Este mes de Enero cumpliría años Jackson Pollock, sin embargo, al igual que ya hice con Vasily Kandinsky y Gabriele Münter, voy a usar este aniversario para hablar de su compañera Lee Krasner. Para mucha gente del mundo del Arte, es Lee Krasner sin duda, una figura fundamental. Exponente máximo del expresionismo abstracto, sin embargo, su obra no ha obtenido el reconocimiento justo.
Emigrante ucraniana y de familia judía, Lee fue la primera de sus hermanos en nacer ya en territorio estadounidense. Siempre quiso ser artista y su familia no siempre le apoyó. Después de estudiar con el artista Hans Hofmann en su escuela, en el año 1937, Lee Krasner ejecutó una obra que su maestro describió así: "Es una obra tan buena que nadie sabría que fue realizada por una mujer". Krasner fue desde el comienzo de su carrera una de las artistas más innovadoras y una de las primeras dentro del expresionismo abstracto.
Sin embargo, la marginación que sufrían las mujeres en el mundo del arte era tan absoluta que una de sus primeras decisiones fue la de cambiarse su nombre de pila "Lena" al ambiguo "Lee".
Su matrimonio con Jackson Pollock la mantuvo durante años en un segundo plano, y ha sido solo durante los últimos años cuando su obra se ha revalorizado. Krasner y Pollock se conocieron en México a comienzos de los años 40, y aunque no contraerían matrimonio hasta años más tarde, la evolución de Krasner se detuvo. Tras casarse, la artista se dedicó a cuidar a su marido, alcohólico y autodestructivo; a gestionar su obra; y a promover y promocionar su arte.
Aunque la evolución de Krasner sufrió un parón, iba desarrollando lentamente su carrera, realizando lienzos y collages que rivalizaban con los mejores cuadros realizados en aquella misma época por sus compañeros de movimiento.
Si Pollock empezó a realizar obras de gran envergadura, ella se decantó por las Little Images. Por aquel entonces vivían aún en la ciudad, en un apartamento, y Pollock ya había comenzado a pintar con la técnica del dripping, ocupando un gran espacio. Lee Krasner apenas tenía espacio en su casa para poder pintar.
En una conferencia en 1973 en un foro de Arte, la pintora se lamentaba de esta época así:
Es una pena que la liberación de la mujer no haya ocurrido 30 años antes en mi vida. No podía salir corriendo y hacer mi trabajo como mujer artista en un mundo tan sexista como el mundo del arte, no podía continuar con mi pintura y permanecer en el papel en el que estaba como Sra. Pollock.
La muerte de Pollock y el cambio en Krasner
Después de la muerte de Jackson Pollock en un accidente de tráfico en el año 1956, Lee dejó de pintar en su pequeña habitación y se mudó a su estudio en el granero donde vivían en Long Island. Comenzó a sufrir insomnio, por ello, y a causa del duelo que pasaba tras la muerte de su marido y su madre, su paleta se alejó del verde esmeralda y el fucsia que venía usando. Las pinturas de este período están llenas de líneas feroces, formas que se hinchan y recuerdan a cuerpos. Una serie de abstracciones llamadas Umber, donde dominan los tonos sombríos y una cromática más próxima a los colores de la tierra.
Voy a decirlo claro y parafraseando a Las Bistecs: si la Historia del Arte eran penes con pinceles, el movimiento del expresionismo abstracto fueron precisamente penes con pinceles en una mano y en la otra una botella de whisky. Sirvan como ejemplo los archiconocidos Jackson Pollock y Willem de Kooning.
Sin embargo, muchas de las artistas mujeres que ayudaron a desarrollar e impulsar el movimiento han quedado sepultadas en la Historia como discípulas o estudiantes y en el peor de los casos como la compañera sentimental de. Entre ellas, Elaine de Kooning, Perle Fine, Alma Thomas, Joan Mitchell, Mary Abbott, Jay Defeo, Judith Godwin y un largo etcétera.
Muchos críticos vieron en la obra de Krasner una especie de continuidad con respecto a la de Jackson Pollock; era, según ellos, como si Krasner quisiera resucitar en sus lienzos la obra de Pollock, cuando lo que en realidad estaba intentando era desprenderse de ella y encontrar un estilo que permanecía sepultado.
Es fácil ver a Pollock en alguna obra, en algún salpicón, pues es bastante obvio que ella todavía estaba de luto. Lo que no podemos pasar por alto es el ritmo de Krasner, la forma cruda, las diagonales que salen y se alejan y se cruzan, mientras los arcos sintetizan ambas direcciones, lo que sugiere una unión de fuerzas centrífugas y centrípetas. Algo completamente alejado del universo Pollock.
Krasner es una de las pocas artistas de esa lista de mujeres expresionistas abstractas olvidadas que tuvo una retrospectiva de su trabajo en vida, en el año 1983, justo antes de su muerte. Sin embargo, es ahora cuando su obra ha empezado a tener relevancia, tanto a nivel historiográfico como a nivel de mercado. Es solo tras su muerte que su obra se ha liberado de la de Pollock, es solo ahora que su obra existe por sí misma, y se reconoce como pilar fundamental en la configuración del expresionismo abstracto.
Su obra maestra, The Seasons, se extiende hoy en el Museo Whitney como la pieza central fundamental que es.
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