La NASA no sólo es la agencia espacial más avanzada y desarrollada del mundo, sino también la que mejor ha sabido adaptarse a la realidad viral y en permanente actualidad informativa de las redes sociales. La difusión y promoción de sus éxitos se realiza con herramientas artísticas y comunicativas cada día más alucinantes.
El último ejemplo es la página web dedicada en exclusiva a Trappist-1, la estrella de raro nombre (analizamos el fenómeno aquí) que cuenta con seis pequeños planetas orbitando a su alrededor. Por similitudes variadas que van desde el tamaño de los planetas hasta su cercanía a una estrella distante y débil, el pequeño ecosistema espacial de Trappist-1 es un buen candidato para albergar vida (la nuestra, si fuéramos capaces de llegar a él).
De ahí que la NASA haya dedicado numerosos esfuerzos divulgar el hallazgo. La web es un estupendo ejemplo: en ella podemos encontrar tanto pósters artísticos realizados por Amanda J. Smith, algunos de ellos dignos de películas de Serie B de los ochenta (yup, también estamos pensando en Stranger Things), como divertidas y útiles infografías que comparan nuestra Tierra y nuestros planetas cercanos con aquellos encontrados en Trappist-1.
El portal está repleto de información complementaria, como la ya explicada por nuestros compañeros de Xataka, sobre el tamaño exacto y las condiciones de los planetas y de la estrella, además de vídeos y de previsiones sobre el futuro de la humanidad y la posibilidad de trasladarnos a otros planetas o de encontrar hábitats amables en ellos.
Lo interesante, claro, es el giro pop de Trappist-1: la capacidad que tiene la NASA de convertir sus aburridos descubrimientos científicos en apasionantes piezas de cultura pop.