De tanto en cuanto, un fotógrafo captura en un instante todo el relato social, político y brutal de una historia compleja, violenta y terrible. Suelen ser imágenes excepcionales que tienen el poder por sí mismas de explicar un pequeño capítulo de nuestro pasado. Es posible que la fotografía capturada por Jonathan Bachman para Reuters el pasado fin de semana en Baton Rouge, Estados Unidos, sea una de ellas. Observándola se requieren de pocas palabras. Todo lo demás es accesorio, es un símbolo en sí misma, es poderosísima:
In Baton Rouge, a woman protesting the killing of Alton Sterling faces cops in riot gear. (Jonathan Bachman/Reuters) pic.twitter.com/Z7cxZUwDDB
— Laila Lalami (@LailaLalami) 10 de julio de 2016
Una de los muchos tuiteros que comentaron la fotografía de Bachman se preguntaba: "¿Es esto América?". La imagen ha capturado el debate político y el momento emocional de una nación donde la violencia entre las fuerzas del orden y la comunidad negra ha vuelto, casi dos años después de lo sucedido en Ferguson, a abrir el país en dos. Una instantánea que son millones de palabras.
Baton Rouge y Dallas: las balas y los homicidios
La historia de la icónica fotografía hay que rastrearla, al menos, desde el asesinato de Alton Sterling. Sterling, un hombre afroamericano de 37 años de Baton Rouge, Luisiana, fue abatido por dos agentes de policía mientras vendía CD's. Según la policía, los agentes se habían acercado al lugar de los hechos tras recibir una llamada telefónica en la que un denunciante anónimo confesaba amenazas, pistola mediante, de Sterling. La historia no habría sido demasiado mediática de no ser por dos vídeos filtrados más tarde.
Un testigo grabó la escena y la subió a la red. La historia tornó en viral: Sterling murió cuando había sido ya reducido por los dos agentes. La comunidad afroamericana, que sufre un abrumador mayor número de casos de violencia policial en un país donde la comunidad negra es más pobre, vive más segregada y sufre una mayor tasa de homicidios y arrestos, entró en cólera. El movimiento Black Lives Matter inició protestas en la ciudad y la historia llegó a la primera plana de la actualidad mediática, en un caso semejante al de Michael Brown.
Pocos días después, la historia dio un nuevo giro. En una de las protestas del movimiento afroamericano contra la brutalidad policial, un veterano negro del ejército estadounidense acabó con la vida de cinco agentes de policía tras haber disparado con un rifle de francotirador a catorce de ellos. Al episodio de violencia policial contra un ciudadano afroamericano se sumaba ahora una segunda historia, de revancha y agresión a las fuerzas del orden (y también, claro, un nuevo tiroteo masivo en un país desgraciadamente acostumbrado a ellos). El debate se agrió aún más, el clima político se volvió más tenso.
Y entonces apareció la foto
Que, de algún modo, ha servido de resumen visual a todo lo que ha sucedido en los últimos días. La imagen la tomó Jonathan Bachman, un fotógrafo freelance trabajando para Reuters, en Baton Rouge, ciudad donde fue abatido Sterling y donde el movimiento Black Lives Matters (que surgió a raíz del cada vez mayor número de casos de ciudadanos afroamericanos muertos a manos de la policía) había concentrado parte de las protestas (en su mayor parte pacíficas, aunque ha habido más enfrentamientos y detenciones desde Dallas).
Automáticamente se convirtió en viral. Dos policías armados y fuertemente protegidos, en un escenario no de conciliación con la población civil sino de potencial enfrentamiento tras los acontecimientos de la semana anterior, se enfrentan a una mujer afroamericana en aparente actitud pacífica y totalmente desarmada. En cierto sentido, representaba todas las aristas de la historia: la vulnerable y desprotegida comunidad negra frente a fuerzas policiales armadas que, tras los tiroteos de Dallas, temían ser vulnerables a más ataques.
Era poderosa, era un icono, era informativa. Lo tenía todo. En The Atlantic lograron hablar con Bachman sobre la imagen.
Pasó rápido, pero podría decir que ella no tenía intención de moverse, y parecía como si se hubiera decidido a quedarse. Para mí parecía decir: "Vais a tener que venir y cogerme". Y pensé que este era un buen momento para hacerme un hueco y tomar una fotografía, porque ella estaba allí sólo con un vestido y tenía delante a dos policías con el equipamiento completo de antidisturbios. No fue muy violento. Y ella no hizo nada. No se resistió y la policía no le arrastró.
Baton Rouge 2016. Tiananmen Square 1989. If you lauded Tank Man, speak up for #LeshiaEvans. pic.twitter.com/92b0VWyWYE
— rahaeli (@rahaeli) 11 de julio de 2016
Según ha podido saber Quartz, el nombre de la protagonista de la foto, que bloqueaba la carretera pacíficamente, es Ieshia L. Evans. Fue detenida y ya ha sido liberada. La historia, y otras tomas de la misma escena, ha recorrido todos los rincones de la red, tanto en Estados Unidos como en otros países. Quizá sea la dignidad de Evans frente a los policías, el contraste brutal, la historia de la comunidad afroamericana y las fuerzas del estado o el convulso estado político de Estados Unidos. Quizá sea todo, pero es una foto alucinante.