñida a la parte más septentrional de Gran Bretaña, sus ciudades son grises y oscuras, sus campos ven poco el sol, y sus montañas, taimadas con el paso de los milenios, son bajas y verduzcas. Repleta de lagos y pequeños valles, deshabitada en su mayor parte, Escocia y sus Highlands suelen ser destinos predilectos por su carácter salvaje y por su aspecto místico.
Si es así hoy, en plena era de las comunicaciones, lo era aún más a finales del siglo XIX. Progresivamente industrializada, Escocia era aún un territorio natural virgen al cabo del siglo. Estas fotografías de tomadas por diversos fotógrafos que trabajaron para la Detroit Publishing Company, la principal compañía del mundo en la producción de imágenes fotocromo, muestran cómo era la Escocia antes de la modernidad.
Hemos hablado de la técnica fotocromo en otras ocasiones en Magnet, especialmente a la hora de recopilar otras colecciones de la Detroit Publishing Company como esta de Venecia o esta de Constantinopla. En el caso de Escocia, lo novedoso es el paseo a través de los paisajes de su época, y no tanto el retrato urbano. Al igual que en los casos anteriores, algunas imágenes, especialmente las costeras, se asemejan más a cuadros coloreados por su carencia de detalles y texturas. Pero siguen siendo impresionantes.
La geografía típicamente escocesa queda retratada aquí con gran detalle. Desde los castillos abandonados y edificados entre los siglos XIII y XV, herencia de las guerras y las batallas que la Escocia independiente tuvo que afrontar frente a Inglaterra hasta su entrada en el Reino Unido en 1707, hasta la vida apacible, pesquera y campesina, de muchas de sus pequeñas ciudades. Pasando, claro, por la vasta colección de colinas, ríos y lagos que tan bien representan el lluvioso, bello paisaje escocés.
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