Si somos un poco permisivos, podemos afirmar que a las abejas han salido beneficiadas con el comunismo.
Ahora que ha muerto El Comandante y que, desde hace ya casi un año, las exportaciones cubanas han abierto la veda, se ha descubierto que la isla pacífica ha hecho de una carencia histórica una virtud. Desde el colapso de la Unión Soviética, principal salida comercial de los productos cubanos, el país se vio sumido en una nueva crisis de recursos que, en la industria apicultora, derivó en el desuso de pesticidas. Pesticidas tanto para las propias colmenas de abejas como para otras plantaciones.
Y es precisamente la utilización continuada de esos pesticidas la que se ha señalado como causa principal (junto al cambio climático) de la progresiva extinción de la abeja de miel para consumo humano. Progresiva decimos, pero también preocupante. En menos de 30 años en Estados Unidos han desaparecido más del 40% de las colonias de todas las abejas, y en Europa las cifras no son mucho mejores, se ha perdido casi el 30%.
Si tenemos en cuenta que el 75% de nuestra flora silvestre se poliniza gracias a las abejas y que casi el 40% de las frutas y verduras que comemos procede de la polinización, tenemos datos para empezar a buscar alternativas.
En la Cuba comunista se vive mejor que fuera... si eres una abeja
Aunque son muchas las distintas especies de abejas y no todas corren el mismo riesgo de extinción, una de las más amenazadas es la abeja melífera, la que más se emplea en los huertos masivos de producción de miel. Es esta misma la que Cuba ha logrado mimar lo suficiente como para no perder, sino aumentar el tamaño de sus reservas animales.
Porque, si conocíamos hasta ahora a Cuba como el país productos de puros y ron, debemos ahora conocerles lo mismo por su miel 100% orgánica. Tal y como ha comunicado Theodor Friedrich, responsable de la organización agrícola de la ONU, este producto se ha convertido en el cuarto bien más valioso dentro de las exportaciones de la isla, detrás de los productos pesqueros, bebidas y tabaco, y por delante del antaño cotizado azúcar y café.
La crisis de la miel viene de lejos. Mientras el mercado mundial de miel es de, aproximadamente un millón 200.000 toneladas al año, los precios aumentaron en 2014 cuando Argentina, principal productor latinoamericano, vio perder buena parte de su producción y bajó sus exportaciones en 200.000 toneladas.
Entonces irrumpió la lucha de la oferta y la demanda. Los estadounidenses ya habían virado al mercado asiático y a Europa del este en busca de miel, pero la apertura de Estados Unidos a la compra de exportaciones cubanas también potenció su negocio, ya que no sólo sus precios eran competitivos, sino que ofrecían una miel de mejor calidad, orgánica, etiqueta codiciada en algunos mercados. Sólo en 2014 Cuba produjo 7.200 toneladas, 23 millones de dólares según estadísticas de la FAO, y de lo cual buena parte va a parar al mercado Europeo, donde la etiqueta “orgánica” es un plus muy ventajoso.
Del bien de mercado al bien científico: el valor de un territorio agrícola sin pesticidas
Puede parecer una broma, pero el litro de miel tiene mejor precio que el litro de petróleo. Este oro marrón no ha llegado en Cuba a tener el nivel de industria apicultora que es en China o, a más modesto nivel, Turquía o Argentina, pero si la diplomacia política y económica de la isla se mantiene al ritmo al que apunta con Estados Unidos, podría ver un crecimiento muy significativo en los próximos años.
También, al ser un territorio prácticamente impoluto en el uso de pesticidas (con niveles también muy bajos en las plantas de cítricos y algodones), es una zona de interés para la FAO, que vigilará la evolución de la población de las abejas en comparación con el resto del mundo.
“No creo que haya alguna duda de que las poblaciones de abejas mieleras (en Estados Unidos y Europa) han declinado…desde la Segunda Guerra Mundial” dijo a la Fundación Reuters Norman Carreck, director científico de la Asociación Internacional de Investigación sobre Abejas (IBRA por sus siglas en inglés). “El cambio climático ha provocado que haya espacios para que las abejas silvestres construyan colmenas. También ha causado cambios en los usos del suelo, y responsabilizamos a los pesticidas de las nuevas enfermedades que están causando este declive”, sentenció.
Así que Cuba es la esperanza a nivel comercial, pero también de investigación científica. ”Su territorio libre de pesticidas podría actuar como una protección ante los problemas que están afectando a otros exportadores de miel”, señaló Friedrich de la FAO.
Así que, volviendo al principio, aunque la FAO no lo diga en estos términos lo afirmamos nosotros: las abejas se han "beneficiado" del comunismo, y como nosotros también necesitamos a las abejas... sí, a los humanos también nos ha venido bien el régimen de Castro. Al menos en ese aspecto, otros ya tal.
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