La NASA no sólo es una de las agencias gubernamentales estadounidenses más celebradas y reconocibles, sino también una excelente máquina de propaganda. Todo el material gráfico producido por sus sondas o por los astronautas que envía al espacio, amén de las fotografías tomadas por satélite o los gráficos producidos en sus múltiples plataformas digitales, son libres de uso. Todo el mundo puede explorar hasta el infinito el enorme, apasionante catálogo de la NASA.
En su empeño por hacer del conocimiento astronómico algo universal, la NASA también tiene sentido del humor. La mejor prueba de ello son los sucesivos pósters fílmicos que la agencia prepara a cada misión enviada a la Estación Espacial Internacional. Réplicas de los cárteles diseñados para los grandes estrenos que sustituyen a los actores de renombre por envejecidos, simpáticos astronautas estadounidenses, rusos, japoneses y europeos. Hombres y mujeres brillantes pero sin carisma se convierten, en mano de los maestros del Paint de la NASA, en estrellas del firmamento.
Sólo así se explica el raro empeño de la NASA en producir un listado de pósters tan extravagantes como divertidos. Los diseños caminan entre el producto inocente de un niño que aprente a utilizar Photoshop y la memorabilia nostálgica. Hay réplicas inspiradas en Transformers, en Star Wars, en Star Trek y hasta en Piratas del Caribe (porque nadie dijo que una carabela no pudiera llegar hasta la estratosfera). Todos ellos a un tiempo surrealistas y enternecedores.
Se puede explorar la galería completa aquí (es muy extensa). ¿Por qué se producen? Probablemente por su naturaleza cómica y desenfadada, y, a estas alturas, por su carácter tradicional. Un running gag del que podemos disfrutar todos. En total son 56 expediciones (la última volverá a la Tierra en octubre, y dará paso a la siguiente en diciembre). Aquí recopilamos algunos de los ejemplos más gloriosos.