A todos nos suenan 'El Señor de los Anillos' y 'El hobbit' por las dos trilogías de películas que Peter Jackson ha hecho de ellas. Y tal vez no suenen también porque George R.R. Martin, autor de los libros en los que se basa 'Juego de tronos', reconoce que son grandes influencias en su obra. Los libros de J.R.R. Tolkien que Jackson adaptó al cine, no tanto las películas (aunque sin ellas, la serie de HBO no existiría). Pero Tolkien no se inventó la Tierra Media de la nada.
Hace poco, La 2 emitió un documental, titulado 'Tolkien, las palabras, los mundos', que narraba la vida del escritor británico y la utilizaba para explicar algunas de las cosas que introdujo en sus libros. El erudito de Oxford tiró de sus experiencias personales y sus trabajos académicos para crear 'El Señor de los Anillos', pero siempre se negó a establecer ninguna alegoría entre el libro y hechos históricos. Si viera esta lista de sus influencias, seguramente nos daría un buen rapapolvo.
1. La orfandad de Tolkien
Frodo Bolsón, el protagonista de 'El Señor de los Anillos', perdió a sus padres cuando era niño. Drogo Bolsón y Prímula Brandigamo se ahogaron al salir en su barca e, inicialmente, Frodo se fue a vivir con la familia de su madre. Cuando cumpliño 21 años, Bilbo Bolsón, su tío, lo nombró su heredero. John Ronald Reuel Tolkien también se quedó huérfano a los 12 años, cuando murió su madre, nueve años después de que hubiera fallecido también su padre. Los hermanos Tolkien pasaron a estar bajo la tutela de Francis Murray Morgan, sacerdote católico del lugar.
2. Edith Bratt y el amor imposible
Tolkien conoció a Edith Mary Bratt, su futura esposa, cuando tenía 16 años. Ella era tres años mayor que él (y protestante), y el padre Murray no le permitió volver a verla hasta que el joven John hubiera cumplido 21 años, que marcaba la mayoría de edad. Para entonces, Edith estaba a punto de casarse con otro hombre, pero Tolkien consiguió impedirlo. Su relación inspiró algunos de los amores imposibles, o llenos de complicaciones de la saga, pero más que el de Arwen y Aragorn (una elfa y un humano), dio a Tolkien la base sobre la que construir la historia de Lúthien, una elfa inmortal, y el humano Beren. Esta historia se cuenta en 'El Silmarillion'.
3. Sarehole y la Comarca
Tolkien creció en Sarehole, una aldea dependiente de Hall Green, cerca de Birmingham. Era una zona rural, agrícola, en la que había un molino en el que, en la actualidad, se celebra un festival en honor del escritor británico. La forma de vida allí y sus habitantes inspiraron a Tolkien para crear a los hobbits y la Comarca. Los hobbits también vivían de la tierra, era gente sencilla que, de algún modo, representa una versión idílica y nostálgica de la campiña inglesa.
4. El amor por la naturaleza
5. La Revolución Industrial
Ya hemos dicho antes que a Tolkien le horrorizaba la manera en la que la Revolución Industrial había acabado con la vida tradicional del campo inglés, y la había sustituido por ciudades grises, envueltas en el humo de las industrias. Birmingham, por ejemplo, fue una de las ciudades que más creció gracias a la industria textil, y no es raro encontrar ese disgusto de Tolkien ante el dominio de las fábricas y su destrucción del campo en pasajes como el momento en el que Saruman acaba con el bosque alrededor de Isengard para construir su ejército y unirse a Sauron. Este tema, de todos modos, no es exclusivo de Tolkien en la literatura inglesa. Elizabeth Gaskell, por ejemplo, ya mostró las tensiones entre la vida rural y la urbana e industrializada en 'Norte y sur' y 'Cranford', por ejemplo.
6. La batalla del Somme
La Primera Guerra Mundial fue un duro despertar para la sociedad europea de principios del siglo XX. La Gran Guerra fue una contienda sangrienta en la que se utilizaron, por primera vez, avances tecnológicos como tanques o ametralladoras, además de ataques con armas químicas, y en la que se perdió toda una generación de hombres jóvenes. Tolkien se alistó en el verano de 1915, con 23 años, enm los Fusileros de Lanchashire, y fue destinado a una de las peores batallas de la guerra, la del río Somme, en 1916. Sólo en el primer día de lucha, murieron 19.000 soldados británicos y 38.000 resultaron heridos, y el avance de ambos ejércitos se atascó en una guerra de trincheras, que el propio Tolkien describió como "un horror animal". El escritor estuvo hospitalizado por "fiebre de las trincheras", y en aquella época empezó a pergeñar lo que acabaría siendo la Tierra Media y 'El Señor de los Anillos'.
7. La camaradería entre soldados
La experiencia de la guerra hizo no sólo que Tolkien fuera testigo de terribles horrores, sino también de actos de camaradería entre los soldados que fueron una gran inspiración para crear a Samsagaz Gamyi, el compañero inseparable de viaje de Frodo. El ejército británico colocaba a los hombres con estudios universitarios y buenas posiciones como oficiales, mientras los soldados rasos de infantería eran de clase trabajadora. En la división de Tolkien, eran mineros y obreros del textil, principalmente. La experiencia bélica en las trincheras, sin embargo, eliminaba las barreras de clase en sus relaciones, algo que habría sido imposible de otra manera. La dinámica de Frodo y Sam sigue un poco la que había entre los oficiales y sus ayudantes de confianza en el frente.
8. La Segunda Guerra Mundial
Como decimos, aunque Tolkien siempre negó que hubiera establecido ningún tipo de alegorías con eventos históricos, los estudiosos de su obra siemptre han visto ciertos paralelismos entre el ascenso de la Sombra en Mordor, un ascenso al que al principio nadie presta demasiado atención, y la Segunda Guerra Mundial. Su hijo Christopher, de hecho, sirvió en la RAF (las fuerzas aéreas inglesas) durante esa contienda, y hay quien cree que Saruman puede estar inspirado de algún modo en Adolf Hitler. Es una teoría que se hizo muy popular cuando los libros se publicaron a mediados de los 50, pero el autor la desmontaba diciendo que se habían concebido mucho antes del inicio de la guerra, en 1939.
9. Los cuentos infantiles
El origen de toda la vasta historia de la Tierra Media, sin embargo, está en un relato que Tolkien escribió para sus hijos, 'El hobbit'. Él mismo afirma que se le empezó a ocurrir a mediados de los años 30, cuando era profesor en Oxford y se aburría corrigiendo exámenes. Como estudioso de lenguas y culturas antiguas, también había investigado relatos del folclore y la mitología de esos pueblos, sobre todo del norte de Europa, y en ellos se incluyen los cuentos de hadas. En 1939, de hecho, Tolkien dio una conferencia, titulada 'Sobre los cuentos de hadas', en la que los analizaba narrativamente, y se detenía también en su influencia posterior.
10. Las lenguas antiguas
Tolkien era, en realidad, un lingüista experto. Uno de sus primeros trabajos fue en el Oxford English Dictionary, estudiando la etimología de palabras de origen germánico a partir de la letra W, y en su juventud, se entretendía inventado nuevas lenguas. Cuando se puso a crear el mundo de 'El Señor de los Anillos', tiró de sus estudios para crear los idiomas hablados por cada uno de los diferentes pueblos de la Tierra Media y, específicamente, por los elfos. Ahí, el quenya está derivado bastante directamente del finlandés (en la imagen), que Tolkien aorendió para poder leer el Kalevala, un poema épico del siglo XIX que recopila bastantes leyendas tradicionales de Finlandia. Otras lenguas de las que Tolkien tiró fueron el latín, las antiguas lenguas germánicas o el anglosajón, que es el inglés antiguo.
11. Los anglosajones
Una de las materias que J.R.R. Tolkien enseñó en Oxford era el anglosajón, la lengua que unía a los tres pueblos germánicos que invadieron Gran Bretaña en el siglo V: los anglos, los sajones y los jutos. Se ha querido ver la influencia de estos tres pueblos en la creación de los habitantes de Rohan y de Gondor, pero sobre todo de los primeros. Los Rohirrim son un pueblo conocido también como "los señores de los caballos" (que, paradójicamente, no eran demasiado populares entre los anglosajones), y muchos de los nombres de sus personajes más importantes proceden directamente del anglosajón, como Éomer. Tienen características también similares a los vikingos.
12. 'Beowulf'
13. Los Edda
La mitología nórdica fue una inagotable fuente de inspiración para Tolkien, y una de sus obras más representativas, en ese aspecto, pueden ser los Edda, una colección de relatos escrita en 1220 por Snorri Sturluson, escaldo y juez islandés que recogió todas esas historias tradicionales para enseñar lo que era buena poesía. De hecho, los Edda son, en realidad, dos: la Edda poética, recogida en un texto medieval Codex Regius, y que cuenta historias de la mitología escandinava y sus dioses, y la Edda prosaica, que es la escrita por Snorri Sturluson. Buena parte de esas historias influenciaron a Tolkien en cosas tan prosaicas como los nombres de los enanos que acompañan a Thorin Escudo de Roble en su viaje para recuperar la Montaña Solitaria de las garras del dragón Smaug.
14. El Cantar de los Nibelungos
Que levante la mano a quien le suene la historia que cuenta El Cantar de los Nibelungos, un poema épico germano del siglo XIII que cuenta la historia de Sigfrido y su búsqueda del tesoro de los nibelungos, enanos que vivían bajo tierra. El tesoro, sin embargo está custodiado por un dragón y contiene, además, un anillo de oro que está maldito. Hay algún que otro paralelismo con 'El Señor de los Anillos', ¿no créeis? La historia de Sigfrido va más allá, y la terminó contando Richard Wagner en su tetralogía de óperas 'El anillo del nibelungo'. En ella, el enano Albérico roba el anillo de poder, oculto al fondo del río Rhin, como si fuera un antecesor de Gollum.
15. El catolicismo
Tolkien era un católico devoto. También lo era su amigo C.S. Lewis, autor de la saga de 'Las crónicas de Narnia', en la que muchos estudiosos han encontrado bastantes alusiones a la religión cristiana. También se ha estudiado la obra de Tolkien buscando esas referencias, algo que él mismo negaba. Lo cierto es que, de haberlas, se encuentran más en 'El Silmarillion', su gran novela inacabada en la que contaba los mitos de la creación de la Tierra Media. En ese sentido, se puede decir que es un poco la Biblia de Tolkien, pero muchos de esos mitos están presentes en mitologías como la griega. De todos modos, es inevitable no pensar en la historia de Lucifer al leer como Eru (o Ilúvatar) crea la Tierra Media y tiene que luchar contra Melkor, que se rebela contra él y se entrega a la oscuridad.
16. Los Inklings
Como hemos mencionado a C.S. Lewis, hay que hablar, entonces, de los Inklings, una tertulia literaria que Lewis, Tolkien y otros profesores de Oxford y escritores tenían en el pub The Eagle and Child de la ciudad inglesa. Entre principios de los años 30 y 1949, se reunían allí para hablar, sobre todo, de literatura fantástica, y Tolkien utilizó a sus miembros para contarles cómo iba su desarrollo de 'El Señor de los Anillos'. Su hijo Christopher, que asistía a las tertulias, contó alguna vez que otro de los asistentes, Hugo Dyson, solía comentar con desgana en esas ocasiones, "Oh, Dios, no más elfos".
17. 'Macbeth'
Las tres brujas profetizan que "Macbeth nunca será vencido hasta el Gran Bosque de Birnam a la alta Colina de Dunsinane marche contra él". Los enemigos de Macbeth cortan ramas de los árboles durante la marcha de sus ejércitos, simulando el avance de un bosque, lo que Tolkien creía que era una solución demasiado fácil. Así que él inventó los Ents del bosque de Fangorn y los hizo marchar sobre Isengard. Las brujas también le dicen al rey de los escoceses que ningún hombre nacido de mujer podrá matarle. Shakespeare lo arregla, en lo que Tolkien consideraba su mayor "chapuza", haciendo que su asesino sea un hombre nacido por cesárea. ¿La propuesta de 'El Señor de los Anillos'? Al Rey Brujo, Señor de los Nazgûl, también le dicen que ningún hombre vivo puede matarle, así que quien lo hace acaba siendo una mujer, Éowyn,
18. El ciclo artúrico
Uno de los muchos trabajos que Tolkien dejó inacabados a su muerte fue el poema 'The fall of Arthur', un poema en verso aliterativo y escrito en el inglés antiguo de 'Beowulf'. Contaba, lógicamente, la leyenda del rey Arturo, una historia que puede considerarse lo más parecido a una mitología que pueden tener los ingleses. Hay unas cuantas influencias del ciclo artúrico en 'El Señor de los Anillos', pero quizás la más clara sea la de Merlín, el mago asesor de Arturo, en Gandalf. Aunque también es verdad que figuras como la de Merlín son comunes en la mitología celta y sus druidas.
19. La mitología griega
Con tanto "picoteo" en los mitos nórdicos, celtas, anglosajones y germanos, era inevitable que Tolkien también extrajera alguna inspiración de la mitología de la Grecia clásica, con sus historias de dioses que se inmiscuyen en los asuntos de los hombres y que tienen sus propias guerras entre ellos. La más clara parece ser la de los viajes de Ulises en su regreso desde Troya a Ítaca, trasladada a la Tierra Media en la figura de Eärendil, el marinero, padre de Elrond y un medio elfo que viajó durante años por sus mares. Su historia se cuenta en 'El Silmarillion', y en 'El Señor de los Anillos' es una estrella que marca la llegada del amanecer.
Imagen | Elliott Brown, Tony Bowden, Javier Aroche, Matt Brown, Dennis Jarvis
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