En pleno siglo XXI, el odio a los homosexuales sigue siendo real. Su persecución es especialmente virulenta en las sociedades predominantemente musulmanas del Cáucaso, mucho más que en otras zonas del mundo. Pero estos días la escalada de violencia ha llegado a un nuevo punto: en Chechenia, república federal a las órdenes de Rusia que cuenta con un especial beneplácito de Putin, podrían haberse reabierto espacios de tortura contra estas personas.
La noticia la ha dado el medio opositor ruso Nóvaya Gazeta. La periodista Elena Milashina ha conseguido contactar con autoridades oficiales de la región, así como miembros del colectivo LGBT. Tal y como le han asegurado desde el propio Ministerio del Interior de Chechenia, al menos tres hombres gays han sido asesinados con motivo de su orientación sexual. Esto está confirmado por fuentes oficiales, aunque la reportera cree que las víctimas podrían ser muchas más.
La homosexualidad sigue siendo un tabú en las ortodoxas sociedades musulmanas de esta zona, más en la Rusia de Putin que ha criminalizado cualquier cuestión sexual que se salga de la tradición. La rutina es que, cuando los agentes de la ley apresan a un culpable por homosexualidad, muchas familias prefieren no presentar acciones para luchar por la justicia del detenido, ya que es culturalmente visto como algo deshonroso, y por eso es tan difícil cuantificar el grado de persecución contra este colectivo.
De ahí que los activistas por los derechos LGBT hayan intentado el pasado mes realizar marchas en defensa de sus derechos. Los organizadores sabían que sus peticiones serían denegadas, pero ello les serviría para documentar su caso de discriminación ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo. Ni siquiera hicieron peticiones para marchar por Chechenia, pero eso ha molestado a las autoridades locales.
Desde entonces han tenido lugar redadas y detenciones masivas, unas 100 personas. Debido a que la homosexualidad se lleva de forma altamente discreta en la zona, los agentes de la ley habrían llegado en algunos casos a crearse perfiles falsos para cazar a presuntos gays en redes sociales.
Todo esto según el medio Nóvaya Gazeta, que también ha señalado el cuartel general militar en la ciudad de Argun como centro de internamiento al estilo campo de concentración, donde estarían apresados hombres sospechosos de homosexualidad, recibiendo vejaciones como palizas, electroshocks y torturas como obligarles a sentarse sobre botellas. Amnistía Internacional prefiere cautela antes de usar el término "campo de concentración" y ha alertado de que le ha sido imposible confirmar todas las alegaciones de Nóvaya Gazeta.
Reports Say That Gay Men Are Being Held in Concentration Camps in Chechnya https://t.co/E5orv8yzKV pic.twitter.com/l1Qh5josHX
— The Mary Sue (@TheMarySue) April 10, 2017
Según The Guardian, Kheda Saratova, uno de los funcionarios de derechos humanos de Chechenia, dijo por la radio nacional que "no he tenido ni una sola solicitud de información sobre este tema, pero si me llegara ni siquiera la consideraría. En nuestra sociedad chechena, cualquier persona que respete nuestras tradiciones y cultura, perseguirá a este tipo de personas sin la ayuda de las autoridades, y hará todo para asegurarse de que este tipo de gente no exista en nuestra sociedad".
Ramzan Kadyrov, el presidente de la región, también ha negado estas acusaciones sobre los centros de internamiento. “Son una sarta de mentiras y desinformaciones. No puedes arrestar o represaliar a gente que, simplemente, no existen en la república”. Otro representante del régimen ha dicho “si esta gente existiera en Chechenia, los agentes de la ley no tendrían que preocuparse por ellos, ya que sus familiares mismos les enviarían a algún sitio del que no volvieran jamás”.
Fotos: Roma Yandolin, Kremlin.